La Luna se encoge a un ritmo alarmante

La luna se está encogiendoLa luna se está encogiendo

La Luna, nuestro único satélite natural, ha sido objeto de atención y exploración durante décadas, pero aún guarda secretos por descubrir. Según Una investigación liderada por el científico Thomas R. Watters, del Instituto Smithsonian de Estados Unidos, la Luna ha experimentado una contracción global a lo largo de cientos de millones de años debido al lento enfriamiento de su núcleo, reduciendo su circunferencia en aproximadamente 46 metros. Esta reducción ha dado lugar a fallas en forma de «arrugas» en la corteza lunar, particularmente notables en el polo sur.

Este estudio, publicado en la prestigiosa revista Planetary Science Journal, arroja luz sobre los temblores y fallas que sacuden este sector lunar, con implicaciones significativas para futuras misiones espaciales, incluida la esperada misión Artemis III de la NASA.

El estudio identifica una correlación entre estos eventos sísmicos y la formación de nuevas fallas en el polo sur lunar, lo que sugiere la posibilidad de terremotos de gran magnitud. Los modelos desarrollados por el equipo científico indican que algunas áreas son particularmente vulnerables a deslizamientos de tierra debido a sacudidas sísmicas regionales, lo que plantea desafíos significativos para futuras misiones de exploración y asentamiento humano en la Luna.

La flecha superior muestra un escarpe que atraviesa un cráter degradado de 1 km
La flecha superior muestra un escarpe que atraviesa un cráter degradado de 1 km

La confirmación de estos fenómenos se ha obtenido gracias a la observación detallada de la cámara a bordo de la sonda Lunar Reconnaissance Orbiter (LRO), que ha identificado miles de fallas relativamente jóvenes y pequeñas distribuidas por toda la corteza lunar. Estas fallas se presentan como accidentes geográficos similares a acantilados, creando una superficie lunar marcada por escalones y grietas.

Sin embargo, el fenómeno no se limita a la mera contracción global de la Luna. Los investigadores han descubierto que las fuerzas de marea ejercidas por la Tierra también desempeñan un papel crucial en este proceso dinámico. Esta interacción entre la Luna y la Tierra sugiere que la actividad sísmica lunar es un fenómeno en constante cambio, con la posibilidad de que se produzcan nuevas fallas y terremotos en el futuro.

Estas revelaciones tienen un profundo impacto en la planificación de futuras misiones espaciales a nuestro satélite

El impacto de estas revelaciones en la planificación de futuras misiones espaciales es innegable. La NASA, que tiene entre sus objetivos principales el regreso de los seres humanos a la Luna a través de la misión Artemis III, debe tener en cuenta estos hallazgos al seleccionar ubicaciones para asentamientos y colonias lunares. La estabilidad del terreno y el riesgo sísmico son consideraciones fundamentales que podrían influir en el éxito y la seguridad de las misiones espaciales futuras.

En palabras de Thomas R. Watters, «La posibilidad de la formación de nuevas fallas, a partir de la contracción global en curso, debe considerarse al planificar la ubicación y la estabilidad de los puestos permanentes que puedan establecerse en la Luna». Estas palabras resumen la importancia de este estudio y la necesidad de una cuidadosa consideración de los riesgos geológicos en la exploración y colonización futura de nuestro vecino celestial.

Si la Luna se encoge lo suficiente, podría dejar de ejercer su fuerza gravitacional sobre los océanos, lo que provocaría que las mareas desaparecieran y, sin mareas, los océanos se volverían más homogéneos, afectando al clima de la Tierra.

Los científicos aún no saben con certeza la rapidez con la que la Luna se encoge -hablamos a escala de millones de años- pero su disminución podría dejarnos sin eclipses y con noches más oscuras.

https://www.espaciomisterio.com/ciencia/luna-se-encoge-ritmo-alarmante_58548

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