Esta Luna Nueva en el signo de los peces que viajan en dirección opuesta nos conecta directamente con el dilema de ser Piscis en lo que concierne a la toma de decisiones. Siempre que Piscis se manifiesta en una dirección, algo le tira en la dirección opuesta, una voz interna habla desde la polaridad, desde la ambivalencia, desde el otro lado del río. Para esta Luna Nueva todo esto aún más agravado, ya que el Sol y la Luna se encuentran al lado de Saturno y Neptuno en Piscis, practicamente en el punto medio o a medio camino entre estos dos planetas/arquetipos tan diferentes, en realidad posiblemente los más diferentes. Uno que da forma (Saturno) y el otro disuelve la misma (Neptuno).
En realidad ambos, tanto el Sol como la Luna acaban de dejar atrás a Saturno y van camino hacia Neptuno. Esta simple acción cíclica parece describir aún más este momento de transición entre el viejo orden, materialista, consumista, de separación, de grandes imperios y la promesa de una consciencia globalista, que nos recuerda que todos estamos en el mismo barco, llamado Tierra, y que las aparentes diferencias de naciones, religiones y razas es nada más que una anécdota que se desvanece a pasos agigantados. Uno de los grandes regalos de Saturno en Piscis, es que nos recuerda que aquello que creíamos firme y seguro, se está desvaneciendo y aunque insistamos en reforzar nacionalismos y valores religiosos, la única realidad es que el mundo está cada vez más mezclado. Las nuevas generaciones ya emergen de gente de distintas religiones, nacionalidades, razas, etc.
Ya a partir del año que viene, Saturno y Neptuno que tienen un ciclo de unos 35-36 años, iniciarán la gran conjunción que se formará exacta en el grado 0 de Aries, en Febrero 2026, aunque comenzarán a entrelazarse a partir de los últimos grados de Piscis, casi toda la segunda mitad del 2025. Saturno y Neptuno no se encuentran en Aries desde el 1703, así que nadie de los que estamos vivos, hemos experimentado ese nivel de energía que promete ser tan potente como la entrada de Plutón en Acuario o quizás más, ya que ocurre en el primer signo del zodíaco, lo que augura un nuevo comienzo a nivel evolutivo. La última vez que se encontraron fue en Noviembre 1989 en Capricornio, cuando caía el muro de Berlín y con él la Unión Soviética y Europa se transformó. Lo más importante de tal evento es que esto ocurrió sin que se derrame ni una gota de sangre o se disparen tiros. Esta vez se forma cuando el mundo está con varias guerras y la amenaza de más. Aún así, su camino hacia Neptuno, nos acerca a un sentido de Unidad, con gran sensibilidad psíquica, el tipo de experiencia que nos lleva más allá de la tercera dimensión.
Ésta es la tercera Superluna de las 5 superlunas consecutivas de este año. Será la Superluna nueva más cercana a la Tierra de este año pero como se trata de una Luna Nueva que es cuando no vemos la Luna, no lo notaremos visualmente. La Superluna Nueva del 8 de abril de 2024 será la Luna que bloquee el Sol provocando un eclipse solar total.
Estos son momentos para conectar con nuestras emociones más que nunca, para recordar y memorizar nuestros sueños más que de costumbre. Muchos mensajes importantes llegarán a través de ellos. Presta atención a lo que sueñas y si puedes apúntalos que pueden ser muy premonitorios.
Esta Luna Nueva forma un sextil (60º)a Urano, lo que nos augura no sólo sorpresas sino también revelaciones que abren nuestra mente, hacia nuevas posibilidades que nos traerán un sentido de libertad para el alma. Pero, Urano también recibe una cuadratura de Marte en Acuario, así que la necesidad de liberarse de algo que nos incomoda u oprime será más intensa que nunca. Necesitaremos más espacio emocional que nunca. Con Mercurio recién entrado en Aries, es posible decir y hacer las cosas más impulsivamente que nunca, por tanto, piensa antes de largarlo verbalmente.
Por último, Saturno acaba de entrar en el segundo decanato de Piscis que pertenece al signo de Cáncer, pero según Manilius al signo de Acuario. Si combinamos los dos, la atención viene a estructuras en el hogar que necesitan aflojarse otorgando más espacio a todos los que comparten vivienda con alguien. Una interesante propuesta de respetar el espacio de los demás y ejercitar algunos límites emocionales. La voz de Neptuno nos inspira a navegar las aguas de nuestra imaginación y nos recuerda que el desconectar es también saludable. En estas épocas de saturación mediática y con la invasión de las redes sociales en nuestra vida, es una buena idea, apagarlo todo aunque sea por un fin de semana y viajar hacia el interior de nuestra psique y ver lo que está ocurriendo en ella. Sin tictoc, ni instagram, ni facebook ni twitter también se puede vivir, aunque sea por un par de días. Navega tu propia imaginación.
Feliz Luna Nueva a todas/os.