Las palabras de Junts y ERC pidiendo autodeterminación tras aprobarse la amnistía han despertado todas las alarmas
La aprobación de la ley de amnistía en el Congreso de los Diputados esta semana no ha pasado desapercibida para el mundo empresarial de Barcelona. Las fuentes del sector consultadas por THE OBJECTIVE coinciden en señalar que el perdón concedido a los líderes del procés es solo el primer paso de nueva etapa de inestabilidad en la que volverá a estar sobre la mesa la autodeterminación y la independencia de Cataluña con nefastas consecuencias para el tejido productivo y para la pequeña y mediana empresa.
Representantes de grandes y medianas compañías con sede dentro y fuera de Cataluña reconocen a este diario que el terreno está abonado para la radicalización y para otro referéndum, lo que generará una nueva fuga de empresas que busquen certidumbre fuera de la autonomía y huir del riesgo económico de una eventual desconexión territorial.
En este sentido, lejos de producirse una vuelta de las empresas a Cataluña como intentan el Gobierno y los partidos independentistas, tras esta ley de amnistía se podría producir un efecto completamente contrario, con compañías medianas valorando su mudanza ante el temor de una nueva oleada de inestabilidad política, radicalización y riesgo para las empresas.
Pérdida de empresas
En noviembre pasado el PSOE pactó con Junts apoyar la investidura de Pedro Sánchez y una de las condiciones fue «facilitar y promover el regreso a Cataluña de la sede social de las empresas que cambiaron su ubicación a otros territorios en los últimos años«. En enero, el partido de Carles Puigdemont pidió públicamente que las compañías que se marcharon en 2017 por los efectos del procés fuesen sancionadas si no volvían. Una moneda de cambio para aprobar los decretos ómnibus de Sánchez.
Finalmente, y tras confirmar que el objetivo del Gobierno era generar incentivos para que las empresas vuelvan, el cumplimiento de la Ley de Sociedades de Capital y garantizar la seguridad jurídica, no se concretó ninguna medida formal ni se ha vuelto a hablar de estos incentivos o penalizaciones. Fuentes consultadas advierten a este diario de que las presiones siguen existiendo, pero sin herramientas legales para forzar esta vuelta de grandes y medianas compañías.
Los últimos datos recopilados por Informa D&B advierten que Cataluña volvió a liderar en 2023 la pérdida de empresas, con un saldo negativo de 128 sociedades, que aumentó mayormente en el cuarto trimestre por las tensiones generadas por la ley de amnistía. Por el contrario, Madrid registró el saldo positivo más elevado con 71 nuevas compañías.
Elecciones en Cataluña
Es verdad que se ha ralentizado el retroceso en comparación con años anteriores, pero todavía se está lejos de cifras positivas. Los datos oficiales indican que desde que estallara el procés en 2017 se han marchado más de 5.000 empresas, la mayoría pequeñas que han buscado mayor estabilidad tras años de incertidumbre, pero también otras emblemáticas como Naturgy, Caixabank, Sabadell, Abertis, Agbar o Catalana Occidente.
Con todo, la situación de inestabilidad generada por la ley de amnistía se ha acrecentado con la convocatoria de elecciones anticipadas para el 12 de mayo, después de que Pere Aragonès no lograse sacar adelante los Presupuestos de este año. Los empresarios consultados coinciden en señalar que estamos ante una muy mala noticia por dos motivos: porque se pone el fin de una gestión que había logrado mejorar los principales indicadores económicos de la región y porque ahora comenzará una encarnizada carrera en la que la independencia de Cataluña volverá a ser la mejor arma electoral de Junts y ERC.
Las empresas consultadas coinciden en que el actual Gobierno de ERC, con sus luces y sombras, logró encarrilar la economía catalana en un periodo marcado por la tranquilidad institucional y el trabajo para atraer inversión a Cataluña. De hecho, los Presupuestos que no se han aprobado tenían importantes partidas asignadas al desarrollo digital y la implantación de nuevas empresas en el sector, algo que ahora queda en el aire.
Ley de amnistía
Y por su fuera poco, concuerdan, se está perfilando la participación del Carles Puigdemont como candidato de Junts, lo que -a juicio de los empresarios- daría la puntilla a la confianza empresarial, salpicaría todo el debate de extremismos y de promesas independentistas que frenarán cualquier intento de dar tranquilidad inversora al sector productivo.
La postura del Gobierno de Pedro Sánchez es que la ley de amnistía busca la reconciliación y abrirá una nueva etapa de prosperidad en Cataluña, sin embargo los empresarios consultados están convencidos de que se generará el efecto contrario dando alas e impulso a los partidos independentistas que -públicamente- ya han reconocido que su siguiente objetivo es la independencia mediante una nueva consulta.
«Independencia» de Cataluña
De hecho, nada más salir del pleno en el que se aprobó en el Congreso la ley de amnistía, tanto Junts como ERC volvieron a recordar que estamos solo ante un paso más hacia el objetivo definitivo que es la independencia. Para la portavoz de Junts, Miriam Nogueras, «esto no es un punto y final, continuamos, ahora podremos comenzar a hacer política de igual a igual y nuestro objetivo sigue siendo el de la independencia», dijo tras fundirse en un abrazo con la portavoz de ERC, Teresa Jordà.
En paralelo, la diputada de ERC, Pilar Vallugera, dijo que con este paso «no es suficiente» y aseguró que su partido seguirá «en el camino de la liberación nacional». «No vamos a parar hasta el ejercicio del derecho a la autodeterminación», dijo. Unas declaraciones en la línea de las que ha realizado hace algunas semanas el propio presidente de la Generalitat, Pere Aragonès. Sin ir más lejos, en su mensaje de fin de año volvió a reclamar a Sánchez abrir la negociación para un referéndum sobre la independencia.
https://theobjective.com/economia/2024-03-17/independencia-cataluna-fuga-empresas/