Las fuerzas especiales británicas recuperaron una nave «no humana» derribada en el norte de Inglaterra a finales de la década de 1980, según afirma un ex paracaidista y oficial de inteligencia militar del Reino Unido.
Crédito: Franc Milburn/MysteryPlanet.com.ar.
Franc Milburn, un veterano del Regimiento de Paracaidistas de élite del Ejército Británico, declaró que había hablado con un miembro de la unidad dirigida por el MI6 que llevó a cabo la presunta operación.
Milburn aseguró que también habló con la tripulación de la Real Fuerza Aérea (RAF) Británica que persiguió y disparó contra un par de «ovnis en forma de disco» que viajaban a velocidades hipersónicas superiores a las de sus aviones de combate. Sin embargo, se negó a revelar la identidad de su antiguo camarada de élite, citando razones de seguridad y su deseo de permanecer anónimo —por lo que a continuación será referido con el alias de «John»—.
En una entrevista exclusiva con el diario DailyMail, el veterano reveló detalles sorprendentes de la historia contada por su ex amigo de las Fuerzas Especiales después de que ambos dejaran el Ejército, diciendo que quería respaldar las afirmaciones recientes de los denunciantes estadounidenses sobre un programa secreto de recuperación de accidentes de ovnis.
De acuerdo a su historia, en la década de 1980, John trabajó para una unidad secreta ahora conocida como Escuadrón E, que se especializaba en operaciones encubiertas, clandestinas y paramilitares.
Frank Milburn durante sus años de servicio (izquierda).
Escuadrón E —anteriormente conocido como El Incremento (The Increment)— reclutaba a los operadores más experimentados y confiables de las unidades de Fuerzas Especiales del Reino Unido: el Servicio Aéreo Especial (SAS), el Servicio de Botes Especiales (SBS) y el Regimiento de Reconocimiento Especial (SRR).
El equivalente estadounidense a este escuadrón es el Grupo de Operaciones Especiales de la CIA y el Comando de Operaciones Especiales Conjuntas, conformado por unidades de «Nivel 1» que incluyen a Delta Force y al Equipo SEAL 6.
Milburn detalló que John sirvió en la Guerra de las Malvinas de 1982 y en numerosas misiones de alto riesgo en todo el mundo, pero una de las más perturbadoras fue en su país natal a finales de la década de 1980.
«Me dijo que fueron desplegados en una unidad del tamaño de una tropa, tal vez 20-30 operadores de Fuerzas Especiales», contó. «La RAF les había informado que una nave que no era rusa, británica ni estadounidense había sido derribada. Dijo que tenían la tarea de asegurar y recuperar la nave en el norte de Inglaterra. Fueron transportados en helicóptero. Establecieron un cordón, un perímetro, y se acercaron a la nave».
«No describió la nave, simplemente dijo que era evidente que no era humana, y era evidente que había ocupantes que habían huido de la escena a pie, lo que derivó en una tarea rastrear a estos seres para intentar llevarlos bajo custodia», continuó.
«Parte de la unidad quedó protegiendo la nave. Deberían haber dejado tal vez seis u ocho tipos para acordonar la nave, y los otros estarían a pie, en cuadriciclos o en vehículos 4×4 tratando de rastrear a estas entidades que escaparon, con apoyo de helicópteros. Después de eso todo quedó completamente fuera de nuestras manos».
De acuerdo a Milburn, John le mencionó que científicos y técnicos se presentaron en el área, y que a su equipo lo llevaron en helicóptero para no volver a saber nada más sobre la nave estrellada. Y aunque se negó a darle más detalles y no proporcionó ninguna prueba para su increíble historia, el ex paracaidista dijo que confiaba en la palabra de su ex camarada de élite, después de haberlo evaluado con otros veteranos del SAS.
«Le creo al 100 por ciento. Trabajé con el tipo en la vida civil (después del servicio militar). Este es un paracaidista de verdad. Hablé con ex compañeros del SAS y paracaidistas de él. Estamos hablando de un tipo que luchó valientemente en las Malvinas en algunos de los enfrentamientos más brutales. Este no es el tipo de persona que bromea o habla tonterías», comentó.
Milburn trabajó en inteligencia militar británica hasta finales de la década de 1990, luego como contratista en Irak junto a las Fuerzas Especiales del Ejército de Estados Unidos y la Oficina de Seguridad Diplomática del Departamento de Estado de Estados Unidos.
Ahora es analista para el Centro Begin-Sadat de Estudios Estratégicos, un think tank de una universidad con estrechos vínculos con la inteligencia militar israelí, donde ha escrito documentos de investigación pública sobre el enfoque del gobierno estadounidense hacia los ovnis.
Fuente: Daily Mail. Edición: MP.