La dimensión expresiva del diálogo interno constituye una manifestación de los estados más profundos de la consciencia.
La voz interior
Uno de los aspectos más intrigantes de la mente humana es la forma en que procesamos nuestros pensamientos. Hay veces que, como Pinocho, acude a nuestra mente la voz de nuestra consciencia, como Pepito Grillo, que dotado de una buena dosis de sentido común, solemos rebotar ideas sin miedo a cuestionar lo que decimos e incluso de decirnos que es incorrecto lo que pensamos. La psicología ha bautizado este fenómeno como diálogo interior.
El psicólogo de origen ruso Lev Vygotsky, reparó que muchas personas establecen ese diálogo interno, (basado en la existencia de tres formas diferentes de expresar el habla: La primera es el discurso social, luego está el discurso privado o egocéntrico y, por último, el diálogo interno) que se manifiesta como si tu cerebro te hablara constantemente.
Para muchos, es una compañía constante, como una voz –la nuestra- que narra nuestras reflexiones y decisiones. Sin embargo, hay quienes afirman no experimentar esta narrativa interna. Para algunas personas, el flujo de pensamiento se presenta más como una sucesión de imágenes y sensaciones que se organizan sin necesidad de palabras.
En 2017, un estudio de NeuroImage arrojó luz sobre cómo, incluso cuando estamos pensando en palabras, nuestra mente también puede estar generando imágenes visuales.
Esta disparidad en la experiencia del pensamiento interno se hizo viral en 2020, cuando un usuario de las redes sociales compartió este descubrimiento. Miles de personas se vieron cuestionando la naturaleza de su propio diálogo interno, algunos incluso admitiendo desconocer su existencia hasta ese momento.
El psicólogo Russell T. Hurlburt, pionero en el estudio de la voz interior, ha pasado 50 años explorando este fenómeno. Utilizando su método llamado Muestreo Descriptivo de Experiencias, ha descubierto que las personas pueden tener experiencias muy diferentes en cuanto a la presencia y naturaleza de su diálogo interno. Algunos lo experimentan constantemente, mientras que otros apenas lo tienen.
Estudios neurocientíficos han revelado que el proceso mental puede ser diverso. Algunas personas tienen un monólogo interno fuerte y constante, mientras que otras piensan de manera más visual o abstracta. Además, la voz interna no se rige por las mismas normas del lenguaje verbal, siendo más rápida y concisa.
La voz interior puede manifestarse cuando repetimos mentalmente un número de teléfono o hasta mantener conversaciones con nostros mismos
Ethan Kroos, neurocientífico y escritor, sostiene que todos poseemos una voz interna, aunque su manifestación varía. Desde repetir un número de teléfono en la mente hasta mantener conversaciones completas con uno mismo, esta capacidad es esencial para nuestro funcionamiento cognitivo.
Otro estudio midió la cantidad de personas que escuchaban una voz interna al leer: un 80%, de entre los cuales un 35% las escuchaban siempre, y un 45% a menudo.
Sin embargo, el diálogo interno no siempre es beneficioso. Puede convertirse en un tormento cuando se obsesiona con pensamientos negativos, aumentando el estrés y la ansiedad. Kroos enfatiza la importancia de gestionar nuestra voz interna para mantener el bienestar emocional, proponiendo técnicas como la meditación y el distanciamiento.
El monólogo interno ha sido interpretado de diversas maneras a lo largo de la historia, desde una guía moral hasta una tentación demoníaca. Tradiciones como el budismo han invertido esfuerzos en comprender y controlar este fenómeno, reconociendo su influencia en la experiencia humana.
En tu caso, ¿eres de los que escuchan una voz en su cabeza o de los que no?
https://www.espaciomisterio.com/enigmas-y-anomalia/enigma-pensamiento-tienes-no-voz-interna_58603