Habiendo vivido más de cuatro años de sometimiento sistemático a la iluminación con gas y a la desinformación por parte de los principales medios de comunicación, gobiernos y empresas globales privadas no electas, aquellos de nosotros que habitamos en la tierra de los despiertos y despiertos, entenderíamos la metáfora de ‘mirando las sombras.’ Y si lo hace, tal vez algunos lectores recuerden que en el siglo IV ^a . C. hubo un antiguo filósofo griego llamado Platón, quien inventó un mito que involucraba sombras para explicar el carácter congénitamente engañoso del mundo humano en el espacio y el tiempo.

Si has estudiado filosofía y no has oído hablar de la alegoría de la caverna de Platón, algo falta en tu educación filosófica. Pero si lo has hecho, también sabrás que algunos comentaristas han observado que probablemente sea la primera vez que se imagina lo que conocemos como sala de cine, dada la idea crucial de que algo se proyecte sobre una superficie plana.

En el Libro 7 del Diálogo de Platón, La República , el portavoz de Platón, Sócrates, relata la historia alegórica de una comunidad de personas que viven en una cueva, con el cuello encadenado de tal manera que dan la espalda a la abertura de la cueva y sólo pueden Mira la pared de la cueva. Detrás de ellos hay un camino por el que se mueven diferentes seres, y detrás del camino y sus usuarios hay un gran incendio. Aún más hacia la entrada, detrás del fuego, se encuentra la entrada de la cueva, con el sol brillando intensamente afuera.

Aquí está la primera parte crucial del mito de la cueva: la luz del fuego detrás del camino proyecta las sombras de las criaturas y objetos que se mueven a lo largo del camino en la pared de la cueva frente a los prisioneros de la cueva, quienes, al no poder darse la vuelta, percibir estas sombras como cosas reales y mantener conversaciones sobre ellas en un «lenguaje de sombras» como si esto fuera todo lo que hay sobre la «realidad». Esto es obviamente similar al valor ontológico que mucha gente contemporánea atribuye a las imágenes de televisión y películas, así como a aquellas imágenes mediadas por Internet que aparecen en las pantallas de las computadoras: se comportan como si las imágenes fueran reales.

Los habitantes encadenados de la cueva representan a los seres humanos, por supuesto, y la alegoría es la forma en que Platón dice que los seres humanos son como los habitantes de las cavernas al atribuir erróneamente «realidad» a las cosas de la percepción sensorial , que son como sombras en comparación con las cosas. objetos de pensamiento . Estas últimas, por el contrario, son las únicas entidades verdaderamente reales, según Platón.

La segunda parte crucial del mito de la caverna se encuentra cuando Sócrates cuenta cómo uno de estos prisioneros (probablemente una mujer, porque, según mi experiencia, las mujeres tienden a ser menos convencionales que los hombres) logra con mucho esfuerzo quitarse los grilletes de su cuello y logra girar. Se dio la vuelta y salió de la cueva, pasando por el camino y el fuego, hacia plena luz del día. Le toma algún tiempo a sus ojos acostumbrarse a la luz brillante, pero cuando finalmente ve el mundo existente en todo su esplendor, está comprensiblemente asombrada y no puede esperar para compartir su descubrimiento con los que están en la cueva.

De paso, cabe señalar que es fácil deconstruir la derogación de la percepción sensorial por parte de Platón en favor del pensamiento abstracto, mostrando que para sus ideas filosóficas metafísicas depende del significado reconocible y la validez de precisamente aquello contra lo que argumenta, es decir, el conocimiento sensorial. argumento para «trabajar», no sólo en la República , sino también en el Simposio .

Hay que prestar especial atención al relato de Platón sobre el regreso de la persona recién «iluminada» a su tribu en la cueva, porque aquí revela una gran comprensión de la relación entre el verdadero filósofo (o artista, para el caso) y la sociedad. ¿Por qué? Porque insinúa lo que todos los verdaderos filósofos y artistas experimentan de vez en cuando. Quien regresa a la comunidad de las cavernas para compartir con ellos su increíble descubrimiento del mundo real y sensorial fuera de la cueva, corre el grave riesgo de no ser comprendido.

Después de todo, ¿cómo describiría algo para lo cual los habitantes de las cavernas carecerían de vocabulario? El suyo está en sintonía con las sombras. Por lo tanto, tendría que idear un lenguaje novedoso para compartir sus conocimientos recién adquiridos y, como sabemos por la historia, las ideas novedosas con demasiada frecuencia son mal vistas por quienes se aferran a las convenciones. De hecho, estos individuos arriesgan nada menos que sus vidas en sus intentos de «llegar» a su antigua comunidad, que, con toda probabilidad, los considerará locos.

Recordemos a Vincent van Gogh , cuyo arte –particularmente su uso de colores vibrantes en un mundo victoriano acostumbrado al negro, el gris y el marrón oscuro– era incomprensible para todos excepto para su hermano Theo, quien logró vender exactamente una de las obras de Vincent en un mundo incomprensible. . (Escuchar Starry , Starry Night , de Don McLean, da una idea de esto).

O pensemos en el antiguo filósofo Sócrates , que fue condenado a muerte por compartir sus ideas críticas con la juventud de Atenas, y en el astrónomo polaco Copérnico , cuya revolucionaria hipótesis heliocéntrica fue inicialmente ridiculizada. También lo fue la noción del físico italiano Galileo de una «Tierra en movimiento» y la idea desmesurada del filósofo italiano Giordano Bruno de un número infinito de mundos, donde hay criaturas como nosotros (por lo que fue quemado en la hoguera).

O piense en la teoría de la evolución de Charles Darwin , que fue (y todavía lo es hoy en muchos círculos) caricaturizada como una reducción ridícula de los humanos a monos; muchas caricaturas aparecieron en revistas como  Punch  en ese momento, representando a personas en diferentes posturas como primates, por ejemplo. También Freud fue tratado (y todavía hoy lo siguen tratando algunos) como si fuera el diablo, por atreverse a sugerir esa «represión originaria» del deseo erótico infantil (por la madre), a través de la cual se constituye, de alguna manera, el inconsciente. contamina insoportablemente a la raza humana.

Se podrían añadir muchos otros, como DH Lawrence , que fue perseguido por el derecho de los artistas literarios a explorar todos los aspectos de la existencia humana, incluido el de la sexualidad. Lo que todos estos ejemplos de filósofos, científicos y artistas tienen en común es que estos individuos estaban en la posición del «rebelde» que salió de la cueva de Platón de suposiciones convencionales y trató de compartir sus descubrimientos con aquellos que todavía estaban atados por el cuello – para su consternación incomprensible y su implacable ridículo o persecución.

¿Le suena esto familiar, especialmente en la actualidad, cuando hay una capa añadida al tipo de «distancia de la realidad» sobre el que Platón estaba escribiendo? No sólo tenemos que recordarnos que la percepción sensorial puede ser –y a menudo es– engañosa, sin la intervención del pensamiento (crítico); Además, tenemos que lidiar con el hecho de que las cosas que percibimos han sido deliberadamente distorsionadas , de modo que nuestra apropiación crítica de los textos e imágenes mendaces y sombríos que circulan en el espacio mediático tiene que estar sujeta a un tipo diferente de control. pensamiento crítico por completo.

De manera análoga a los desafortunados prisioneros de las cavernas en la historia de Platón, la gente contemporánea está a merced de poderosas compañías de medios que difunden noticias y comentarios oficialmente sancionados sobre todo, desde la plandemia hasta la supuesta eficacia y seguridad de las «vacunas», la economía mundial y el conflicto en Ucrania. y en Gaza.

Afortunadamente, dado el estatus ambiguo de la comunicación como arma de doble filo, Internet permite la difusión de noticias contradictorias y comentarios críticos que desafían la hegemonía de las noticias oficiales. Como resultado, lo que nos encontramos en el espacio mediático global es una división en información y comunicación que se asemeja al marcado contraste entre lo que sabe el fugitivo de la caverna de Platón y lo que los involuntarios habitantes de la caverna creen saber, excepto que esto está ocurriendo a una escala nunca antes vista. presenciado en la historia. Es como si hubiera estallado una guerra de información entre el recién iluminado fugitivo y aquellos en la cueva que dogmáticamente y con creciente desesperación defienden la presunta veracidad de su proyectada creencia en las sombras.

En otras palabras, así como, en un momento dado, existen convenciones o «sombras» que tienen un dominio absoluto sobre la capacidad de las personas para ver más allá de lo que los acuerdos tácitos actuales permiten ver, hoy existen » sombras» sin precedentes, deliberadamente fabricadas, que gobiernan el mundo visible y auditivo. ¿Cuáles son algunos de estos?

Una de las sombras más persistentes proyectadas sobre el muro de los medios por los canales oficiales tiene que ver con la controvertida cuestión de miles, si no millones, de inmigrantes ilegales que cruzan la frontera de Estados Unidos hacia el país. A estas personas no sólo se les permite la entrada a los EE.UU.; Peor aún es el hecho de que la política predominante de la administración Biden equivale a priorizar las necesidades de estos inmigrantes sobre las de los ciudadanos estadounidenses, proporcionándoles vuelos gratuitos, viajes en autobús, comidas, teléfonos y alojamiento, asegurándose así de que serán leales. al Partido Demócrata por darles acceso a la sociedad estadounidense.

Además, el plan parece ser garantizar que estos inmigrantes permanezcan en el país, independientemente de los delitos que puedan cometer, y contarlos en un censo nacional, de modo que se puedan crear distritos electorales adicionales. Una ‘sombra’ mediática identificable a este respecto –aparte del hecho de que la información disponible en el vídeo enlazado arriba no está disponible en los medios de comunicación tradicionales– es la estrategia de atacar el lenguaje empleado por los críticos cuando se refieren a la entrada masiva de inmigrantes. , como «racista», desviando hábilmente la atención de los propios inmigrantes. De esta manera, el testimonio de lo que puede verse a la luz de la evidencia convincente, proporcionada por aquellos que han escapado de la cueva mediática, se transmuta en otra sombra.

Otra sombra en la cueva mediática tiene que ver con las causas del declive económico en todo el mundo, especialmente notorio en los países europeos anteriormente ricos. Generalmente se aduce el «cambio climático» como la razón del deterioro de la situación, pero los informes de investigación han descubierto algo aún más siniestro que las afirmaciones sobre el cambio climático: dado que la información actual sugiere que los seres humanos no pueden, con certeza , ser etiquetados como los generadores del cambio climático. como se nos dice incesantemente, es decir, que la crisis alimentaria (como parte del continuo declive económico) y la hambruna esperada, supuestamente consiguiente , se están fabricando de la misma manera que lo fue la ‘pandemia’ de Covid.

Una última sombra proyectada en las pantallas del mundo se refiere a la imagen de las Naciones Unidas como una organización benigna que trabaja por el bienestar de todos los pueblos del mundo. Precisamente el fin de semana pasado, una de mis ex estudiantes de doctorado –ahora doctora en Filosofía de pleno derecho– asistió a una conferencia sobre los ‘objetivos de desarrollo sostenible’ de la ONU y su informe sobre los trabajos presentados allí y los debates subsiguientes (además de ser percibida como «la que hace preguntas difíciles»), me convenció de que ella era probablemente la única persona allí que era plenamente consciente de la naturaleza espuria del trabajo realizado por las Naciones Unidas en todo el mundo.

Si esto es difícil de aceptar –si aún no estamos al tanto de la odiosa relación entre la Organización Mundial de la Salud, el Foro Económico Mundial y las Naciones Unidas–, una cierta cura para tal ignorancia consiste en ver a la fallecida periodista de investigación Janet Ossebaard y Cyntha La secuela de Koeter del Fall of the Cabal original (ambos disponibles en Rumble), particularmente los episodios que tratan sobre la ONU (como este , donde exponen cómo los abusos sexuales cometidos por miembros de la misión de estabilización de la ONU en la República Democrática del Congo fueron barridas bajo la alfombra, incluso después de que se hubiera llevado a cabo una investigación sobre los cargos formulados contra estos miembros).

Una vez que la luz del sol de las investigaciones basadas en evidencia como las de Ossebaard y Koeter haya disipado estas sombras para aquellos con los proverbiales ‘ojos para ver’, puede que no sea fácil creer el testimonio de los propios ojos; después de todo –al igual que los delegados en la conferencia mencionada anteriormente– uno ha estado expuesto sólo a la imagen (engañosa) de la ONU como una organización benévola. Y sería aún más difícil comunicar estos conocimientos recién adquiridos a otros, quienes probablemente sufrirían una «disonancia cognitiva» ante tales «acusaciones incomprensibles» contra la organización mundial en cuestión. Pero quién sabe, tal vez aquellos que todavía están desconcertados por la «charla de sombras» puedan vislumbrar algo de luz aquí y allá. Vale la pena persistir en orientarlos hacia la luz .