El conflicto ucraniano habría significado el retorno a la Guerra Fría entre Rusia y EEUU y el retorno a la Doctrina de la Contención, cuyas bases fueron expuestas por George F. Kennan en su ensayo «Las fuentes del comportamiento soviético», publicado en la revista Foreign Affairs en 1947 y cuyas ideas principales se resumen en la cita «el poder soviético es impermeable a la lógica de la razón pero muy sensible a la lógica de la fuerza».
En este contexto se incluiría la entrada de Finlandia y Suecia en las estructuras militares de la OTAN y el incremento de fuerzas militares con 4 nuevos batallones desplegados en la frontera europea con Rusia y la réplica por parte rusa con la instalación en Bielorrusia de misiles Iskander-M dotados de ojivas polivalentes así como misiles antiaéreos S-40 siguiendo la dinámica de la Guerra Fría (acción-reacción).
Asimismo, asistimos a la quinta fase del despliegue del escudo antimisiles en Europa (Euro DAM) que se inició en mayo del 2016 cuando entró en servicio el sistema de defensa antibalística Aegis Ashore en la base de Deveselu (Rumanía), a tan sólo 600 Km de la península de Crimea. Por su parte,Rusia habría instalado en Kaliningrado los misiles Iskander M dotados de ojivas polivalentes así como misiles antiaéreos S-400 con lo que en palabras del politólogo Vladímir Abrámov » la provincia de Kaliningrado volverá a desempeñar el papel de pistola en la sien de Europa como hace dos décadas» y en el supuesto de cerrar la OTAN la salida del enclave soviético de Kaliningrado al Mar Báltico, podría reeditarse la Crisis de los Misiles Kennedy-Jruschev (octubre, 1.962) que tendría como epicentro Kaliningrado.
¿Está cerca la firma de la Paz en el contencioso ucraniano?
Respecto a EEUU, en el campo demócrata, los indicios de senilidad de Biden, la pandemia del fentanilo y la alta inflación, habrían hundido la popularidad del mandatario demócrata, lo que podría facilitar el retorno triunfal de Donald Trump en las presidenciales del 2024 al quedar expedito su camino hacia la Casa Blanca tras las últimas decisiones del Tribunal Supremo.
En consecuencia, una victoria republicana en el 2024 representaría el ocaso de la estrategia atlantista de Biden y Soros empecinados en defenestrar a Putin del poder, la firma de un acuerdo de Paz en Ucrania y el retorno a la Doctrina de la Coexistencia Pacífica con Rusia.
Así, tras la victoria de Trump podríamos asistir a la firma de un Acuerdo de Paz que establezca que Ucrania no entrará en la OTAN y que el contencioso ucraniano quede perfilado con la división de Ucrania en dos mitades, quedando el Este del país, incluida Crimea, el Donbás, Zaporiyia y Jersón bajo la órbita rusa. Mientras, el Centro y Oeste de la actual Ucrania navegarán bajo la tutela de Polonia, con lo que Putin logrará el control total del Mar de Azov y Ucrania aseguraría su salida al Mar Negro, mientras la línea imaginaria que uniría Járkov, Zaporiyia, Bajmut y Rubizhne pasará a ser el nuevo Muro de Berlín de la Guerra Fría 2.0.
Dicho acuerdo intentará ser torpedeado por Zelensky que intentará por todos los medios implicar a la OTAN en el conflicto ucraniano, con lo que el ínclito Zelensky sería ya para EEUU un lastre del que conviene desprenderse con inmediatez, no siendo descartable que sea acusado de corrupción y obligado a exiliarse a EEUU.
¿Buscan Polonia y Rumanía anexionar regiones de Ucrania?
Polonia busca convertirse en un actor local en el avispero de Europa Oriental y extender su influencia hasta la zona ucraniana al reclamar su derecho a incorporar al mapa polaco la región ucraniana de Lviv que ya fue ocupada por Polonia de 1918 a 1939.
Así, según el director del Servicio de Inteligencia Exterior (SVR) de Rusia, Sergey Naryshkin en declaraciones a RIA Novosti » los líderes de Polonia tienen la intención de celebrar referéndums en el oeste de Ucrania para lograr la anexión de los territorios de Lviv, Ivano-Frankivsk y la mayoría de los oblasts de Ternopil en Ucrania».
Para lograrlo, Polonia ha suspendido el Tratado sobre Fuerzas Armadas Convencionales en Europa lo que implica que Polonia «ya no estaría obligada a cumplir con las disposiciones de la OTAN sobre la limitación del tamaño de las fuerzas armadas y su despliegue» y en consecuencia, tendría las manos libres para ocupar la región ucraniana de Lviv e incorporarla posteriormente a Polonia tras la firma del futuro Tratado de Paz entre Ucrania y Rusia.
Por su parte, Claudiu Tarziu, presidente del Consejo Nacional de Dirección del partido Alianza para la Unión de los Rumanos (AUR), en un discurso en la ciudad rumana de Iasi, enumeró los territorios que Rumania debería anexionarse: la región Bucovina del Norte, la región de Besarabia, el territorio de Hertsa, incluido en la región ucraniana de Chernovtsi, fronteriza con Rumania, y la región ucraniana de Transcarpatia, con lo que la cartografía ucraniana bajo control de Kiev quería reducida drásticamente.