La líder de Sumar quiere implantar medidas de «reutilización y reparación» en el ámbito textil para decirnos como vestir.
Los políticos pueden usar jets privados quemando queroseno sin parar, pueden disparar el gasto, usar los asesores que quieran, exhibir toda la moda y vestidos que requiera cada ocasión, poner carne en sus comidas oficiales sin miramientos. Pero los ciudadanos no, según el partido de Yolanda Díaz, Sumar. Es más, las multinacionales textiles como Inditex, tienen que bombardearse su propio tejado para frenar la «moda rápida».
Y la gente tiene que olvidarse de querer vestir a la moda: tiene que usar ropa vieja. Parece el guion de una película de serie B, pero, por desgracia, se trata de la última idea del partido de Yolanda Díaz, registrada ya en el Congreso, para exigir a Inditex y otras multinacionales que aniquilen la moda. Porque la moda se basa en eso, en que sea rápida y no se quede vieja.
El plan de Yolanda Díaz incluye los siguientes puntos: «Adoptar las medidas necesarias para garantizar el tratamiento de los residuos textiles en el marco de la revisión de la Directiva 2008/98/CE de residuos y del PERTE de Economía Circular, mediante el impulso de las medidas necesarias para establecer criterios de diseño circular en la fabricación de prendas de vestir procurando, a su vez, que los productos sean también circulares y sostenibles, así como más duraderos, resistentes y reciclados».
El segundo punto incluye el «impulso de medidas que faciliten un amplio despliegue del sector de la reutilización y reparación el ámbito textil y de moda». Si se reutiliza, difícilmente puede ser llamada moda.
Además, Sumar quiere que el Gobierno implante «medidas concretas sobre residuos textiles para poner fin a la destrucción de productos no vendidos, incluidas prendas que se hayan devuelto a los establecimientos de venta, con el fin de darles un uso útil y adecuado».
Y «elaborar, en coordinación con las ONG que han trabajado este tema y con las comunidades autónomas, un programa nacional de control y seguimiento del ciclo de vida de los productos textiles, con el objetivo de asegurar un sistema de control que permita reducir los riesgos para la ciudadanía y el medio ambiente, derivados de la producción de los productos textiles en todo su ciclo de vida, e incluya objetivos específicos para la prevención, recogida, reutilización y reciclaje de residuos textiles, así como de seguimiento de su destino hacia terceros países». Traducido: implantar un esquema de control de si tiramos la ropa vieja a la basura para, es de suponer, dar paso a un esquema de castigos.
Otro de los puntos da un paso más y tiene un evidente aspecto a dedo señalador a Inditex. Pretende «convocar a los responsables de las principales empresas multinacionales españolas dedicadas al diseño, la fabricación y la comercialización de prendas de vestir para diseñar estrategias de responsabilidad corporativa que, sin comprometer su viabilidad ni sus beneficios, contribuyan a resolver el problema de la llamada moda rápida o ya «ultra fast fashion». El pequeño problema es que la moda vive de ser moda. Si deja de ser moda, es complicado que siga siendo el mercado de la moda y, por lo tanto, sus empleos dejarían de existir.
Además, Sumar quiere «Impulsar las medidas necesarias en materia de etiquetaje de los productos textiles del ámbito de la moda con el fin de proporcionar la información adecuada para su reciclaje y respeto al medio ambiento, contemplando el ciclo de vida completo del producto». Y, por último, «impulsar desde el Gobierno de España una campaña para concienciar a la ciudadanía, en la necesidad de hacer un consumo responsable de las prendas de vestir».
Es decir, que Yolanda Díaz nos quiere decir como vestir -viejo y usado- y quiere exigir a Inditex que diga adiós a la moda. Es la última idea de la vicepresidenta y líder de Sumar.
https://www.libremercado.com/2024-04-14/yolanda-diaz-ya-senala-a-inditex-exige-que-aniquile-la-moda-rapida-y-pide-a-la-gente-que-use-ropa-vieja-7116361/
COMENTARIO
El sesgo del artículo, prioriza claramente el ataque contra la líder y no se plantea siquiera , que el consumo actual de ropa en el mundo occidental, está terminando con el planeta. «El pequeño problema es que la moda vive de ser moda»
Es grotesco, absurdo, pero el marketing ha conseguido que las mujeres occidentales, sientan la necesidad de renovar su vestuario todas las temporadas y a precios de ganga.
¿Quién se va a resistir, estar permanentemente en las tiendas de rompa comprando y comprando?
Ninguna de esas mujeres piensa en las consecuencias de entrar en una tienda de ropa.:
1º Miles y miles de mujeres esclavizadas para atender su demanda
2º Millones de prendas de ropa arrojadas a los estercoleros africanos, pero esos residuos llegan de nuevo a nosotros (en forma de micro plásticos), al beber de una pulcra botella de agua.
3º la contaminación del agua dulce en el planeta esta provocando la extinción de miles de especies y también la nuestra.
Es un problema muy grave y tarde o temprano será preciso tomar medidas.
Mas consciencia y empatía con los demás y menos ego
LOS DEMAS NO NOS LO MERECEMOS
maestroviejo