Esta tecnología no genera bajas humanas pero, en su lugar, es capaz de regresar ciudades enteras a la Edad de Piedra.
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El conflicto continuo entre Irán e Israel no es algo desconocido. Las Fuerzas Armadas iraníes han incautado recientemente un buque portacontenedores en el Estrecho de Ormuz después del ataque israelí al consulado de Irán en Siria. Tras ofensivas con drones, fuego y misiles, se informa que Israel ahora planea un ataque de pulso electromagnético (EMP) contra Irán.
Un pulso electromagnético, o EMP, es básicamente una explosión de energía electromagnética que emite una fuerte radiación, capaz de causar daños graves a dispositivos y sistemas electrónicos. En términos simples, el EMP es similar a un inhibidor de señales, pero su impacto puede ser permanente. Esta situación se observó por primera vez durante las pruebas de armas nucleares en el siglo XX.
¿Qué dispositivos electrónicos podría afectar un EMP?
El pulso electromagnético podría afectar todos los dispositivos electrónicos y comunicaciones, como teléfonos, celulares, refrigeradores, generadores, inversores, televisores, radios, automóviles, entre otros. También puede destruir todos los dispositivos conectados a Internet, transformadores de la red eléctrica, subestaciones y sistemas de control de tráfico aéreo.
Los expertos dicen que un ataque EMP israelí a Irán podría «devolverlo a la Edad de Piedra», al menos temporalmente.
¿Cuánto tiempo duraría el efecto?
Dado que la era moderna depende completamente de los sistemas y redes electrónicas, un ataque de este tipo tendría un impacto significativo en los servicios esenciales para las personas. Como un pulso electromagnético puede ser causado principalmente por explosiones nucleares o llamaradas solares, el impacto del apagón total variará según la magnitud del pulso.
La recuperación de una ciudad afectada por una bomba EMP puede ser un proceso complejo y prolongado. El tiempo que llevaría para volver a la normalidad y recuperar las comunicaciones depende de varios factores:
Gravedad del EMP: La magnitud del pulso electromagnético determinará la extensión de los daños a la infraestructura electrónica y eléctrica. Un EMP más fuerte causará daños más graves.
Infraestructura: La capacidad de la ciudad para recuperarse dependerá de la robustez y la redundancia de su infraestructura eléctrica y de comunicaciones. Los sistemas más modernos y resistentes pueden recuperarse más rápidamente.
Preparación y mitigación: Si la ciudad ha invertido en medidas de protección contra EMP, como el uso de tecnologías de blindaje, filtros y sistemas de respaldo, la recuperación será más rápida.
Recursos disponibles: La disponibilidad de recursos para reparar y reemplazar los equipos dañados, como transformadores eléctricos, cableado, sistemas de comunicación y otros dispositivos, influirá en el tiempo de recuperación.
Coordinación y respuesta de emergencia: Una respuesta de emergencia bien coordinada y planificada puede acelerar la recuperación. Los servicios de emergencia, los equipos de reparación y los planes de contingencia jugarán un papel crucial.
Impacto en el suministro de energía: La restauración de la energía eléctrica es fundamental para la recuperación de las comunicaciones y otros servicios esenciales. La velocidad con la que se restablezca la energía afectará a la capacidad de la ciudad para volver a la normalidad.
En general, la recuperación completa podría tomar semanas, meses o incluso más tiempo, dependiendo de la magnitud del daño y la capacidad de respuesta de la ciudad. Algunas infraestructuras críticas, como los sistemas de energía, pueden llevar mucho tiempo en ser reparadas o reemplazadas, lo que retrasará la recuperación completa de las comunicaciones y otros servicios esenciales.
En el conflicto bélico antes mencionado, donde el tiempismo cuenta mucho, un EMP podría acabar decidiendo las cosas…, tal vez antes que escale a una Tercera Guerra Mundial.
Por MysteryPlanet.com.ar.