Hace unos días se viralizó en redes sociales un vídeo tomado, presuntamente, por un vigilante de una Institución Educativa de San Antonio de Prado, en Medellín (Colombia). En la grabación se escuchan voces infantiles en una de las aulas.

“Yo estoy solo, estoy pasando la revista, no tengo miedo, estoy tranquilo”, se oye decir al guardia de seguridad durante su ronda habitual por las instalaciones.

Según el vigilante, no solo se escuchan voces, sino también se mueven las sillas del aula sin que haya nadie en su interior, sugiriendo que se trata de fenómenos paranormales.

El vídeo, obtenido mediante un teléfono móvil, muestra el instante en el que enfoca una de las aulas que está a oscuras. En ese momento el vigilante comenta: “esto es lo que pasa en el salón de esta institución” y, a continuación, se oyen las voces de varios niños, sin que aparentemente haya nadie.

“Muchas personas hablando adentro, y está totalmente solo cerrado con llave”, indica el celador frente a la biblioteca.

“Muchas personas hablando, ¿si escuchan? como alumnos”, dice sin perder la calma ante los perturbadores fenómenos que se están produciendo en la biblioteca.

Por lo general, las parafonías (fenómeno que engloba voces y sonidos paranormales) no son audibles en las frecuencias de nuestro oído aunque pueden quedar grabadas en forma de psicofonía. Esto nos lleva a desconfiar de la realidad del vídeo.

El caso, que se difundió a través de redes sociales la noche del 3 de junio, ha generado todo tipo de reacciones. Lamentablemente no hay referencias a la institución educativa ni se identifica el autor del vídeo, por lo que es imposible determinar si se trata de una broma o de verdaderos fenómenos paranormales.Sin testigos no hay caso.

El problema de estos vídeos estriba en la rápida propagación a través de las redes sociales que facilita la distribución de fake news. Ya sucedió en el departamento de Antioquía en septiembre de 2023 cuando otro vídeo obtenido en una escuela secundaria de San Antonio Oeste se viralizó primero por WhatsApp y, posteriormente, en redes sociales.

Supuestamente una empleada escuchó en el interior del aula unos ruidos y al entrar en clase se encontró con todas las sillas del aula dispuestas de manera equilibrada con sus respaldos apoyados en las mesas.

Como ahora, el vídeo no mostraba fecha, hora, datos de la empleada ni localización específica por lo que no se pudo comprobar nada.

Hay que estar alerta porque las fake news están al orden del día modelando la realidad de muchas personas que no disponen de tiempo, interés o capacidades para evaluar la consistencia de una determinada información.

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