El remordimiento de conciencia nos permite reconocer nuestros errores, restaurar las ofensas que propiciamos y cambiar las conductas reprochables que tenemos. A pesar de su lado virtuoso, es una experiencia incómoda cuando se vuelve invasiva y genera pensamientos intrusivos y emociones desagradables.
En este contexto, ¿cómo afrontarlo para recuperar nuestra paz mental? A continuación, presentaremos una definición para conocerlo mejor y ofrecemos una serie de recomendaciones que ayudan a eliminarlo.
¿Qué es el remordimiento de conciencia?
Este es un estado psicológico asociado al arrepentimiento y la culpa por cometer un acto dañino o inmoral. Cuando se experimenta, el individuo es consciente de su responsabilidad personal frente al mal perpetrado, desea nunca haberlo hecho y restituir a la víctima de su acción.
Hay dos componentes que atraviesan el remordimiento: el cognitivo y el emocional. El primero, implica una reflexión, revisión y evaluación de las discrepancias entre la conducta dañina y los propios estándares y valores morales. También incluye la capacidad de admitir la equivocación y aceptar la autoría de las consecuencias que las acciones generaron. La dimensión cognitiva le permite al sujeto saber qué hizo mal y cómo pudo hacerlo diferente.
Por otro lado, el componente emocional, asociado también al cognitivo, abarca todas las sensaciones que experimenta la persona producto de sus acciones y de sus reflexiones recriminatorias: tristeza, culpa, vergüenza, angustia. La intensidad y persistencia de estos estados de ánimo son directamente proporcionales a la gravedad del error y al nivel de desarrollo de la conciencia moral.
La interrelación de ambos es clave para tener una experiencia de remordimiento. Por ejemplo, si se siente culpa (emoción), pero esta no se vincula a una reflexión que devele las raíces del malestar, no habría un arrepentimiento, pues la persona no sabría de qué se tiene que arrepentir. Si hay reflexión, pero no hay emoción, no habría una movilización afectiva que impulse a la persona a corregir su conducta.
¿Cómo superar el remordimiento de conciencia?
Aunque el arrepentimiento no es malo, porque ayuda a reconocer y reparar errores, muchos desean vivir sin remordimientos. Enseguida, te daremos algunas pautas generales para saber afrontarlo cuando se presente.
1. Acepta tus emociones
Evita reprimir, criticar, rechazar o juzgar la emoción que sientes. Valida tu experiencia y acepta tus sentimientos tal como son. La aceptación es una actitud que disminuye las emociones negativas y favorece tu salud psicológica, lo cual contribuye a lidiar mejor con el componente emocional de todo remordimiento. Sigue estas pautas para aceptar lo que sientes:
- Observa las emociones.
- Evita resistir su presencia.
- Recuerda que no eres lo que sientes.
- Escribe un diario sobre tus emociones.
- Practica la atención plena (mindfulness) para estar presente con tus sentimientos.
2. Toma distancia de tus pensamientos y acéptalos
La aceptación de los pensamientos se desarrolla igual que la emocional: no juzgues, evites, critiques, ni reprimas… El objetivo es restarle fuerza a la influencia que tiene el componente cognitivo del remordimiento. Por su parte, el distanciamiento te ayudará a verlos desde otra perspectiva, una desde la cual no tengan tanta fuerza. Aquí te dejamos algunas técnicas para tomar distancia de tus pensamientos:
- Observa lo que piensas.
- Verbaliza lo que estás pensando.
- Reconoce que tus pensamientos son algo que tienes, no que eres.
- Escribe una historia distinta a la que te sugieren tus pensamientos.
- Acepta que lo que piensas es una descripción parcial de la realidad.
3. Trátate con compasión
Para eliminar el remordimiento, es necesario que tengas autocompasión. A través de ella, podrás tratarte de manera amable, sin castigos ni tantas culpas. Esta actitud cálida, empática y comprensiva hacia ti facilitará tu mejoría y tu crecimiento moral y personal.
Existen varias formas de practicar la autocompasión, pero Kristin Neff, experta en compasión, en su libro Sé amable contigo mismo, propone tres ejes centrales para aplicarla:
- Atiende plenamente el momento presente: hazlo sin criticarlo. Afronta la realidad, acepta el malestar y reconoce el sufrimiento que te provoca el remordimiento.
- Sé bondadoso contigo: deja de juzgarte y de tratarte mal en tus diálogos internos. Consuélate en medio del remordimiento y trátate como si apoyaras a tu mejor amigo a superar esta dificultad.
- Reconoce tu experiencia humana compartida: acepta que, al igual que todo el mundo, te equivocas, que no eres perfecto/a, que tomas malas decisiones y que sentir arrepentimiento a veces es un sentimiento inevitable.
«No podemos curar lo que no sentimos».
4. Perdónate
El autoperdón es un proceso de reconciliación a través del cual dejas de lado el resentimiento. Sueltas el odio y el dolor y te tratas con compasión y generosidad. Esto te ayuda a liberar el remordimiento de conciencia, pues te impulsa a cambiar y ser mejor. Sigue este orden de consejos para perdonarte a ti mismo:
- Confróntate y reconoce que necesitas pasar la página.
- Hazte responsable de las consecuencias de tus actos.
- Confiesa tus defectos y acepta que no eres perfecto/a.
- Aprende de la experiencia y cambia tu manera de actuar.
5. Expresa lo que sientes
Expresar tus sentimientos es bueno para disminuir el remordimiento, porque te hará comprender mejor lo que te sucede y procesar la experiencia. Hablar con un amigo o familiar de confianza permite, además, recibir consejos útiles para afrontar tu malestar. Este tipo de apoyo social es clave para que no te dejes arrastrar por tus emociones desagradables. Haz lo siguiente:
- Asiste a sesiones de psicoterapia.
- Comparte tiempo con tus seres amados.
- Canta canciones que te hagan sentir mejor.
- Escribe, dibuja o haz teatro para exteriorizar tus emociones.
6. Practica la gratitud
Agradecer desplaza tu enfoque de lo negativo hacia lo positivo que te ha pasado. La gratitud contribuye a reducir el impacto desagradable a nivel emocional y cognitivo que produce el remordimiento de conciencia. Además, favorece el aumento del bienestar general. Te dejamos con algunas ideas para ser agradecido:
- Haz una lista de tus logros y agradece.
- Lleva un registro de las cosas buenas que te pasan.
- Escribe una carta de agradecimiento dirigida a alguien importante en tu vida.
7. Reconoce tu error y discúlpate
Aceptar que te equivocaste y disculparte con la otra persona o contigo es necesario para superar la culpa y el remordimiento. Este acto te impulsa a cerrar el ciclo y empezar el proceso de reparación y reconciliación con los demás y con tu conciencia moral. Ten en cuenta estas ideas:
- Piensa en tus acciones.
- Determina en qué has fallado.
- Ofrece disculpas específicas ante quien sea necesario.
8. Repara el daño
De nada vale que te disculpes si no reparas el daño cuando hacerlo es posible. La mejor forma de eliminar el remordimiento es remediando tu error, de esa manera muestras también tu arrepentimiento y te das una segunda oportunidad para hacer las cosas mejor. Con el fin de reparar, haz esto:
- Acepta tu error.
- Identifica las consecuencias de tus actos.
- Determina qué puedes restituir y cómo hacerlo.
- Haz un plan de acción para llevar a cabo tu restauración.
- Elige el lugar y el tiempo oportuno para reparar el daño hecho.
9. Comprométete con el cambio
El remordimiento debe llevarte hacia un pacto con el cambio, un acuerdo para no volver a repetir tus acciones. Negociar contigo o con las personas implicadas y comprometerte a hacer las cosas mejor en un futuro, disminuye la intensidad del remordimiento porque abre nuevas posibilidades para enmendar y actuar diferente. En este caso, te recomendamos lo siguiente:
- Aprende del error.
- Crea nuevos hábitos.
- Desarrolla conductas responsables.
- Busca apoyo u orientación de personas con sabiduría.
¿Cuáles son las consecuencias del remordimiento de conciencia?
Cuando el remordimiento es continuo, intenso y obsesivo, tiene efectos negativos sobre quien lo siente. Por un lado, la culpa asociada a él puede predisponer a la persona a la tristeza excesiva, lo que quizás genera estados depresivos.
De igual modo, el remordimiento tiene la facultad de producir ansiedad. El sujeto arrepentido empieza a anticipar un futuro donde lo único que hace es reproducir su error. Estas expectativas ocasionan preocupaciones, miedos, pensamientos intrusivos e inquietud, lo cual le impide disfrutar el momento.
Otra de sus consecuencias es que puede conducir al aislamiento, debido a la vergüenza y el temor. El individuo toma distancia de las personas para no sentirse juzgada o para no repetir el daño que le provocó a alguien más. Este retraimiento imposibilita que otros le brinden apoyo emocional, lo que retrasa aún más la superación del remordimiento.
Asociado a lo anterior, la culpa hace sentir a la persona que, producto de su equivocación, en especial si le causó un mal a otro sujeto, no es digna de ser amada. La indignidad lleva a que dicha persona sabotee sus relaciones para confirmar su creencia de que no merece ser querida.
La conciencia moral es tu aliada
El remordimiento de conciencia no es agradable de experimentar, pero es una excelente oportunidad para mejorar como seres humanos y hacer las cosas diferentes en el futuro. Arrepentirse es una cualidad que nos demuestra que somos sensibles y capaces de asumir nuestra responsabilidad.
Ya sabes, es posible lidiar con el remordimiento para usarlo a favor de tu crecimiento moral y personal. El autoperdón, los actos de reparación, el compromiso con el cambio y aceptar las emociones y pensamientos son algunas de las estrategias que útiles para sentirte bien. Te invitamos a reflexionar sobre cómo afrontas el arrepentimiento cuando te equivocas.
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