Jefes de gobierno que consultan a videntes y magos
Todos tenemos creencias peculiares; una superstición con la sal o un deseo con una moneda en la fuente. Respetar la libertad de creencias, es darle validez tanto al individuo que deposita su fe en un rosario diario, como en quien se carga de energía yendo a Stonehenge en el solsticio. Cuando una persona consulta el tarot o los horóscopos para tomar decisiones en su vida, no le podemos cuestionar su forma de actuar en lo individual, ¿pero qué pasa cuando esa persona es un mandatario que deposita en el tarot la aprobación de una ley?
Podrían parecer historias sacadas de las cortes esotéricas del siglo XVI o de los mandatarios medievales que consultaban el proceder del reino en las estrellas, pero escuchar ese tipo de historias en el mundo contemporáneo es alucinante, por no decir, escandaloso. Tal es el caso del ex presidente de Francia, François Mitterand (1981 a 1995).
En el 2000 se suscitó un escándalo cuando el mensuario “Le Vrai Papier Journal” reveló una serie de grabaciones del difunto presidente en consulta con Elizabeth Teissier, la astróloga más famosa de Francia. En las grabaciones, Mitterand preguntaba no solo cómo estarían sus niveles de popularidad o fechas ideales para firmar el Tratado de Maastricht (fundacional de la Unión Europea), sino el día “más indicado para lanzar el ataque contra Irak” allá en 1991, en plena Guerra del Golfo.
Mitterand solicitaba cartas astrales de líderes como Hussein, así como Ronald Reagan en Estados Unidos, consultaba a una vidente los días propicios para tomar posesión como presidente o para dar discursos. Podría sonar inofensivo si no fuese porque se dice que al astrólogo Carroll Righter, el mundo le debe la invasión a Granada y los bombardeos a Libia, luego de que Reagan se los consultara. De hecho el 4 de mayo de 1988 el “New York Times” publicó la confirmación de la Casa Blanca de que los Reagan consultaban la astrología desde que a Nancy la habían intentado matar en 1981.
En México, los amantes del misterio llaman al gobierno de López Portillo (1976 a 1982) como el sexenio ocultista, debido a la fascinación que la familia presidencial tenía por lo sobrenatural. Para nadie era secreto el romance que la primera dama Carmen Romano sostenía con el mentalista Uri Geller; lo que pocos sabían era la ocasión en que lo contrataron como servidor de la nación. Con ayuda de un mapa le solicitaron usar su poder mental para ubicar pozos petroleros y más tarde fue enviado con un helicóptero federal al estado de Campeche para dirigir una excavación millonaria (o eso contaba él). Por increíble que parezca, el acto desembocó en el descubrimiento de Cantarell, el segundo yacimiento más importante del mundo después de Ghawar en Arabia Saudita.
De la hermana del presidente, Margarita, dirigente de la Comisión de Radio, Televisión y Cine en México, se decía que consultaba al tarot y a la ouija para decidir a qué proyectos darles presupuesto y a cuáles no. Una historia similar a la que ocurrió en 2012 en Bolivia, cuando el magistrado del Tribunal Constitucional, el Juez Gualberto Cusi, reveló que usaba la adivinación de la lectura de las hojas de coca para consultar sus resoluciones más difíciles antes de dictarlas. La revelación provocó un debate nacional sobre los usos y costumbres indígenas en contraste con el pensamiento colonial europeo (y al parecer, no eran tan diferentes…).
Y es que lo sobrenatural también es de uso político. “Papa Doc” Duvalier lo sabía cuándo gobernó Haití como tirano (1957 a 1971), creándose fama de brujo negro del vudú. Su tétrica fuerza paramilitar, los “Tonton Macoutes” destinados a asesinar opositores, eran dirigidos por Zacharie Selva, un brujo de quien aseguraban, esclavizaba enemigos convirtiéndolos en zombis después de asesinarlos.
Y del cubano Fidel Castro, dicen que usó la santería para controlar al venezolano Hugo Chávez, pero con un embrujo diferente. Según el general Raúl Baduel, ex Ministro de Defensa de Chávez, el mandatario era creyente de la brujería, por eso Castro habría logrado colocar maestros santeros en puestos clave del gobierno en Venezuela para distraer a Chávez, convertirlo a la santería cubana y lograr un aliado político con poder económico en el petróleo. Según Baduel, en el Palacio presidencial de Miraflores, todavía se celebran los ritos santeros con ayuda de la música, el alcohol y la sangre.
Poco importa la reina que usa amuletos contra el mal de ojo o el presidente que cree haber sido abducido por extraterrestres una noche (esas historias dan para otro día). Pero qué peligrosos son quienes destinan el presupuesto público y las decisiones del mundo, a las runas y a los remansos del café.
https://www.espaciomisterio.com/creencias/cuando-ocultismo-seduce-poder_58720