Demócratas y republicanos tienen distintas respuestas al atentado contra Trump: ¿Falsa bandera o el desesperado intento de Biden para acabar con su rival?
Sugieren que detrás del atentado contra trump está la Agenda globalista
Más de 60 años después, el asesinato de JFK está lejos de aclararse. A propósito, un sondeo ponía de manifiesto que el 70 por ciento de los estadounidenses cree que Lee Harvey Oswald no actuó sólo.
No hubo bala mágica, resulta difícil de creer que un solo proyectil causara heridas a dos personas distintas y que saliera intacto, que fue como se encontró en la camilla del gobernador Connally, en el Parkland Hospital.
Solo los ingenuos y los que se creen todo respaldan la versión oficial sobre JFK. Y lo mismo podría aplicarse del intento de magnicidio a Donald Trump el pasado 13 de julio durante un mitin en Butler, Pensilvania.
Nada tiene sentido. Absolutamente nada. Ahora se ha sabido que el edificio desde el que disparó Thomas Matthew Crooks, situado a 150 metros del escenario en el que el candidato republicano se dirigía a sus seguidores, estaba siendo utilizado por la Policía Local como base táctica de operaciones. Y, pese a todo, subió sin problema al tejado con un rifle semiautomático del tipo AR-15, superando los controles (si es que los hubo) y tuvo tiempo de disparar hasta en ocho ocasiones antes de que un francotirador lo eliminara.
Es de suponer que una avanzadilla del Servicio Secreto habría explorado previamente en entorno e identificado el edificio que utilizó el tirador como un punto vulnerable. Lo que plantea la pregunta: ¿cómo pudo este tipo subir al techo y disparar? No tiene sentido sin un apoyo desde dentro.
A través de las redes sociales hemos al francotirador arrastrándose por el tejado para apuntar a su víctima, como puedes ver en el siguiente vídeo.
BREAKING: A local police officer found the Trump gunman but retreated down the ladder after the suspect pointed the rifle at him.
According to the Associated Press, the suspect was discovered by an officer who retreated, allowing the suspect to fire at Trump.
"Rallygoers… pic.twitter.com/UmKO8f4cTr
— Collin Rugg (@CollinRugg) July 14, 2024
Un oficial de la policía local llegó a encontrarse con el pistolero en la azotea
Muchos testigos declararon a los medios haber alertado tanto a la policía como al Servicio Secreto de que un sospechoso estaba en el techo con un arma, pero no hicieron nada.
Según Associated press, un oficial de policía llegó a encontrarse con el pistolero en la azotea, pero retrocedió escaleras abajo después de que el sospechoso le apuntara con el rifle.
En este otro vídeo, vemos como siete minutos antes del primer disparo dos francotiradores del servicio secreto otean en la dirección donde se encuentra Crooks, como incluso apuntan sus armas, pero sólo eliminan la amenaza después de escuchar los disparos.
Un francotirador no actúa por sí solo, recibe órdenes y las cumple al pie de la letra.
Un francotirador del servicio de inteligencia protege a altos funcionarios anticipando y neutralizando amenazas. Reciben entrenamiento intensivo en tiro de precisión y reconocimiento, y… https://t.co/KUIkvqIwAz pic.twitter.com/e75hkomkup
— houseperu (@houseperu) July 14, 2024
Esta tentativa de asesinato deja en el aire, pues, un montón de preguntas sobre la seguridad del evento que no hacen otra cosa que alimentar la teoría de la conspiración.
Curiosamente, muchas veces los magnicidios se han perpetrado contra dirigentes con ideas propias, a menudo opuestas a los intereses de ciertos lobbies.
Le pasó a Abraham Lincoln cuando le retiró a la Reserva Federal la capacidad de emitir dólares en beneficio del Tesoro y, de forma similar, a James A. Garfield y William McKinsley con el First Bank US, primero, y después con el Second Bank US. Y si regresamos a Kennedy, no solo tuvo problemas con el poder financiero, sino que además se enfrentó a la poderosa industria armamentística, con la famosa crisis de los misiles. Cabe preguntarse entonces: ¿A qué lobbie incomoda Trump?
Para impedir la reelección de Trump el 10% de los estadounidenses apoyaría la violencia
Durante la campaña electoral Trump ha expresado que su “enemigo” no es Biden sino lo que llama “el pantano”, es decir, el “deep-state”, un gobierno clandestino formado por grupos de poder y redes clientelares encubiertas, que actúan de manera coludida, siguiendo una agenda paralela al gobierno elegido democráticamente.
Trump -al que hay que tomar con reservas en este punto- responsabiliza a estas cloacas del estado (por utilizar una expresión muy conocida en España) de la sucesión de “acusaciones ridículas” en los juzgados y de la campaña de odio desatada contra él en los medios de comunicación. Tanto es así que, para impedir la reelección de Trump el 10% de los estadounidenses apoyaría la violencia, según los resultados de una encuesta nacional realizada en junio de 2024 por el Project on Security & Threats de la Universidad de Chicago.
Llámalo casualidad, pero este “lobo solitario” -como lo fue oficialmente Oswald, apareció en un anuncio de la todopoderosa BlackRock en 2023 que fue grabado en Bethel Park High School, la escuela donde estudiaba Crooks.
Thomas Matthew Crooks figuraba en el listado de votantes como simpatizante republicano aunque nunca los había votado porque en 2016 era aún menor de edad. También consta que donó una pequeña cantidad a un comité de acción progresista en 2021, lo que no permite trazar con seguridad su posición ideológica. No constan antecedentes policiales.
Las lagunas informativas son el caldo de cultivo de las teorías conspirativas
En los registros posteriores, el FBI halló explosivos tanto en el coche, un Hyundai Sonata aparcado en las cercanías del mítin, como en la vivienda de Crooks por lo que su acción podría haber sido aún más destructiva. No obstante, los investigadores están sorprendidos por la falta de pistas sobre la mentalidad de Crooks y sus motivaciones. Todo un misterio.
Las lagunas informativas son el caldo de cultivo de las teorías conspirativas y en este asunto hay toneladas, incluyendo el monumental fallo de seguridad y descordinación entre la Policía local y el Servicio Secreto.
No obstante, a las pocas horas del atentado, tanto demócratas como republicanos ya tenían sus explicaciones: para unos, un atentado de falsa bandera; para los otros, el desesperado intento de Biden para acabar con su rival. Y lo peor es que todos «tienen pruebas» para demostrarlo.
Trump, por su parte, cree que ha salido vivo gracias a la intervención divina. Recordemos que, en marzo, un pastor evangélico tuvo una epifanía que describió el atentado. El candidato republicano se atribuyó el mérito de haber girado la cabeza para mirar un gráfico sobre la inmigración en una pantalla del mitin y haber evitado que la bala impactara en su cráneo.
“Lo más increíble fue que no solo me giré, sino que lo hice en el momento exacto y en la cantidad justa”, declaró en una entrevista con The Washington Examiner.
En la misma línea se situa Stephen K. Bannon, quien fue el principal estratega de Trump en la Casa Blanca, dijo que Trump estaba protegido por “la armadura de Dios”.
Bannon, que en 2016 pedía que el capitalismo se subordinara a la espiritualidad –a los valores judíos y cristianos en particular– para desvirtuar su instinto de tratar a los seres humanos como mercancías, es un activo antiglobalista, que es donde apuntan las redes sociales de estar detrás de la violencia política estadounidense y que ve con malos ojos el Proyecto 2025, una polémica iniciativa de un grupo de reflexión conservador para reformar el gobierno federal de la que el propio Trump ha intentado distanciarse.
El planteamiento contempla cuatro objetivos principales: restaurar la familia como pieza central de la vida estadounidense; desmantelar el Estado administrativo, el Departamento de Educación y otras agencias federales, despidiendo a miles de funcionarios e implementando recortes fiscales; ampliar el poder del presidente; defender la soberanía y las fronteras de la nación; y garantizar los derechos individuales «otorgados por Dios» (sic) para vivir libremente.
Trump niega tener conexiones con el Proyecto 2025 pese a que varios de sus antiguos funcionarios lo han respaldado
A principios de este mes de julio, Kevin Roberts, presidente de la Fundación Heritage, creadora del proyecto, planteó la perspectiva de la violencia política durante una entrevista al podcast War Room, fundado por Bannon: «Estamos en el proceso de la segunda revolución estadounidense, que seguirá siendo incruenta si la izquierda lo permite».
En respuesta, la campaña de Biden acusó a Trump y a sus aliados de «soñar con una revolución violenta para destruir la idea misma de Estados Unidos«.
El dicho asegura que a río revuelto… ganancia de pescadores. Si esta escalada de violencia política no acaba en Guerra Civil como pronosticaba el matemático Peter Turchin, veremos cuál de las tesis es la correcta porque, tarde o temprano, llegarán las respuestas… aunque cabe la posibilidad de que nunca se conozcan, como tantos actos abobinables que duermen en archivos Top Secret de la Administración estadounidense.
https://www.espaciomisterio.com/conspiraciones/estado-profundo-contra-trump-por-oponerse-agenda-global_58731