Este mapa de calor de la actividad cerebral en reposo de un individuo está dominado por tonos fríos (azul y verde) al inicio, pero se vuelve amarillo, naranja y rojo una vez que se consume psilocibina, lo que indica cambios profundos en su actividad cerebral normal. A medida que desaparece el efecto de la droga, los patrones de actividad normal del cerebro vuelven a surgir y el mapa de calor se enfría. (Crédito de la imagen: Sara Moser/Universidad de Washington)
La psilocibina, el compuesto que hace que los hongos mágicos produzcan efectos alucinógenos, actúa desincronizando la red cerebral responsable del sentido de identidad de una persona, según un nuevo estudio.
La psilocibina altera la percepción del tiempo y el espacio de las personas, así como sus sentimientos de conexión con el mundo que las rodea. Si bien la mayoría de estos efectos subjetivos desaparecen con bastante rapidez, el nuevo estudio descubre que algunos cambios en el cerebro persisten durante semanas después de una dosis alta de psilocibina.
Esta es la primera vez que se detalla tal persistencia en humanos, y los hallazgos pueden ayudar a explicar por qué la psilocibina es un tratamiento prometedor para la depresión y otros trastornos de salud mental , dijo el autor principal del estudio, el Dr. Joshua Siegel , psiquiatra de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington en St. Louis.
«Si existe esta plasticidad [en el cerebro] y existe esta respuesta clínica, esperábamos que se produjera un cambio en la conectividad y la actividad», dijo Siegel a Live Science. «Este es el primer estudio que realmente proporciona una respuesta convincente sobre qué es».
Los estudios han demostrado que la psilocibina actúa conectándose a las células cerebrales que reaccionan a la serotonina, un mensajero químico. Los escáneres cerebrales de personas con y sin depresión sugieren que la droga estimula a algunas partes del cerebro a forjar nuevas conexiones y sincronizar su actividad. Mientras tanto, la actividad de otras redes cerebrales se ve alterada y se desincroniza.
Para investigar más a fondo estos efectos, Siegel y sus colegas utilizaron un mapeo funcional de precisión, que implica obtener grandes cantidades de datos de la actividad cerebral de tan solo unos pocos participantes. En el estudio, publicado el miércoles (17 de julio) en la revista Nature , se escaneó el cerebro de siete participantes con imágenes por resonancia magnética funcional (fMRI), una técnica que rastrea el flujo sanguíneo para inferir la actividad de diferentes regiones cerebrales.
Los participantes recibieron dosis altas de psilocibina o Ritalin, un estimulante que se utiliza habitualmente para tratar el trastorno por déficit de atención e hiperactividad. Una o dos semanas después, volvieron a tomar la otra droga. El Ritalin sirvió como control, dijo Siegel, porque tiene efectos estimulantes en el cerebro, pero no es psicodélico.
A los participantes se les realizó un escáner cerebral un promedio de 18 veces, antes, durante y tres semanas después de las dosis. A algunos se les realizó el escáner casi cada dos días, dijo Siegel. Esto detalló la variabilidad diaria de la actividad cerebral de cada participante y reveló los efectos continuos de la psilocibina.
Lo que los investigadores descubrieron fue significativo: el psicodélico provocó una importante caída de la sincronicidad en una red cerebral conocida como «red neuronal por defecto». Este circuito de regiones cerebrales conectadas abarca estructuras llamadas tálamo, ganglios basales, cerebelo e hipocampo . Es más activo cuando las personas están reflexionando sobre sí mismas y dejando que sus mentes divaguen, pero sin involucrarse en una tarea específica.
«Esa fue la red que más se alteró con la psilocibina», dijo Siegel. «Y, de hecho, eso encaja con la forma en que pensamos sobre la experiencia psicodélica: con esta idea de disolución del ego y distorsión del sentido del espacio y el tiempo».
Estos efectos desaparecieron a medida que las personas se recuperaban, pero hubo una disminución de la sincronicidad entre la red neuronal por defecto y el hipocampo anterior (una estructura vinculada a la memoria y la emoción) que duró al menos tres semanas.
Estos hallazgos coinciden con lo que han demostrado estudios neurocientíficos anteriores, afirmó Siegel.
Los estudios sugieren que la psilocibina produce un estilo de conexión menos rígido en el cerebro, y esta puede ser la razón por la que el compuesto podría ayudar en el tratamiento de la depresión. Al poner al cerebro en un estado más adaptable, dijo Siegel, la psilocibina podría permitir cambios a largo plazo en la cognición . Tal vez sea la desincronización, específicamente, la que actúa como un reinicio que permite a las personas con depresión recuperar una conectividad cerebral más saludable y dinámica .
«En otras palabras, la psilocibina podría abrir la puerta al cambio, permitiendo al terapeuta guiar al paciente a través del mismo», escribió en un comentario el Dr. Petros Petridis , psiquiatra del Centro Langone de Medicina Psicodélica de la Universidad de Nueva York .
Sin embargo, Siegel advirtió que los efectos de la droga dependen del contexto. En el estudio, los investigadores descubrieron que la desincronización cerebral disminuía cuando se pedía a los participantes que participaran en una tarea sencilla de asociación de palabras e imágenes. La red neuronal por defecto no está a cargo durante esas tareas, lo que hace que entren en juego regiones cerebrales menos susceptibles a la psilocibina, dijo.
Esto puede explicar por qué eliminar los estímulos externos (utilizando antifaces, por ejemplo) puede ayudar a las personas a involucrarse plenamente en su experiencia psicodélica, escribió Petridis.
Al menos un participante tuvo inicialmente una experiencia muy significativa con la psilocibina, pero luego tuvo un mal viaje. Es probable que sea importante que, cuando se traten problemas de salud mental, el uso de psilocibina se realice en un entorno controlado en el que los participantes hayan sido evaluados para detectar el riesgo de psicosis, dijo Siegel. Estas y otras precauciones se toman en los ensayos clínicos de psilocibina, en los que los participantes suelen recibir solo dosis bajas.
«Quieres que alguien pueda tener esta experiencia interna y estar en un lugar y entorno donde pueda entrar plenamente en esta experiencia intensa», dijo, «para maximizar la probabilidad de obtener una respuesta terapéutica duradera después».
Este artículo es sólo para fines informativos y no pretende ofrecer asesoramiento médico.
https://www.livescience.com/health/neuroscience/magic-mushrooms-temporarily-dissolve-brain-network-responsible-for-sense-of-self
Nuevo estudio confirma el efecto terapéutico y de neuroplasticidad de la psilocibina
En los últimos años, los estudios sobre la psilocibina han revelado datos sorprendentes sobre sus efectos en el cerebro humano. Esta sustancia, un psicodélico natural presente en ciertos tipos de hongos, tiene la capacidad de alterar significativamente la percepción del tiempo y el espacio, así como la identidad personal. Pero más allá de sus conocidos efectos agudos, recientes investigaciones han demostrado que la psilocibina tiene profundos y duraderos beneficios terapéuticos y neurobiológicos.
Un estudio publicado recientemente en la revista Nature utilizó el mapeo funcional de precisión a través de múltiples resonancias magnéticas (18 visitas por participante) para rastrear los cambios específicos en las redes cerebrales de adultos sanos antes, durante y después de una dosis alta de psilocibina ( 25 mg) y metilfenidato (40 mg), conocido comercialmente como Ritalin. Los resultados fueron asombrosos: la psilocibina interrumpió la conectividad funcional (CF) del cerebro más de tres veces en comparación con el metilfenidato.
Los cambios en la CF fueron impulsados por una desincronización cerebral a lo largo de diferentes escalas espaciales, disolviendo las distinciones entre redes al reducir las correlaciones dentro de las mismas y las anticorrelaciones entre ellas. Estas alteraciones fueron particularmente fuertes en la red de modo predeterminado (DMN), la cual se conecta al hipocampo anterior y se cree que crea nuestra percepción del espacio, tiempo y el yo.
Uno de los hallazgos más significativos del estudio fue que la psilocibina no solo produce cambios agudos en el cerebro, sino que estos efectos persisten durante semanas. Se observará una disminución duradera en la CF entre el hipocampo anterior y la DMN, lo cual puede representar una variación neuroanatómica de los efectos terapéuticos y de la plasticidad promovida por los psicodélicos.
Estos efectos persistentes son cruciales para entender los beneficios terapéuticos de la psilocibina. En ensayos clínicos, una sola dosis alta de psilocibina ha demostrado un alivio rápido y sostenido de los síntomas en condiciones como la depresión, la adicción y la ansiedad al final de la vida. Este fenómeno sugiere que los psicodélicos pueden inducir cambios neurobiológicos agudos y duraderos que subyacen a sus efectos terapéuticos.
Durante la acción de la psilocibina, que dura aproximadamente seis horas, se incrementa la señalización de glutamato y el metabolismo de la glucosa en el cerebro. Además, se observa una disminución de la potencia de las señales electrofisiológicas y de las fluctuaciones hemodinámicas, así como una reducción de la segregación entre redes funcionales. Estos cambios son más pronunciados en la subcorteza, un área del cerebro cuyos cambios no se comprenden completamente.
El estudio también encontró que las tareas perceptuales reducían los cambios en la FQ inducidos por la psilocibina, lo cual sugiere que el contexto y el entorno en el que se consume el psicodélico pueden influir significativamente en sus efectos en el cerebro.
La comprensión de los efectos de la psilocibina en las redes cerebrales humanas es fundamental para desbloquear sus mecanismos terapéuticos. Las investigaciones futuras deben orientarse en caracterizar los efectos persistentes de la psilocibina en circuitos clínicamente relevantes y en individuos con condiciones psiquiátricas.
La desincronización de la actividad cerebral observada tras el uso de psilocibina podría ser la clave para entender tanto sus efectos agudos como sus beneficios neurotróficos persistentes. Esta desincronización parece activar mecanismos de plasticidad homeostática, que son respuestas neurobiológicas a grandes desviaciones en los patrones típicos de actividad de las redes.
El estudio sobre los efectos de la psilocibina fue realizado por un equipo de investigadores de la Universidad de Washington en San Luis, Estados Unidos. Este equipo estuvo liderado por el Dr. Joshua Siegel, un neurocientífico especializado en el mapeo funcional de precisión del cerebro. Además, la investigación contó con la participación de varios expertos en neurociencia, psicofarmacología y resonancia magnética funcional (fMRI).
En conclusión, la psilocibina no solo ofrece una ventana a experiencias místicas y alteradas de la realidad, sino que también representa una poderosa herramienta terapéutica con la capacidad de inducir cambios duraderos en el cerebro humano. Estos hallazgos abren nuevas vías para tratamientos innovadores en la psiquiatría y la neurociencia, prometiendo un futuro donde los psicodélicos puedan ser utilizados de manera segura y efectiva para mejorar la salud mental y el bienestar general.
Imagen de portada: R. Zimmerman/LightMonkeys
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