Por Fausto Frank

El presidente norteamericano Joe Biden anunció el domingo que renuncia su campaña de reelección de 2024 en medio de una creciente presión dentro del Partido Demócrata para que el presidente ponga fin a su candidatura para 2024 después de un desastroso desempeño en el debate del mes pasado contra Donald Trump, favorito en las encuestas. La renuncia de Biden a su candidatura ya había sido pedido públicamente desde lo más concentrado del poder económico globalista. Así lo hizo saber quince días atrás la publicación The Economist, propiedad de la histórica dinastía bancaria Rothschild, y The New York Times, de la influyente dinastía Sulzberberg.

Casi en simultáneo con el anuncio, el hijo del magnate de las finanzas George Soros, Alexander Soros, actualmente presidente de la Open Society Foundations, hizo público quién desea que suceda a Biden en su candidatura: su actual vicepresidente, Kamala Harris.

“Es hora de que todos nos unamos en torno a Kamala Harris y derrotemos a Donald Trump. Ella es la mejor y más calificada candidata que tenemos. ¡Viva el sueño americano!”, sostuvo Soros, iniciando en los hechos la nueva campaña, con el hashtag #Harris2024.

“No fue de buena gana. Pero al final la presión resultó demasiado para el presidente, que había perdido la mayoría tanto de las élites demócratas como de los votantes de base”, se jacta The Economist/Rothschild tras conocerse la noticia.

Junto al poder financiero y mediático, era cada vez mayor el número de legisladores demócratas que habían comenzado a pedir que Biden, de 81 años y con serios signos de decrepitud se hiciera a un lado, frente a un Trump potenciado tras el intento de asesinato, del que muchos creen fue facilitado por el Servicio Secreto que responde al Gobierno actual.

Así ordenaba The Economist el fin de la candidatura de Biden quince días atrás.

“¿Kamala Harris debería convertirse en la próxima presidenta si Joe Biden se hace a un lado?”, sugería sin tapujos The Economist/Rothschild el 28 de junio de 2024. Lo mismo vuelve a sostener en un artículo reciente.

El propio Biden rápidamente ofreció su “pleno apoyo y respaldo” para que Kamala Harris asuma como nueva candidata presidencial del partido, a tono con los deseos de Soros.

“Mi primera decisión como candidato del partido en 2020 fue elegir a Kamala Harris como mi vicepresidente. Y ha sido la mejor decisión que he tomado. Hoy quiero ofrecer todo mi apoyo y respaldo para que Kamala sea la candidata de nuestro partido este año. Demócratas, es hora de unirnos y vencer a Trump. Hagámoslo”, escribió Biden.

Desde el Partido Demócrata, una de sus mandamases, Hillary Clinton, dio a conocer en simultáneo su apoyo: “”stamos honrados de unirnos al respaldo del presidente a la vicepresidente Harris y haremos todo lo que podamos para apoyarla (…) Ahora es el momento de apoyar a Kamala Harris y pelear con todo lo que tengamos para que sea electa”.

Los Clinton, socios e íntimos amigos de la rama británica de los Rothschild. En la imagen: Hillary C., Evelyn de Rothschild, Bill C., y Lynn Forester de Rothschild.

Harris, en una declaración unas dos horas después del anuncio de Biden, dijo que se siente “Haré todo lo que esté a mi alcance para unir al Partido Demócrata -y unir a nuestra nación- para derrotar a Donald Trump y su agenda extrema del Proyecto 2025”.

¿Por “agenda extrema” Harris se referirá a las reiteradas promesas de Donald Trump de terminar con la guerra en Ucrania?

Con el apoyo de la Open Society y la globalista dinastía Rothschild, es de esperar que buena parte de los medios estadounidenses e internacionales, se vuelquen de lleno a apoyar la candidatura de Harris. Las guerras del Complejo Industrial Militar y las Altas Finanzas, propietarias del mismo, no se tocan.

Soros y The Economist/Rothschild oficializan su apoyo a Kamala Harris para vencer a Trump tras la renuncia de Biden