Creada por la empresa vasca Nuuk Technologies, una nueva herramienta llamada FlexControl permite a la policía acceder al smartphone de una persona para poder ver y escuchar lo que ocurre a través de su cámara, micrófono, y también geolocalización. La Policía Local de Barakaldo, Vizcaya, ha empezado a probar esta nueva aplicación que permite a las personas que se encuentren en alguna situación de peligro, o sean testigos de una, ofrecer al cuerpo policial una forma de ver lo que está pasando.

El funcionamiento es sencillo: la víctima o testigo de algún suceso tendrá que llamar al teléfono 94 438 01 00. Tras llamar, la persona recibirá al instante un mensaje SMS con un link, que pulsándolo, dará acceso a la comisaría a la cámara, sonido y localización del dispositivo. Además, la aplicación permite que, desde el centro de control, la policía permita el envío de las imágenes a otros organismos de seguridad como emergencias o bomberos, si la situación así lo requiere.

Además, en caso de que se confirme la situación de peligro, mientras que agentes se personan en el lugar de los hechos, los policías podrían interactuar con el criminal o agresor desde el propio teléfono de la víctima.

Desde la Concejalía de Seguridad Ciudadana y Protección Civil de esta localidad vasca, tienen previsto analizar el resultado de esta herramienta en contexto de las recientes fiestas locales. Después, se probará en una segunda fase la integración de esta herramienta con la app móvil ‘Beldurrik Ez’, una aplicación creada con la intención de prevenir casos de violencia machista o violencia contra el colectivo LGTBI.

La herramienta FlexControl ya estaba en uso, por parte de los servicios 112 del País Vasco y Baleares, y también por SOS Navarra durante los pasados Sanfermines.

¿Utilidad o pérdida de tiempo?

Queda por ver la efectividad de esta herramienta, que si bien tiene una buena intención, podría no ser efectiva si la víctima no es capaz de dedicar tiempo a marcar el número o buscarlo en su agenda, y de pinchar luego en el enlace recibido. No obstante, la capacidad de los agentes de hablar con el agresor a través del dispositivo podría ser una buena forma de disuasión, ya que incluso si el criminal roba el teléfono, haberle enfocado puede ser suficiente para revelar su identidad.

Puede ser también útil en los casos de intimidación, en los que alguien profese insultos o vejaciones contra alguien sin entrar en una agresión directa, de forma que la víctima sí tenga tiempo de coger el móvil y exponer al individuo en pleno acto. También es una forma muy útil de dar rápidamente acceso a la policía a la ubicación del lugar en el que se encuentra la víctima, incluso si esta no lo conoce.

Es, por tanto, una iniciativa interesante que, de mostrar resultados positivos, podría ser replicada en otras comunidades autónomas.