La presencia de soldados polacos, franceses, británicos y estadounidenses en la ofensiva ucranio- otaniana sobre la región rusa de Kursk, supondría la confirmación de la entrada de la OTAN en conflicto abierto con la Rusia de Putin, lo que según la Doctrina nuclear rusa, permitiría a Putin el uso de armas nucleares «no estratégicas», también conocidas como «armas nucleares tácticas», según la Nuclear Threat Initiative (NTI).
¿Buscan los globalistas el enfrentamiento directo OTAN-Rusia?
Al estar EEUU inmerso en la campaña electoral para las Presidenciales de Noviembre, Francia, Polonia y Reino Unido serían el tridente elegido por los globalistas para implosionar el frente ucraniano antes de las Presidenciales de noviembre y provocar la entrada de la OTAN en un conflicto abierto con Rusia.
Polonia busca convertirse en un actor local en el avispero de Europa Oriental y extender su influencia hasta la zona ucraniana al reclamar su derecho a incorporar al mapa polaco la región ucraniana de Lviv que ya fue ocupada por Polonia de 1918 a 1939.
Así, el presidente polaco, Andrzej Duda, afirmó que su país está «dispuesto a aceptar armas nucleares» de países aliados en su territorio, lo que ha recibido la respuesta dura y contundente de Moscú al advertir que «el emplazamiento de este tipo de armamento en Polonia convertirá a este país en un objetivo prioritario en la planificación militar rusa».
Asimismo, en un comunicado del Ministerio ruso de Exteriores, Rusia ha advertido que la «llegada de los cazas F-16 a Ucrania los veremos como portadores de armas nucleares y consideraremos ese paso de EEUU y la OTAN como una deliberada provocación», al tiempo que acusa a Occidente de apoyar abiertamente las acciones de sabotaje de Ucrania en territorio ruso y de suministrar a Kiev misiles de largo alcance británicos y franceses así como los nuevos ATACMS estadounidenses con los que han alcanzado territorio ruso.
Dentro de de la dinámica de acción- reacción propio del nuevo escenario de Guerra Fría 2.0, Putin ordenó a las Fuerzas Armadas de su país realizar en maniobras con armas nucleares tácticas en la frontera sur con Ucrania. Ello, sería una respuesta rusa a las afirmaciones del presidente francés, Emmanuel Macron, y de otros altos funcionarios británicos y polacos de «estar dispuestos a enviar contingentes militares a Ucrania», soldados de élite que se habrían ya desplegado en el ataque sorpresa ucraniano a la región rusa de Kursk.
Doctrina Nuclear de Rusia
Formalmente conocida como los ‘Principios básicos de la política estatal sobre disuasión nuclear’, fue firmada por Putin en 2020 y describe cuándo Rusia podría echar mano de su arsenal atómico.
El documento afirma que “la disuasión nuclear tiene como objetivo proporcionar a un adversario potencial la comprensión de la inevitabilidad de la represalia en caso de agresión contra la Federación Rusa y sus aliados”
Rusia podría utilizarlas, dice la doctrina, “en respuesta al uso de armas nucleares y de otro tipo de armas de destrucción masiva contra ella o sus aliados”, así como “en caso de agresión contra la Federación Rusa con el uso de armas convencionales cuando la existencia misma del estado esté en peligro”.
En consecuencia, según dicha doctrina la Federación Rusa podrá utilizar su arsenal nuclear en caso de que “un ataque enemigo con armas convencionales amenace la existencia de Rusia”, supuesto que se cumpliría en la actual Operación militar ucranio- otaniana en Kursk.
¿Operación militar de la OTAN en Kursk?
La presencia demostrada de soldados polacos, franceses, británicos y estadounidenses en la ofensiva sobre Kursk, supondría la confirmación de la entrada de la OTAN en conflicto abierto con la Rusia de Putin, con lo que según la Doctrina nuclear rusa, permitiría a Putin el uso de armas nucleares «no estratégicas», también conocidas como «armas nucleares tácticas», según la Nuclear Threat Initiative (NTI) y de las cuales Rusia poseería cerca de 1.800 ojivas y la OTAN tendría desplegadas en Europa 250 ojivas.
La incursión en Kursk es el mayor ataque contra territorio soberano ruso desde que se inició el conflicto militar con Ucrania pues un mínimo de 1.000 soldados ucranianos dirigido por fuerzas de élite de la OTAN y apoyados por tanques y vehículos blindados habrían invadido territorio ruso y alcanzado unos 10 km de profundidad, mientras Rusia tras superar la sorpresa inicial, ha decretado un régimen especial de “operación antiterrorista” en tres regiones fronterizas con Ucrania: Kursk, Bélgorod y Briansk.
El objetivo de la ofensiva ucranio- otaniana sería obligar al mando ruso a retirar tropas de otras zonas sensibles del frente y ocupar la central nuclear cercana a la ciudad de Kurtsov para posteriormente consolidar las posiciones alcanzadas y utilizarlas como armas de presión en futuras negociaciones de paz.
¿Uso de armas nucleares tácticas?
De momento, las Fuerzas Armadas rusas han optado por utilizar la bomba aérea FAB-3000 de tres toneladas sobre una zona de concentración de tropas y de armamento del Ejército de Ucrania en la región de Sumi, desde donde “Kiev habría lanzado su incursión terrestre en la región de Kursk”, según el Ministerio de Defensa ruso pero es en el supuesto de que el avance de la incursión ucranio- otaniana sea incontenible, Rusia podría optar por el uso de armas nucleares tácticas.
Las ojivas tácticas se refieren a las diseñadas para usarse en un campo de batalla limitado, por ejemplo, para destruir una columna de tanques o un grupo de batalla de portaaviones si se usan en el mar, por lo que también son conocidas como de «bajo rendimiento».
Sin embargo, según Union of Concerned Scientists (Unión de Científicos Preocupados), una simulación de la Universidad de Princeton de un conflicto entre Estados Unidos y Rusia que comienza con el uso de un arma nuclear táctica predice «una escalada rápida que dejaría más de 90 millones de muertos y heridos», con lo que el inicio de un conflicto nuclear de baja intensidad podría degenerar en una conflagración nuclear a gran escala de resultados nefastos para la Humanidad.