El relación con el reciente ataque de Kiev a la ciudad fronteriza rusa de Kursk, el presidente bielorruso, Alexander Lukashenko, dijo que si continúa la política de provocaciones “habrá una escalada que terminará con la destrucción de Ucrania”.

“El peligro consiste en que esa escalada por parte de Ucrania es un intento de empujar a Rusia hacia medidas asimétricas, como el uso de armas nucleares (…) En Ucrania estarían muy contentos si Rusia utilizara armas nucleares tácticas allí. Estarían felices”, declaró el mandatario bielorruso en una entrevista con el canal de televisión Rossiya 1.

Al respecto, explicó que la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) busca presionar a Rusia para que utilice armas nucleares a fin de aislar al presidente ruso, Vladímir Putin, en la comunidad internacional.

Lukashenko afirmó que la frontera entre Bielorrusia y Ucrania “está minada como nunca” y denunció que los drones ucranianos violan de una manera constante la parte sureste de la frontera bielorrusa, por lo que ha ordenado el despliegue masivo de fuerzas para proteger el territorio nacional.

 “Ucrania mantiene más de 120 000 militares emplazados en la frontera con Bielorrusia. Ante su política agresiva, desplegamos nuestros militares a lo largo de la frontera”, precisó Lukashenko.

El pasado 6 de agosto, el ejército ucraniano lanzó una ofensiva sorpresa contra la provincia rusa de Kursk. El ataque dejó al menos 12 civiles muertos y más de 120 heridos, entre ellos diez niños. Decenas de miles de civiles fueron desplazados por las hostilidades.

Putin ha jurado dar respuesta a la provocación de Kiev, acusándolo de disparar indiscriminadamente contra instalaciones civiles. A la vez, reafirmó que Rusia logrará todos los objetivos de su operación militar especial en curso en Ucrania desde febrero de 2022.

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