Aleuromancia, adivinación con harina

Aleuromancia

El término aleuromancia es conocido por pocos ya que lo habitual es que se tienda a pensar que sólo existen los procedimientos de adivinación más extendidos, tales como la quiromancia o lectura de las líneas de la mano, o las tiradas de tarot, entre otros. Pero los métodos empleados a lo largo de la historia para predecir el futuro son variadísimos y un buen puñado de ellos son tan curiosos que hasta resultan sorprendentes.

Qué es la aleuromancia

Por ejemplo, hablemos de la aleuromancia que es un tipo de mancia de más de 3.000 años de antigüedad a través de la cual se puede adivinar lo que nos depara el destino por medio de un elemento tan sencillo como es la harina. A veces simplemente derramada en el suelo, esta técnica también podía realizarse introduciendo la harina en un recipiente con agua, agitándola después. Una vez vertida el agua, se interpretaban las figuras que se habían formado en el interior del recipiente.

Así, muchas formas circulares señalaban la entrada de dinero en el hogar y muy pocas señalaban un posible robo o estafa. Las líneas en zigzag, por su parte, anuncian problemas, mientras que las líneas continuas auguraban una vida larga. Si salía un triángulo, era una señal de suerte; una cruz, presagiaba una muerte.

En tiempos remotos, al elaborar los pasteles de sacrificio se interpretaban también las formas adoptadas por la masa. La aleuromancia guarda gran parecido a la predicción mediante la interpretación de los posos del café.

De un tiempo a esta parte, otra forma de practicar la aleuromancia está al alcance de nuestras manos: mediante las ya famosas galletas de la fortuna. Aunque parece algo más actual, lo cierto es que el concepto de las actuales galletas de la fortuna tienen su origen en la antigua Grecia: los griegos escribían oraciones en trozos de papel y los envolvían en bolas de harina. A continuación, mezclaban estas bolas nueve veces y las repartían entre aquellas personas que deseaban conocer su futuro. El dios Apolo guiaba este tipo de adivinación.

Este método ha ido sobreviviendo a lo largo de los años. Así, en la actualidad, está de moda insertar un anillo, moneda o regalo en una tarta o pastel. El que lo encuentre, se beneficiará de una etapa de suerte. Es lo que ocurre, por ejemplo, con el típico roscón de Reyes.

Y no podemos dejar de nombrar a los restaurantes chinos, en donde es habitual que los comensales soliciten las famosas «galletas de la suerte«, galletas delgadas y crujientes que albergan en su interior palabras de sabiduría o profecías destinadas a quien las rompe.

Aleuromancia, adivinación con harina

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