La exdiputada en el Parlament y activista Àngels Martínez Castells ha muerto este domingo a los 76 años, según ha informado la Asociación Catalana de Afectadas y Afectados de Fibromialgia (Acaf) en una publicación en ‘X’ este lunes.
Nacida en Mollet del Vallès (Barcelona), se doctoró en Ciencias Económicas por la Universitat de Barcelona y ejerció de diputada en el Parlament de Catalunya entre 2015 y 2017 con la lista ‘Catalunya Sí que es Pot’.
Durante su etapa parlamentaria, en 2017, retiró del hemiciclo unas banderas españolas que habían dejado diputados de Ciudadanos y el PP al abandonar sus asientos durante una sesión.
COMENTARIO
Normalmente este comentario no lo habría escrito, pero después de algunos comentarios, en el blog me veo en la obligación de aclarar.
Este artículo es un claro ejemplo de odio.
Por eso lo he publicado, con el fin de hacer ver al lector el sin sentido de este veneno mental. Claro que habrá lectores, que piensen , que la diputada fallecida era la que odiaba. Otros sin embargo pensaran que este diario con sesgo de derecha, parece subrayar un sólo hecho en la vida de una persona y marcarla por este.
El veneno del odio nos transforma la mente y nos hace incapaces de pensar, que detrás de las etiquetas, de las siglas, de los sesgos, lo que queda es la persona, el ser. Los seres somos puros y nos contaminamos o nos liberamos por nuestro libre albedrio.
Cada ser tiene errores, aciertos, emociones, sentimientos y muchas causas para todo esto. Si de verdad queremos entender al ser, debemos destruir el odio y favorecer la empatía, el respeto y la moralidad. debemos de fijarnos no en lo malo (según nuestro parecer) sino en que esa persona diferente a nosotros, en realidad, SOMOS NOSOTROS.
Asi pues siguiendo el razonamiento que hubiera esperado de los lectores:
- Es la diputada independentista digna de odio por sus ideas?
- Es el periódico digno de odio por el sesgo de la información?
- Si no queremos caer en la trampa del odio, veremos este artículo y lamentaremos que una persona haya dejado esta realidad. A lo mejor nos planteamos si las ideas políticas trascienden a la muerte, si merece la pena dedicar tanto tiempo a la ideología política y tan poco a lo trascendente.
maestroviejo