La iglesia de la Inmaculada Concepción de Saint-Omer, en Francia, quedó devastada tras un incendio que se originó en la sacristía durante la madrugada. Según ha informado el alcalde de la ciudad, François Decoster. El fuego se extendió rápidamente al tejado y el campanario se derrumbó poco después de las cinco de la mañana. Un centenar de bomberos de toda la región lucharon para contener la catástrofe.

Si bien las autoridades aún desconocen la causa del incendio, el mismo se inserta en una secuencia de quema de iglesias, en el que la inmensa mayoría de los casos, han sido intencionales. «Hasta el momento no sabemos cómo se inició el incendio. La investigación tendrá que determinar esto. El análisis se realizará en los próximos días. Los daños son inmensos, es realmente aterrador para todos los que vivimos en Saint-Omer ”, añadió el alcalde François Decoster.

Inaugurada en 1859, la iglesia sobrevivió a las dos guerras mundiales del siglo XX y fue «completamente restaurada y reabierta en 2018», según el sitio web de la oficina de turismo. El sitio especifica que incluye «notable mobiliario de inspiración neogótica». Según la prefectura, «la unidad de protección de obras ha intervenido, pero aún no se ha identificado ninguna obra de arte en el lugar».

El pasado 11 de julio un incendio cuyo origen también es desconocido quemó parte de la catedral de Notre-Dame de Rouen de más de 1.000 años de antigüedad.

Importantes catedrales como la de Nantes o París y no menos importantes iglesias francesas han ardido en los últimos años, mientras otros muchos templos han sido vandalizadas o igualmente han sido presa del fuego en la Francia.

Y esto lleva a numerosos expertos a preguntar si hay algo más allá de tanto ‘hecho aislado’ y si durante estos últimos años se está queriendo “descristianizar” del todo un país eliminando lo más visible que hoy queda de su fe, es decir, el enorme patrimonio religioso que conserva.

El padre Jorge Enrique Mújica explicó tiempo atrás la magnitud del problema: “La catedral francesa de Notre Dame fue en 2019 el rostro visible de un hecho que de otro modo no hubiese gozado de notoriedad: los frecuentes percances que sufren diferentes iglesias en Francia. Muy pocos bajo el rubro de “accidente”. Edouard de Lamaze, presidente del Observatorio del Patrimonio Religioso de París, ha hecho notar por medio de un informe que en Francia un promedio de dos monumentos cristianos son atacados diariamente. Dos de cada tres de esos eventos están relacionados con robos y el resto con profanaciones. El informe revela datos todavía más llamativos: cada dos semanas se demuele, incendia o destruye un edificio religioso, en su mayoría edificios católicos”.

“En Francia se está produciendo la destrucción silenciosa de sus raíces cristianas”, afirma el filósofo Michel Onfray: “Todos los días hay uno o dos actos anticristianos, pero se tiene que incendiar una catedral para que se empiece a hablar de ello”.

“Hemos llegado a la fase final de la descristianización”, comenta el analista político Jerome Fourquet; como si los incendios en sus principales catedrales fueran el símbolo de cómo Francia ha perdido su territorio, su historia y su identidad.

Odio anticristiano en Francia: incendio destruye iglesia de la Inmaculada Concepción de Saint-Omer