Aunque a los meteorólogos les gusta decir que el otoño comienza a principios de septiembre, el otoño astronómico comienza más tarde, en el equinoccio de otoño . Este año, cae el domingo 22 de septiembre a las 8:44 am EDT (12:44 UTC), según el Servicio Meteorológico Nacional .

En este momento específico, el eje de la Tierra está inclinado hacia el Sol, lo que significa que hay una cantidad casi igual de luz solar y oscuridad en todo el planeta.

Esta geometría celestial marca el cambio de estaciones: del verano al otoño en el hemisferio norte y del invierno a la primavera en el hemisferio sur. La palabra «equinoccio» en latín significa «noche igual», uno de los dos días del año en los que la duración de la luz del día y la oscuridad es la misma en todo el planeta.

El equinoccio de otoño es una forma importante de marcar el viaje anual de la Tierra alrededor del Sol. Las horas de oscuridad aumentarán gradualmente al norte del ecuador hasta el solsticio del 21 de diciembre, y viceversa al sur del ecuador.

Más horas de noche también significan más horas para observar las estrellas; algunas de las mejores lluvias de meteoros del año aún están por llegar , y las próximas tres lunas llenas, incluida la Luna de la Cosecha el 17 de septiembre , serán superlunas, lo que las hará parecer más grandes y brillantes en el cielo. Si no tienes un buen par de binoculares para observar las estrellas o un buen telescopio para el jardín , este es un buen momento para invertir en uno.

Los equinoccios y solsticios son resultado del eje de la Tierra, que está inclinado 23,5 grados, lo que significa que diferentes partes del planeta reciben más o menos luz solar a lo largo del año.

Para quienes viven en el ecuador, el sol del mediodía brillará directamente sobre sus cabezas durante el equinoccio. Para todos los demás, el equinoccio es un evento difícil de ver.

Una de las mejores maneras de celebrar su paso este año es contemplar el amanecer y el atardecer, que tendrán lugar en dirección este y oeste, respectivamente. Eso ocurre únicamente en los equinoccios, cuando el sol cruza el ecuador celeste (la línea imaginaria entre los cielos del hemisferio norte y sur), sin importar en qué parte del planeta te encuentres.