El ayuno intermitente se ha posicionado como una de las tendencias dietéticas más populares de los últimos años. Desde su popularización en 2012 gracias al documental y libro del periodista de la BBC Michael Mosley, esta estrategia ha generado tanto entusiasmo como preocupación dentro de la comunidad científica y entre los profesionales de la salud.
Para comprender mejor los beneficios y riesgos de este enfoque, es crucial analizar cómo funciona y los impactos que puede tener a corto y largo plazo.
¿Qué es el ayuno intermitente?
El ayuno intermitente consiste en alternar periodos de ingesta de alimentos con períodos de ayuno. A diferencia de las dietas tradicionales que se enfocan en la restricción de alimentos específicos, este método limita el tiempo en que se puede comer.
Existen diferentes formas de practicar el ayuno intermitente, pero las más populares son:
- Ayuno de días alternos: Se alternan días de alimentación normal con días en los que se reduce considerablemente la ingesta calórica (menos de 500 calorías).
- Método 5/2: Durante cinco días a la semana se come de manera habitual, y los otros dos días se limita la alimentación.
- Ayuno diario con restricción de tiempo: Se permite comer solo durante una ventana de 8 horas, dejando 16 horas de ayuno. Por ejemplo, se omite el desayuno y se almuerza y cena entre las 12:00 y las 20:00.
Beneficios del ayuno intermitente
Varios estudios sugieren que el ayuno intermitente no solo es efectivo para perder peso, sino que también tiene beneficios adicionales para la salud. El doctor Mark Mattson, neurocientífico de la Universidad Johns Hopkins, ha estudiado los efectos del ayuno intermitente durante más de 25 años. Según Mattson, este enfoque dietético ha evolucionado junto con la fisiología humana, permitiendo que el cuerpo funcione de manera eficiente durante largos periodos sin comida.
Investigaciones han mostrado que el ayuno intermitente podría proteger contra enfermedades crónicas como la diabetes tipo 2, las enfermedades cardíacas, y ciertos trastornos neurodegenerativos como el Alzheimer. Según el Dr. Alby Elias de la Universidad de Melbourne, estudios en animales han encontrado que el ayuno intermitente puede ayudar a eliminar la proteína beta-amiloide, un marcador clave del Alzheimer.
Además, un estudio realizado en pacientes con diabetes tipo 2 encontró que el ayuno intermitente mejora la tolerancia a la glucosa y reduce los niveles de insulina y la presión arterial. También se ha sugerido que esta estrategia puede reducir el riesgo de enfermedades neurodegenerativas y mejorar la salud cardiovascular, en parte debido a la pérdida de peso y la disminución de la inflamación sistémica.
El endocrinólogo Armen Yerevanián del Hospital General de Massachusetts destacó que, al ayunar, el cuerpo utiliza las reservas de grasa como fuente de energía, lo que contribuye significativamente a la pérdida de peso.
Posibles riesgos y efectos adversos
A pesar de los beneficios, el ayuno intermitente no está exento de riesgos. Hay ciertos grupos de personas para los cuales esta dieta no es recomendable, como los niños, mujeres embarazadas o lactantes, personas con diabetes tipo 1 que dependen de insulina y aquellos con antecedentes de trastornos alimenticios.
Algunos de los efectos secundarios más comunes incluyen fatiga, dolores de cabeza, estreñimiento, náuseas y diarrea. Además, estudios han mostrado que el ayuno intermitente puede reducir la densidad ósea y la masa muscular magra, efectos que pueden mitigarse con una dieta rica en proteínas y ejercicio de resistencia.
Es importante señalar que la restricción calórica prolongada puede conllevar una ingesta insuficiente de nutrientes esenciales, lo que aumenta el riesgo de deficiencias nutricionales a largo plazo.
¿Es sostenible a largo plazo?
El principal desafío del ayuno intermitente es su sostenibilidad a largo plazo. Aunque muchos logran perder peso inicialmente, existe el riesgo de recuperar el peso perdido una vez que se retoma una alimentación habitual. Según Yerevanián, la mayoría de los estudios sobre ayuno intermitente han durado entre 12 y 16 semanas, y pocos han analizado sus efectos durante períodos más prolongados.
Para que el ayuno intermitente sea efectivo a largo plazo, es necesario hacer cambios significativos en el estilo de vida. Esto incluye adoptar hábitos de alimentación saludables y equilibrados, así como incorporar actividad física regular.
Conclusiones
El ayuno intermitente es una estrategia dietética que puede ofrecer numerosos beneficios para la salud, especialmente en términos de pérdida de peso y prevención de enfermedades crónicas. Sin embargo, no es adecuado para todos, y su éxito a largo plazo depende de la capacidad del individuo para mantener el régimen y adaptar su estilo de vida.
Es fundamental abordar el ayuno intermitente de manera equilibrada y personalizada, tomando en cuenta las necesidades individuales y los posibles riesgos. Como cualquier dieta, su efectividad y seguridad dependen de factores como el estado de salud de la persona, su capacidad para seguir el plan y la supervisión de un profesional de la salud.
Para quienes estén considerando el ayuno intermitente, la recomendación es consultar con un médico o nutricionista antes de comenzar, especialmente si tienen condiciones de salud preexistentes.
Ecoportal.net
Con infromación de: https://actualidad.rt.com/
https://www.ecoportal.net/alimentacion/ayuno-intermitente-2/
Pues que estudien a los lamas budistas, llevan 2.500 años haciendo ayuno intermitente, comen muy pronto y no cenan y el siguiente desayuno pasadas 16 h. desde la comida. Y con excelente salud.
Hola N:
Algunos monjes budistas no hacen ayuno intermitente, ayunan. Eso significa que desdeñan la ingesta de alimentos y sólo la preocupación por el cuerpo, les hace consumir algún alimento en muy poca cantidad.
Esto se produce cuando los lamas se encuentran de retiro, por ejemplo en cuevas o lugares solitarios donde la meditación alcanza las cotas más altas.
Mi guru estuvo 18 años realizando retiros en el Tíbet, Durante estos un asistente llevaba comida , pero esta generalmente, era retirada sin tocar. Esto era según mi guru porque la meditación profunda, alimentaba y proporcionaba todo lo necesario, además salir de un estado contemplativo gozoso para ingerir comida, requería voluntad.
La mente es la mejor reguladora de nuestra salud.
Pues pienso que podía haber utilizado ésos 18 años en hacer algo provechoso para los demás, en vez de estar mirándose el ombligo.
Lo que hacía es mas provechoso para la humanidad, que lo que tu o yo podamos hacer en 1000 vidas.
Yo lo entiendo
Tu ni siquiera lo entiendes.
Éso lo dices tú. Y solo lo crees tú y tus correligionarios.
Lo dicen el 7% de la población mundial del planeta.
Pues el 7% ( 500 millones ) no es que sea una secta muy numerosa que digamos. Cuatro gatos mal contados.
Menos mal que la ley de protección animal nos ampara a los gatos
Sí, pero también obliga a que seáis castrados. Si éso no te parece un atentado a la dignidad animal, háztelo mirar.
Es un atentado contra la dignidad animal.
Los que hicieron la ley sopesaron
a)Si no se castran pueden procrear y entonces los dueños los tendrán que matar
b)Si se castran, es un mal menor, pero se garantiza que nadie va a seguir criando animales para sus fines.
No hay soluciones fáciles, el ser humano hoy, necesita las mascotas porque ya no soporta a los demás seres humanos, ni quiere tener hijos ni comprometerse en relaciones en las que habría que ceder para convivir.
Nos hemos convertido en monstruos, capaces de tomar como objetos a todos los seres vivos y jugar con ellos para sentirnos superiores y mejorar esa autoestima tal y como lo manda nuestro ego.