A estas alturas a nadie le sorprende la urgencia de reducir, al máximo, las emisiones de gases de efecto invernadero en todo el mundo. Ni tampoco la importancia que tiene, actualmente, la economía circular y la descarbonización de la economía global.

Todos ellos han dejado de ser retos u objetivos de los países para convertirse en una prioridad mundial. Ante tal escenario, el desarrollo de los gases renovables como el biometano se ha convertido en pieza indispensable de todas las agendas y rutas que pretenden dar una solución a la transición ecológica.

Biometano, el gas renovable del futuro

El biometano se perfila como una de las grandes soluciones para avanzar en la descarbonización. Tiene cualidades similares a las del gas natural y puede distribuirse a través de la infraestructura gasista existente. Por lo tanto, no va a exigir grandes inversiones.

Producido a partir de desechos orgánicos ganaderos, agrícolas o industriales, o procedentes de vertederos y plantas de aguas residuales, el biometano es un excelente ejemplo de economía circular en el sector energético.

Este gas renovable supone no solo una fuente de ingresos complementaria para el medio rural, sino que también mejora la calidad del aire y reduce el impacto medioambiental de los fertilizantes químicos al ser sustituidos por el fertilizante de alta calidad obtenido: el digestato.

Además, este gas combustible neutro en carbono puede tener, incluso, emisiones negativas de CO2. Un ejemplo: la transformación de las deyecciones ganaderas en gas renovable puede evitar emitir a la atmósfera el 200% de las emisiones de CO2 correspondientes al combustible fósil sustituido.

La alternativa más eficiente y sostenible

Actualmente, España es el tercer país europeo productor de biometano gracias, en parte, al aprovechamiento de la infraestructura de gas natural existente que permite universalizar el consumo de este combustible de origen biológico.

Según el Estudio de la capacidad de producción de biometano en España 2023, publicado por Sedigas, el potencial total accesible en España de biometano es de 163 TWh/año. O lo que es lo mismo, representa más del 40% de la demanda anual.

Tal es su importancia en el desarrollo del territorio que, en marzo de 2022, se aprobó la Hoja de Ruta del Biogás para afianzar el despliegue de esta energía en España. Este plan pretende, además, multiplicar por 3,8 su producción de aquí al año 2030.

Más tarde, el borrador de la revisión del PNIEC, publicado en junio de 2023, incrementa la producción de biogás y biometano, hasta duplicar lo estimado en la Hoja de Ruta del Biogás, llegando a los 20 TWh en 2030.

Concretamente, se espera que el biogás y biometano contribuirán a que España alcance el objetivo de un 25% de energías renovables en el transporte y un objetivo conjunto de biocarburantes avanzados y combustibles renovables de origen no biológico de al menos del 11% en 2030.

Un hito muy importante porque, en España, al menos un 40% de las emisiones de CO2 no tienen alternativa electrificable. Aquí los gases renovables ofrecen la alternativa más eficiente.

Más de 60 proyectos en marcha y miles de puestos de empleo

Pero el biometano también tiene un gran impacto en la creación de empleo en España, especialmente en las zonas rurales. Se calcula que genera cerca de 22.000 empleos directos y más de 40.000 indirectos asociados, entre otros, al mantenimiento de las plantas de biometano.

Finalmente, impulsa la digitalización del sector rural al fomentar la ingeniería nacional de primer nivel para la obtención del biometano. Es mucho el potencial en I+D que aprovecha oportunidades como la digitalización del tracking de residuos empleados y la certificación de la garantía de origen para que la transición justa en el mundo rural sea una realidad.

Por lo tanto, la esperanza medioambiental se sustenta, principalmente, en los gases renovables, siendo el biometano uno de los más importantes actualmente. Es, además, parte de la estrategia de Naturgy y clave en su plan de negocio y de acción climática.

Y es que, sin duda, si en algo coinciden los expertos es que para fomentar la penetración de los gases renovables como vector energético es necesario desarrollar toda su cadena de valor. Es decir, desde su obtención hasta su uso en los sectores de demanda final.

Y en este camino trabaja Naturgy, que desarrolla proyectos desde la gestión del residuo y la producción del biogás hasta la producción, distribución y comercialización del biometano.

“El gas renovable tiene un papel fundamental en la descarbonización del sector energético y, especialmente, de consumos domésticos como la calefacción. En Naturgy estamos comprometidos con su impulso con una cartera que suma ya tres plantas en operación y decenas de proyectos en desarrollo o construcción”, explica José Luis Gil, director general de Gases Renovables de Naturgy.

Estas plantas, que están inyectando en la red de gas, demuestran que Naturgy es una empresa pionera en el desarrollo del biometano en España. Concretamente, la Unidad Mixta de Gas Renovable produce biometano a partir de biogás obtenido en el proceso de depuración de aguas residuales.

Por otro lado, la Planta Elena, en Cerdanyola del Vallès, produce biometano a partir del biogás que se obtiene de residuos sólidos municipales. Esta planta marcó un hito en la transición energética de España con la primera inyección de gas renovable procedente de vertedero en la red de distribución.

La tercera de sus plantas es la que opera en la explotación ganadera de Porgaporcs, en el municipio de Vila-Sana (Lleida), con una capacidad de producción equivalente al consumo de gas de unos 6.000 hogares.

La compañía, con amplia experiencia en el desarrollo del gas renovable a escala comercial, tiene más de 60 proyectos en marcha o en desarrollo donde se impulsa la producción y distribución de este gas renovable.

Finalmente, la compañía tiene otras instalaciones que están en desarrollo avanzado o construcción como la de Utiel (Valencia), que será la quinta instalación de biometano operada por el Grupo y cuya producción alcanzará los 20 GWh anuales; o la de Utrera (Sevilla).

Esta última producirá anualmente 40 GWh de biometano, equivalente al consumo de más de 10.500 hogares, a partir del tratamiento de 68.000 toneladas de residuos agroganaderos de la zona.

En definitiva, Naturgy está bien posicionada para aprovechar la oportunidad que ofrecen los gases renovables para avanzar hacia la descarbonización. La empresa está dispuesta a desplegar importantes inversiones y recursos en este negocio y ser toda una referente en esta transición.