Las sorprendentes similitudes entre petroglifos casi idénticos descubiertos en lugares tan alejados entre sí como la cueva Fugoppe, en Japón, el Nine Mile Canyon, del estado de Utah o el yacimiento prehistórico de Gobustán, en Azerbaiyán, muestran inquietantes conexiones entre culturas antiguas, unas conexiones -en cualquier caso- no reconocidas por la ciencia oficial.

Dando un salto en el tiempo, resultan más inquietantes si cabe, las asombrosas semejanzas entre un bajo relieve del dios del Nilo en el templo de Filae y la representación más antigua conocida de la Serpiente Emplumada en Mesoamérica, la llamada Estela 19 de La Venta.

Extrañas y antiguas conexiones que muestran los mismos dioses

Podríamos añadir este mapa de símbolos de la Edad de Piedra encontrado en varias cuevas alrededor del mundo y que revela cómo los sistemas de protoescritura utilizados por nuestros ancestros, pese a vivir en diferentes continentes podían a veces compartir los mismos ideogramas, los más comunes de los cuales están representados en el mapa. ¿Cómo es posible?

«Una cosa es que dos seres humanos que vivan en las antípodas puedan diseñar un instrumento con cuerdas para tocar música y otra muy distinta es que sean capaces de tocar la misma sinfonía sin que mediara contacto cultural alguno» -declara Josep Guijarro. El responsable de contenidos de espaciomisterio acaba de publicar en Luciérnaga, El Secreto de los aliens una fascinante aventura por cuatro continentes en busca de yacimientos arqueológicos, relatos legendarios y evidencias que respalden que la Tierra fue visitada en un pasado remoto por seres provenientes de otros planetas que, a su juicio, influyeron decisivamente en nuestro devenir como especie y en nuestras creencias, dado que «nuestros ancestros adoraron a estos seres como dioses.»

La Tierra fue visitada por seres de otros planetas que influyeron en nuestro devenir como especie y en nuestras creencias

«No pretendo convencer a nadie, -confiesa Guijarro- sólo quiero hacer partícipe al lector de mis reflexiones y preguntas». Entre ellas: ¿quién nos enseñó a cultivar la tierra o domesticar animales? ¿Hubo una injerencia externa en la evolución humana? ¿Cuál es la razón de la obsesión de los pueblos del pasado por algunas estrellas?

La narrativa de las visitas extraterrestres, antes confinada a los sectores marginales de la contracultura y a los teóricos de la conspiración, ha conseguido conectar con la sociedad gracias al auge de las redes sociales y a la clase política dominante que no ha sabido dar una respuesta sólida a la demanda de transparencia y que apenas se ha alejado de los argumentos tradicionales para desacreditar el asunto.

En este libro, en realidad una edición ampliada y actualizada con más doscientas páginas de su éxito Aliens ancestrales, desmitifica muchos clásicos de la teoría de los antiguos astronautas, como los jeroglíficos del templo de Abydós, en Egipto o las famosas momias tridáctilas del Perú, pero en contrapartida proporciona nuevas e interesantes claves acerca del origen de la cosmología y cosmogonía de la religión de los faraones.

Para la elaboración de este libro, Guijarro ha recorrido más de una docena de países y ha recabado la opinión de numerosos expertos nacionales e internacionales.