El Centro para la Democracia Digital (CDD), organización estadounidense sin ánimo de lucro, ha publicado un informe en el que examina cómo las tecnologías de televisión conectada y Smart TV están incorporando herramientas que sirven para extraer datos del usuario, con el objetivo de dirigir anuncios personalizados.
Hace unas semanas ya comentamos que LG estaba empezando a introducir anuncios en forma de salvapantallas en sus televisiones inteligentes. La industria audiovisual (Netflix o Disney+) y fabricantes tecnológicos (Samsung, LG, Google, Amazon o Vizio), en su conjunto, buscan un modelo de generación de ingresos basados en la publicidad segmentada, y las nuevas capacidades de las Smart TV para registrar nuestros hábitos de consumo, de manera similar a lo que ocurre en Internet con las cookies publicitarias, preocupa a organismos en defensa de los usuarios como el CDD.
El informe, titulado «Cómo nos observa la televisión: Vigilancia comercial en la era del streaming», se centra en lo que ocurre en Estados Unidos, pero sus hallazgos y advertencias también sirven de aviso a los ciudadanos de la Unión Europea, aunque estemos algo más protegidos gracias a las leyes de privacidad comunitarias.
Sus autores indican: «El negocio de streaming de televisión por cable de EE. UU. ha incorporado deliberadamente muchas de las prácticas de marketing de vigilancia de datos que han socavado durante mucho tiempo la privacidad y la protección del consumidor en el mundo en línea ‘más antiguo’ de las redes sociales, los motores de búsqueda, los teléfonos móviles y los servicios de video como YouTube».
Tecnología al servicio del marketing
De esta forma, lamentan que las mismas técnicas con las que se extraen datos y analizan comportamientos en las redes sociales e Internet están llegando también a los televisores inteligentes.
Algunas de estas herramientas son:
- Identificaciones sin cookies.
- Gráficos de identidad que combinan varias identificaciones para vincular la actividad en dispositivos y ubicaciones.
- Software de reconocimiento automático de contenido (ACR) que analiza lo que hay en la pantalla.
- Segmentación de anuncios basada en IA que «analiza el texto, las imágenes y el sentimiento de una escena, determina una puntuación emocional y luego coloca anuncios con una puntuación emocional similar».
El informe también critica estas prácticas por parte de los proveedores de canales FAST, como pueden ser Tubi o Amazon Freevie en EE.UU. o Pluto TV en España. Los autores advierten de que la proliferación de canales FAST, esto es, aquellos que proporcionan contenidos de forma gratuita a cambio de pausas publicitarias como la TV tradicional, «permite a los vendedores participar en una mejor colocación de productos al incorporar sus marcas directamente en el contenido de la programación para dirigirse a los espectadores individuales».
Allá por 2017, el fabricante estaodunidense de Smart TV Vizio tuvo que pagar una multa de más de dos millones de dólares por recopilar los historiales de visualización de 11 millones de sus Smart TVs sin el consentimiento de los usuarios, emparejando esta información con información demográfica específica a los datos de visualización, como sexo, edad, ingresos, estado civil, nivel educativo y propiedad, tamaño y valor de la vivienda.
El CDD ha enviado este informe a varios organismos supervisores: la Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos, la Comisión Federal de Comunicaciones y los reguladores de privacidad de California. En el apartado de referencias, indican: «Es importante destacar que en la Unión Europea la privacidad se considera un derecho humano fundamental«.
Integrado en el software de la TV
Una de las herramientas de vigilancia «clave» es el ACR, en el que trabajan de una forma u otra LG (con su división LG Ad Solutions) o Samsung, por ejemplo.
Esta tecnología es capaz de rastrear y analizar el contenido y la publicidad que aparece en la pantalla de la TV. Tal y como lo describen desde una publicación sectorial, el ACR «está integrado dentro del sistema operativo de un televisor, donde captura capturas de pantalla fotograma a fotograma del contenido. ACR ingiere píxeles en la pantalla para asignar un valor a cada fotograma, que se considera una ‘huella digital desconocida’ en esta etapa», explican.
«El software luego envía estas ‘huellas digitales’ a una base de datos que registra el contenido disponible en la TV para encontrar una coincidencia conocida e identificar el contenido. Una vez que ACR identifica el programa, puede vincular esos datos de visualización a un hogar específico«, detalla la revista AdExchanger.
Como vemos, la era del streaming no ha acabado con la publicidad en la televisión, ni muchísimo menos. Por el contrario, la irrupción de la tecnología en el sector audiovisual está potenciando las posibilidades del marketing. Es posible que, no dentro de mucho, veamos ocurrir en el sector de las televisiones algo similar a la vuelta a los teléfonos tontos en el sector de los smartphones; una preferencia por dispositivos con menores capacidades.