Cinco claves sobre el hidrogeno verde

Las ventajas de este vector energético ante el reto de la descarbonización
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El hidrógeno constituye aproximadamente el 75 % de la materia del Universo, según el Centro Nacional de Hidrógeno, pero generalmente se encuentra combinado con otros elementos como el oxígeno formando moléculas de agua, o al carbono, formando compuestos orgánicos.

1.- ¿Qué es el hidrógeno verde?

El hidrógeno es un gas incoloro, inodoro y muy reactivo que puede transformarse en energía o combustibles sintéticos. Dependiendo de su forma de producción, el hidrógeno se denomina con distintos colores. No se han identificado cantidades significativas de hidrógeno que pueda extraerse directamente de la naturaleza, por eso hay que producirlo. Si en su producción se utilizan fuentes de energía renovable, estamos hablando de hidrógeno verde.

2. ¿Por qué el hidrógeno verde?

En un mundo concienciado sobre la necesidad de combatir el cambio climático, la transición energética y la descarbonización se convierten en algo prioritario. El hidrógeno verde y sus derivados (amoniaco y metanol verdes) permiten descarbonizar los sectores que no se pueden electrificar. Sus propiedades lo convierten en un elemento renovable capaz de proporcionar energía segura, económicamente competitiva y libre de emisiones de CO2.

El hidrógeno verde es, por tanto, clave para reducir los gases de efecto invernadero y cumplir con los objetivos marcados para 2050 en la lucha contra el cambio climático. Así que vamos a ver cómo se produce y cuáles son sus grandes ventajas para convertirse en el combustible del futuro.

3.- ¿Cómo se produce?

hidrógeno verde electrolítico se produce a través electrólisis del agua. Es el método de producción más común, y consiste en separar los componentes de la molécula de agua (oxígeno e hidrógeno) mediante electricidad de origen renovable, un proceso que no genera emisiones de CO2 y por eso da como resultado hidrógeno verde o renovable.

Otra forma de producir hidrógeno es a través del reformado de metanoque se obtiene al hacer reaccionar el metano, una molécula presente de forma mayoritaria en el gas natural en cuya composición hay hidrógeno y carbono, con vapor de agua a alta presión y temperatura. En el proceso de producción se libera hidrógeno y también CO2. Este es el método más utilizado actualmente, y se le denomina comúnmente hidrógeno gris.

Si el metano se reemplaza por biometano, el hidrógeno obtenido mediante el proceso de reformado será hidrógeno verde o renovable, en lugar de gris. En esta ocasión es obtenido de forma distinta al de origen electrolítico (rotura de la molécula de agua en oxígeno e hidrógeno), ya que el biometano es un biocombustible de segunda generación que se obtiene a partir del biogás, y éste se produce de forma natural a partir de la descomposición de residuos orgánicos.

La producción del hidrógeno verde y sus derivados es clave para avanzar en la transición energética y desde el ámbito empresarial se están activando proyectos que ponen foco en este vector energético. En este sentido, en el marco de su estrategia Positive Motion, Cepsa está desarrollando el ‘Valle Andaluz del Hidrógeno Verde’, el proyecto más ambicioso de hidrógeno renovable de España y uno de los más importantes de Europa, que permitirá acelerar la transición energética y conseguir una mayor independencia energética del continente. Su objetivo es liderar en 2030 la producción nacional, con una capacidad equivalente de 2 GW y ser la puerta de entrada de Europa.

Con una inversión prevista de más de 3.000 millones de euros, contará con dos centros de producción en Andalucía, un territorio que reúne todas las condiciones para ser uno de los más competitivos del mundo en la producción de hidrógeno y sus derivados: ubicación estratégica, la abundancia de sol y viento, una red eléctrica robusta extendida por toda la geografía y una infraestructura portuaria de primer nivel. El objetivo es que los centros, uno en Palos de la Frontera (Huelva) y otro en San Roque (Campo de Gibraltar, Cádiz), produzcan hasta 300.000 toneladas de hidrógeno verde al año.

Además, su construcción permitirá impulsar la producción de biocombustibles 2G y productos derivados como el amoniaco y metanol verdes, que contribuirán a la descarbonización de los clientes industriales de la compañía y del sector del transporte pesado terrestre, marítimo y aviación.

4.- ¿Cómo se transporta?

El hidrógeno verde puede transportarse en forma pura en contenedores por vía terrestre y ferroviaria, en buques y mediante hidroductos. Para ello, debe comprimirse o licuarse, aunque también puede ser combinado con otros elementos para generar productos portadores, que permiten transportarlo como una molécula diferente, sean líquidos orgánicos portadores de hidrógeno (LOHC) o inorgánicos, amoniaco verde.

Gráfico de elaboración propia sobre los modos de transportar el hidrógeno verde

Hasta que termine de desarrollarse la red de tuberías necesaria, también conocida como European Hydrogn Backbone, el transporte marítimo se postula como la vía natural necesaria. En este sentido, el desarrollo del Valle Andaluz del Hidrógeno Verde posicionará a los puertos andaluces como referentes mundiales en los corredores internacionales del hidrógeno verde. Por este motivo, Cepsa ha alcanzado un acuerdo con el Puerto de Róterdam para crear el primer corredor del hidrógeno verde que unirá el sur y el norte de Europa, enlazando también con otros puertos como el de Singapur.

5.- Ventajas del hidrógeno verde

El hidrógeno verde se ha convertido en un aliado imprescindible de la transición energética. Resumimos aquí sus principales ventajas:

Energía sostenible

El hidrógeno verde no genera emisiones de gases de efecto invernadero; lo único que genera en su combustión es agua en forma de vapor.

Capacidad de almacenamiento

Puede almacenarse como gas a presión o en forma de productos derivados como el amoniaco o el metanol verdes.

Almacenable por largos periodos de tiempo

El hidrógeno puede lograr un almacenamiento de energía a largo plazo, lo que lo convierte en una opción más viable para almacenar la electricidad proveniente de las energías renovables que el uso de baterías

Facilidad de gestión y transporte

Se puede transportar junto al gas natural aprovechando la red de gasoductos existente, o mediante una red de hidroductos construida ad hoc. Al poder transportarse en forma de amoniaco, o de metanol, se facilita también su traslado bajo esta forma.

Clave en la descarbonización

Su proceso de producción no genera emisiones de CO2, convirtiéndolo en un elemento clave en la descarbonización de los sectores de difícil electrificación, como la industria y el transporte aéreo, marítimo y terrestre.

https://www.elplural.com/economia/empresas/claves-hidrogeno-verde-descarbonizacion_336640102

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