Europa es La Meca de las corrientes seudoecologistas, de la Agenda 2030 y la transición energética, cuyo mascarón de proa es el coche eléctrico, un nuevo dispositivo que debería acabar con los viejos motores de combustión para respirar un aire más limpio.
Más allá de la transición energética, el objetivo real era preservar el dominio de las grandes potencias occidentales sobre las nuevas tecnologías que estaban llamadas a ser el futuro corazón industrial de los mercados internacionales. Los países emergentes se quedarían con las energías “sucias” y los europeos con las “limpias”.
Además de su utilidad para un sector como la automoción, las baterías también son fundamentales para los equipamientos militares.
Por eso los suecos crearon Northvolt, una empresa de baterías para abastecer a la nueva industria automotriz europea, aunque los planes se han desplomado. La empresa abandona sus proyectos, despide a los trabajadores y lucha por su supervivencia.
Europa acabó con las energías tradicionales antes de tener las nuevas en marcha. Mientras China y Estados Unidos encabezan la carrera de las baterías, las fallas estratégicas y las ambiciones mal calibradas del Viejo Continente están cada vez más presentes.
A pesar de los 15.000 millones de dólares recaudados desde su fundación en 2016, Northvolt no ha cumplido sus promesas de producción y se encuentra con las arcas vacías. Lo que se suponía que iba a simbolizar a las políticas verdes de Europa, es un fiasco.
Se veía venir. A finales del año pasado Northvolt perdía un contrato fabuloso con BMW y en Suecia los medios de comunicación empezaron a destacar los retrasos preocupantes y un umbral crítico para la empresa verde.
El gobierno sueco proporcionó algunos subsidios, pero no fue suficiente. Como todos los planes seudoecologistas, los sueños era demasiado ambiciosos. Europa ha perdido la partida con China. Las nuevas tecnologías llegrán de Oriente, no de Occidente.
Una vez en ruinas, el primer ministro Ulf Kristersson rechaza categóricamente la nacionalización de Northvolt y la socialdemocracia le acusa de pasividad porque la empresa debía ser estratégica. Está en juego la autonomía industrial y militar europea.
Un símbolo del fracaso europeo de las políticas verdes: Northvolt
Alemania crea una base de datos para militarizar a la sociedad
Los ejércitos europeos no tienen armas pero, aunque las tuvieran, tampoco tienen quién las dispare. En los ochenta se profesionalizaron, pero los europeos no quieren ir a filas ni aunque les paguen. Se han convertido en fuerzas minúsculas, incapaces de participar una guerra entre iguales.
El ejército alemán envejece y, además, sufre una grave escasez de efectivos. Cada año se ponen a disposición 15.000 plazas y sólo se cubren dos tercios de ellas. Así, quedan vacantes 5.000 plazas. Los jóvenes ni siquiera se animan a alistarse aireando el espantajo de la “amenaza rusa”. El 20 por cien de los reclutas abandona el ejército a los seis meses de alistarse.
En junio el número de soldados no llegaba a 180.000 soldados. El gobierno quiere llegar a los 460.000 pero no sabe cómo. ¿Conscriptos?, ¿voluntarios?, ¿ambos? En caso de guerra, el gobierno de Berlín tampoco sabría siquiera lo que tiene que hacer, ni a quién llamar a filas.
Parece que quieren dar marcha atrás, volver al servicio militar obligatorio. El gobierno alemán lo ha anunciado de una manera críptica, con un proyecto de ley que estipula que todos los hombres que cumplan 18 años a partir del próximo año deberán completar un cuestionario digital para confirmar (o no) su voluntad y su capacidad para participar en el servicio militar.
Es otro censo que, además de controlar la opinión de sus ciudadanos, les debe servir como base de datos para la militarización de la sociedad civil.
Ya que el espantajo de la “amenaza rusa” no cuaja, el gobierno espera despertar el interés de los jóvenes por una posible carrera militar. Intentará identificar a los más motivados para ofrecerles una entrevista con vistas a una posible formación que podría durar entre 6 y 23 meses. La formación se retribuiría en función de los perfiles observados.
Las mujeres también podrán participar en el censo, pero sólo de forma voluntaria. Si se votara la ley, podría marcar el regreso del servicio militar, apenas catorce años después de su desaparición.
Otra opción que ya expusimos en una entrada anterior es la de reclutar extranjeros y como su motivación castrense es nula, el gobierno podría prometerles la nacionalidad, después de varios años en filas.
Lo de alistarse para “viajar por el mundo” no tuvo mucho éxito. El ejército alemán estuvo en Mali hasta el año pasado y llevó a cabo una operación de evacuación en Sudán, pero esos países nunca han sido destinos turísticos apetecibles.
En fin, los intoxicadores alemanes pronostican una guerra con Rusia para dentro de cinco años, pero esta vez no tendrán un ejército de un millón de soldados, como en 1941. Ni siquiera conseguirán llegar a la mitad. Tienen que insistir más en eso de la “amenaza rusa”, crear videojuegos y series de televisión para meterles el miedo en el cuerpo…
Hacen falta más folletos publicitarios del Bunderwehr como éste:
Letonia impone el servicio militar obligatorio a las mujeres
Letonia pretende imponer el servicio militar obligatorio para las mujeres a partir de 2028, anunció Andris Spruds, ministro de Defensa y miembro del partido “Progresistas”. Los motivos son la igualdad de género y la necesidad de reforzar el ejército, que quiere reclutar 4.000 nuevos efectivos.
“La igualdad de género juega un papel importante en el ejército”, explicó Spruds, justificando la idea del alistamiento obligatorio de las mujeres. El servicio militar obligatorio femenino ya está en vigor en Noruega y Suecia, y Dinamarca planea introducirlo pronto. Spruds señaló a estos países como ejemplos de modernización de las tropas a través de una participación “inclusiva”.
El comandante de las Fuerzas Armadas de Letonia, Leonid Kalnins, expresó su apoyo a la medida, subrayando que era esencial para cumplir con los requisitos de reclutamiento. Actualmente el ejército letón depende del reclutamiento parcial y de voluntarios, pero desde la entrada en la OTAN las necesidades de personal son cada vez más apremiantes.
Kalnins mencionó el objetivo de 4.000 reclutas para 2028, una cifra muy ambiciosa en comparación con los 578 actuales. Según él, sin el reclutamiento de mujeres, este objetivo sería difícil de alcanzar.
También destacó que el reclutamiento femenino podría alentar a más hombres a alistarse voluntariamente en el ejército, reduciendo así las salidas al extranjero para evitar el servicio militar.
Si bien el servicio militar obligatorio para las mujeres no gozaba anteriormente de un amplio apoyo entre los ciudadanos letones, la histeria antirrusa está calando en la sociedad y lo justifica casi todo.
Lo mismo que Polonia, Letonia también ha emprendido la construcción de zanjas antitanques a lo largo de sus fronteras con Rusia y Bielorrusia. Estas fortificaciones, destinadas a impedir cualquier movimiento de vehículos blindados en caso de guerra, forman parte de un plan bélico coordinado por la OTAN. Ya se están construyendo las primeras estructuras de defensa en la frontera ruso-letona.
Alemania crea una base de datos para militarizar a la sociedad
Asistimos a una mentira más del capitalismo y el mercadeo. Nos venden una » Europa verde » y, mientras, cada vez Europa es menos verde.
Cualquiera que viva en el campo o suela visitarlo habrá notado, es imposible no hacerlo, como ha disminuido, incluso hasta desaparecer, la masa verde vegetal; siendo sustituida por enormes extensiones de parcelas yermas convertidas en granjas fotovoltaicas y campos eólicos. Estamos acabando con el campo para implantar enormes molinos y mares de placas solares. Gigantescas extensiones de terreno sin apenas fauna ni flora. Pero nos venden que somos más » verdes » y todos tan contentos.
Europa, especialmente España, está sacrificando el campo para alimentar los » juguetitos » electrónicos de los urbanitas. Mucho cemento y asfalto, mucho trasto electrónico y apenas árboles, prados y animales. Esto es lo que están implantando los » ecológicos de saldo y baratillo «.
Generalmente tenemos lo que nos merecemos.
Hola Jose:
Me alegro de poder leerte, espero que la DANA no te causará demasiados daños.
Te invito a dar tu opinión sobre el tema
Un abrazo
Hola amigo, gracias por tu interés.
No, la DANA afectó poco a ésta zona. Básicamente llovió más de lo habitual, aunque sin virulencia, y sí que nos afectó el fuerte viento asociado, con árboles y palmeras caídas y carreteras cortadas por ello, pero poco más. Episodios aislados de zonas encharcadas y sobre todo mucho viento y muy fuerte. Colegios cerrados, actividades al aire libre canceladas y recomendación de no transitar las calles. Nada ni de lejos comparable al desastre del área metropolitana de Valencia.
Mi opinión sobre el tema sería muy extensa y con muchas aristas. Intentaré condensarlo en breves comentarios aquí y en otras entradas. En éste asunto hay dos partes diferenciadas. Lo que ocurrió y cómo se gestionó lo que ocurrió.
Sobre lo que ocurrió, se puede resumir en que el agua no busca los lugares habitados para discurrir y anegar, somos los humanos los que construimos en los lugares por donde transita el agua en las crecidas y torrentes. En ésa misma zona se produjo un evento similar en 1957, a raíz del cual se desvió el cauce del Turia para evitar problemas futuros en Valencia ciudad, y toda la parte sur de ése nuevo cauce eran terrenos agrícolas. Bancales de frutales mayormente sin apenas casas aisladas. PERO como pasaba el tiempo y no volvía a repetirse lo mismo, a algún lumbrera iluminado, político obviamente, se le ocurrió la nefasta idea de recalificar ésos terrenos, que hasta ése momento eran rústicos no urbanizables, y convertirlos en urbanizables. Y ahí se gestó el desastre actual. Se construyeron numerosos núcleos poblacionales, Paiporta, Sedaví, Alfafar, Catarroja, Benetússer,……… y la gente fue poblando éstas zonas que seguían siendo terrenos inundables aunque ya nadie lo recordase.
Pasó el tiempo, llegó una DANA especialmente fuerte y volvió el desastre. Pero los responsables no serán juzgados. ésto es lo que ocurre cuando se construye en zonas en las que no debe hacerse. Puede no gustar pero es así. La culpa es nuestra, no del agua.
Sobre el segundo punto, cómo se gestionó lo que ocurrió. Básicamente se hizo todo lo que no se debía y no se hizo todo lo que se debía. Ha habido una gestión pésima, lenta y caótica. Muy criticable pero totalmente inútil para las víctimas.
Los que vivimos aquí sabemos que es zona de gotas frías, ahora llamadas DANAS, y es un fenómeno habitual que se da todos los años. Varían las zonas afectadas y la intensidad, pero siempre ocurren. Si éso hubiese sucedido sobre zona agrícola, que es lo que era, con campos de naranjos y mandarinos, la cosa no habría pasado de daños materiales. Pero había pueblos ahí y la cosa ha sido peor. Aquí nos tocó en 2019 y hubo pérdidas y víctimas, otros años ha sido en Murcia o en Castellón o en Gandía,……….siempre hay gotas frías aquí, generalmente en septiembre o principios de octubre, con borrascas que entran de levante y se llenan de agua por el Mediterráneo aún recalentado por el verano, y seguirá habiéndolas. Pero es que cada vez somos más y vamos invadiendo las zonas por las que habitualmente discurre el agua cuando llega de forma violenta y masiva.
Lo peor es la gente que pierde su vida por vivir en un sitio que nadie le avisó de que era inadecuado.
Mi apoyo a todos los valencianos. Un abrazo.