Marcelo Duclos.- “Una de las cosas que haré al principio del mandato será cerrar el departamento de Educación en Washington y enviar todo el trabajo del sistema educativo a los estados. Queremos que ellos se dediquen a la educación de nuestros hijos, porque harán un trabajo mucho mejor. Gastamos el triple por alumno que cualquier otra nación, pero, aún así, estamos al fondo de la lista. No podríamos hacerlo peor. Terminaremos con el sistema de Educación desde Washington, cerraremos todos los edificios, donde incluso hay gente que odia a nuestros hijos, y enviaremos todo el sistema a los estados”.
De esta manera, el presidente electo de los Estados Unidos, Donald Trump, confirma que cumplirá con una de sus principales promesas de campaña. Elon Musk compartió el mensaje de Trump desde su cuenta de X diciendo que la propuesta se trata de una “buena idea”.
Sin dudas que la iniciativa se trata de una excelente noticia para los Estados Unidos, un país donde el federalismo ha hecho aportes importantes en materia de competencia, incluso lejos del ámbito económico, como es en el caso de la justicia, donde se permite establecer mediante contratos libres los estados donde se litigarían eventuales conflictos.
Mientras más lejos están las administraciones de los servicios públicos de los consumidores más proliferan los desincentivos, tanto en materia económica como de ofrecer un buen servicio. Muchas veces en diversos países cuando algo no funciona en los distritos, gobernadores, intendentes o alcaldes apelan a una responsabilidad que les excede.
Ahora, además de un control que se incrementará por parte de los padres, quienes sí tendrán un funcionario cercano para irle a reclamar, los gobernadores deberán ofrecer un buen servicio, ya que, de no hacerlo, lo pagarían muy caro en las urnas.
En el primer gobierno de Trump, Betsy DeVos fue la secretaria de Educación a nivel nacional. Una mujer que cuenta con muy buenas ideas, no solamente en materia de descentralización, sino de homeschooling y modelos alternativos. Sería muy importante que esta visión impere en los estado republicanos, aliados al presidente, para que el cierre de la secretaría a nivel nacional sea solamente el principio de una reforma mayor y más ambiciosa: liberar por completo el sistema educativo, para brindarles más posibilidades de elección a los padres, además de capacitar mejor a los niños para un mundo que se ha modernizado mucho más que los sistemas políticos tradicionales.
Una buena noticia de Trump: cerrará el departamento de Educación en EEUU