Después de haber escrito sobre la entrada de Neptuno en Aries, lo que ocurrirá el 30 de Marzo de este nuevo año, y que no ha ocurrido desde hace 165 años, he dejado este espacio especial para hablar de la Conjunción con Saturno que se formará poco después, cuando Saturno ponga su pie por primera vez en 29 años, en este signo del guerrero, el 25 de Mayo. En ese momento se encontrarán a menos de 2º de orbe, modalidad que continuará por el resto del año, con algunas variantes hasta que la Conjunción se forme exacta el 20 de Febrero del 2026. Lógicamente esta Conjunción ya la podemos considerar activa a partir de Marzo mientras se pasean por el último decanato de Piscis, correspondiente según Manilius al mismo Piscis, según los decanatos tradicionales a Escorpio.
Las conjunciones de Saturno y Neptuno solo ocurren aproximadamente cada 36 años, lo que las convierte en marcadores significativos de cambio social, cultural y espiritual.
Aries es el primer signo del zodíaco, simbolizando nuevos comienzos, energía pionera y acción audaz. Que Saturno y Neptuno se unan en 0° de Aries (el “Punto Aries”) es un suceso de gran relevancia en la Astrología mundana (eventos a nivel global), ya que sugiere un “reinicio” o un nuevo capítulo audaz a escala colectiva.
Neptuno ha estado en Piscis (su propio signo) desde 2011 y después de entrar brevemente en Aries el 30 de marzo de 2025, retrogradará de regreso a Piscis el 23 de Octubre de 2025, antes de reingresar definitivamente a Aries el 26 de enero de 2026.
Saturno ingresó en Piscis en marzo de 2023 y se trasladará a Aries como he dicho el 24 de mayo de 2025, retrocediendo a Piscis el 1 de Septiembre, para finalmente asentarse en Aries a inicios de 2026.
Su primera conjunción exacta en 0° de Aries tendrá lugar el 20 de febrero de 2026 (con dos pases adicionales más adelante ese mismo año).
Pensado sobre la última conjunción Saturno-Neptuno en Capricornio (sobre la que no he escrito, pues fue antes que yo diera luz a mi blog) que ocurrió entre 1989 y 1990, un período que coincidió con cambios históricos de gran trascendencia: la caída del Muro de Berlín (noviembre de 1989), la disolución progresiva de la Unión Soviética y la transición hacia un nuevo orden mundial. Desde el punto de vista astrológico, este ciclo marcó un momento de “re-configuración” de estructuras y autoridades (Capricornio) en sintonía con un espíritu de disolución de límites y re-alineamiento ideológico (Neptuno). Recuerdas que pasaba en tu vida entonces? (si estabas viva/o)
Uno de los aspectos de Neptuno, considerado la octava más elevada de Venus, que menos se habla, es la necesidad colectiva inconsciente de conexión, balance y armonía con la Humanidad que vive en nuestra psique. Normalmente, nos pasamos la vida mentalmente asociados a la tribu, nuestro entorno, burbuja, o nación, nos olvidamos de las necesidades colectivas. Si observamos lo que pasaba la última vez que Neptuno se paseaba por Aries, tuvimos el importante periodo que terminó con la abolición de la esclavitud, en los Estados Unidos, y en Rusia, el Zar Alejando II abolió la servidumbre, hechos que dejaron ambos países profundamente marcados. Abraham Lincoln, el primer presidente republicano, fue asesinado en 1865. Su liderazgo transformó Estados Unidos, cumpliendo el rol de “héroe y mártir” que puede asociarse a las energías Arianas mezcladas con el idealismo Neptuniano. Viviremos algo parecido esta vez? Convertiremos a muchos de nuestros gobernantes en héroes víctima? Me pregunto..
Es en el reino de Neptuno donde nos hacemos esta pregunta entre la separación del Hombre y Dios. Uno de los motivos es que es en el Mar Neptuniano donde se esconden las memorias de todo aquello que existió antes que nosotros. Sobre todo las experiencias emocionales de nuestros ancestros.
Como dijo Carl Sagan, en su libro «Las sombras de los ancestros olvidados»:
«La gran mayoría de nuestros antepasados nos resultan completamente desconocidos. No tienen nombre, ni rostro, ni rasgos característicos. No hay anécdotas familiares asociadas a ellos. Son irrecuperables, perdidos para siempre. No los distinguimos de Adán. Si un antepasado tuyo de hace cien generaciones —ni hablar de mil o diez mil— se te acercara en la calle con los brazos abiertos y te tocara el hombro, ¿le corresponderías el saludo? ¿Llamarías a las autoridades? La mayoría de nosotros no conserva registros de las memorias de nuestros antepasados más allá de dos o tres generaciones. Una vasta cadena de seres, tanto humanos como no humanos, conecta a cada uno de nosotros con nuestros primeros predecesores.»
En la neblina Neptuniana es donde podemos conectar con memorias que son difíciles de ver nítidamente. Es la niebla. No hay nitidez. Sin embargo algo nos dice que es allí donde radica la información de nuestro ADN y la Fuente de donde emana nuestra consciencia. En la dimensión Neptuniana es donde podemos visitar un nueva cultura, muy lejana de la propia y sentirnos como en casa. Posiblemente más en casa que en la propia familia y país de origen. Este es el tipo de misterios que Neptuno nos presenta. Misterios sin respuesta.
Un monje budista llamado Nanrei Kobori dijo:
“Dios es una invención del Hombre. Por lo tanto, la naturaleza de Dios no es más que un misterio superficial. El verdadero misterio es la Naturaleza del Hombre.”
So queremos investigar un poco más acerca de nosotros mismos y nuestros orígenes, la posición de Neptuno y también de Saturno en nuestra carta astral nos dirán mucho.
Esta extraordinaria conjunción en Aries que no ocurre desde 1703, es decir, el año que se vivió la última conjunción Saturno-Neptuno en Aries y no en el 0º como ahora.
Logicamente el resto de los planetas no estaban igual a ahora tampoco, ya que nunca están igual, pero si miramos qué es lo que ocurría entonces, podemos distinguir las diferencias.
1703 vs. 2026
- En 1703, las noticias se difundían con lentitud y las guerras, aunque grandes para la época, eran más “locales”. En 2026, después de 14 años de Neptuno en Piscis la globalización nos ha llevado a la interconexión global con repercusiones instantáneas y universales; las ilusiones o ideales neptunianos pueden expandirse en segundos.
- En 1703, Europa se dividía principalmente entre católicos y protestantes. En 2026, asistimos a múltiples tensiones: democracia vs. autocracia, desigualdad económica, justicia climática, política de la identidad y dilemas éticos (IA, biotecnología, etc.).
- En 1703, la revolución científica apenas estaba en sus inicios. Hoy, la investigación sobre clima, pandemias y exploración espacial incide en debates políticos—aunque a veces se vea empañada por la desinformación.
- Ahora.. comenzando en este año:
- El binomio Saturno–Neptuno en Aries podría provocar descubrimientos novedosos que quizás ya estamos viviendo con el advenimiento de la IA y sus inimaginables posibilidades.
- Los estados-nación y las organizaciones transnacionales (ONU, UE, etc.) hacen que el mundo sea mucho más interdependiente. Cualquier cambio de gran magnitud en 2026 tendrá un efecto dominó inmediato a nivel global, muy distinto de los conflictos regionales de 1703.
Por tanto…
- Así como 1703 preparó el terreno para grandes trastornos del siglo XVIII y avances de la Ilustración, 2026 podría ser un trampolín que rediseñe la trayectoria del siglo XXI. La conjunción en Aries sugiere comienzos audaces, posiblemente impulsados por crisis. Podríamos presenciar reformas trascendentales y despertares espirituales o ideológicos, o bien conflictos destructivos alimentados por ilusiones y luchas de poder. Es un momento definitorio para la era, que refleja las corrientes transformadoras de aquel pasado lejano, ahora amplificadas en una escala global, veloz e interconectada.
Si tienes más de 30 años, has vivido la última vez que Saturno estuvo en Aries, desde Abril 1996-Marzo 1999. Recuerdas qué desafíos te trajo entonces? Esta vez, aunque estará pasando por las mismas casas de tu carta natal como entonces, nada está igual a ese momento, así que la historia es una oportunidad para que veas lo que has aprendido y evolucionado desde entonces. Las lecciones del pasado, te ayudan en el presente. También significa que un ciclo completo termina y acentuado por el hecho que se junta con Neptuno en el 0º Aries, una profunda conclusión y un verdadero renacimiento están ocurriendo en tu vida. Estos son los momentos en que puedes comprender que un ciclo de tu vida ha concluido y estás al borde de un nuevo capítulo, quizás uno de los más importantes de tu vida.
Aunque no sabemos lo que esta Conjunción en Aries, de dos gigantes arquetipalmente opuestos se trae a nivel personal y mundial, si sabemos que pueden confrontarnos con el hecho que para que las cosas pasen en la vida debemos arriesgar, dejar el confort de nuestra burbuja diaria y atrevernos a creer que quizás es posible realizar nuestros sueños. Muchos de nosotros cuando pensamos en un proyecto o la realización de alguna idea, a menudo sobrestimamos los riesgos y subestimamos las oportunidades. Esto tiene un efecto paralizante y caemos en la desidia y el no hacer, llenos de excusas para justificarlo. Aries va rápido, Neptuno puede difuminar los límites de la realidad, y Saturno los establece. Podrías oscilar entre períodos de hiper-entusiasmo y grandes visiones (Neptuno en Aries) y repentinas confrontaciones con la realidad más sobria (Saturno en Aries).
Tendremos un Conflicto entre sueño y realidad, ya que Neptuno es conocido por las ilusiones; Saturno, por las verdades duras. Esta Conjunción nos obligará a buscar una reconciliación: algunos sueños pueden disolverse si no son viables, pero los que sobreviven pueden volverse más fuertes y tangibles.
La energía Aries es contagiosa y estimulante. No hay imposibles para este signo del zodíaco y después de 14 años «scrolling» en Instagram y Tic-Toc con Neptuno en Piscis, este primer signo de Fuego viene a levantarnos de la silla y a actuar. Aries, además de ser el Primer signo de Fuego es también Cardinal, por tanto la palabra que lo describe es Acción. Con la ayuda de Saturno que nos obliga a planear, es posible que este dúo nos traigan un año lleno de acciones que harán posible re-imaginar nuestro futuro de una forma sólida y comprometida. Recuerda, sin Riesgo no hay avance.