Considerar al racismo como una enfermedad puede no ser tan desacertado ahora que se sabe que, en parte, es ‘curable’. El fármaco beta bloqueante propranolol, que se usa en el tratamiento de la hipertensión, cura también el racismo, según afirman los científicos británicos de la Universidad de Oxford, tras hacer una investigación con voluntarios ‘blancos’.

Los investigadores dividieron a 36 estudiantes voluntarios en dos grupos. El primer grupo tomó una dosis única de 40 miligramos de propranolol y el otro un placebo, que no tiene ningún efecto. En dos horas los voluntarios tuvieron que pasar por una prueba en la que los participantes relacionaban rostros ´blancos´ y ´negros´ con palabras como ‘alegría’, ‘dolor, ‘feliz’, ‘malo’ y ‘maravilloso’. Pudo comprobarse que el nivel de racismo de los que tomaron el propranolol era mucho más bajo, según informa el diario The Telegraph.

El propranolol se usa habitualmente para reducir la presión arterial y controlar los síntomas físicos de la ansiedad y las migrañas. Se considera también que la sustancia química bloquea la activación del sistema periférico nervioso e influye en áreas del cerebro involucradas en la formulación de las respuestas emocionales, incluyendo el miedo, que se cree que es una de las razones psicológicas del racismo.

Sylvia Terbeck, autora principal del estudio, afirma que estos resultados «ofrecen nuevas evidencias acerca de los procesos en el cerebro que forman los prejuicios raciales» y añade que en el caso de la discriminación contra otros grupos étnicos, el arrebato del racismo puede surgir incluso en personas con una sincera creencia en la igualdad.

Sin embargo, la psicóloga Chris Chambers opina que los resultados deben ser examinados con «extrema precaución». No está claro «si la droga influyó en las actitudes raciales solamente o alteró el sistema implícito del cerebro en general».

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