Recientemente, Joan Antoni Melé, subdirector del banco Triodos Bank, impartió una conferencia en el Club Información de Alicante, acerca de la economía actual desde un punto de vista humanista.
Comenzó su discurso con una observación interesante acerca del movimiento 15 M, con el que tuvo varios contactos, y entre cuyas pancartas que abogaban por cambios en muchos ámbitos de la vida política y económica, echó de menos alguna que reivindicara el cambio en nosotros mismos.
Como afirmó Melé: “Debemos ser coherentes entre lo que pensamos y lo que hacemos, solo desde nuestro propio cambio podremos cambiar el mundo”. Según Melé, en la vida interior del ser humano hay tres facetas importantes, autónomas pero relacionadas entre sí: el pensar, el sentir y el actuar. En las últimas décadas nos hemos centrado fundamentalmente en el pensar, lo cual ha dado lugar a la situación social y económica en la que nos encontramos ahora. Esta idea se ha fomentado a través de la educación de los niños desde la escuela y desde las familias. ¿Por qué son más importantes las asignaturas teóricas como las matemáticas que otras como las artísticas que pueden elevar nuestro espíritu?
Hemos transmitido a los jóvenes que el objetivo principal de los estudios es prepararse para encontrar un trabajo que les aporte mucho dinero y no en el que se realicen como personas y sean felices, lo cual explica el alto porcentaje de fracaso escolar, ya que el modelo social que estamos mostrándoles no les resulta nada atractivo; ellos todavía están llenos de ideas, de valores, de capacidades. Nuestra tarea debería ser ayudarlos a descubrir lo que llevan dentro para que puedan desarrollarlo.
Melé explicó, al respecto, que les dice a los jóvenes que no se adapten a esta sociedad enferma porque ellos también acabarán enfermos, y que sean ellos mismos. Melé continuó explicando que debemos entender lo que es un ser humano, y los ritmos a los que está sujeto a lo largo de su biografía.
Según la Pedagogía Waldorf, en los primeros siete años el niño imita a los adultos y aprende a moverse en el espacio a través del juego, por lo que lo más importante en esta fase es inculcarles la bondad. De los siete a los catorce años, lo fundamental es el desarrollo de la belleza a través del arte; y a partir de los catorce años el niño descubre su propio yo, se revela a los padres en su búsqueda de la verdad, es el desarrollo del pensamiento.
Por lo tanto, un aspecto importante es que el cambio en nosotros mismos se podría hacer desde la educación de los niños, considerando y respetando su propia naturaleza. El manejo del dinero lleva siempre implícitas relaciones humanas en las que ofrecemos lo que sabemos hacer y tomamos lo que necesitamos de los demás Sorprendentemente, en la actualidad estas relaciones son virtuales ya que detrás de más del 98% del dinero que se maneja no hay nada, últimamente incluso se ha llegado a especular con el precio de alimentos como los cereales, de manera que se plantean oscilaciones de los precios sin ninguna causa aparente, como si fuera un mero fenómeno atmosférico, lo cual es una perversión moral, ya que puede repercutir en la supervivencia de muchos seres humanos.
Hasta los años 80 había en el mundo dos grandes bloques, el comunista y el capitalista, ninguno de los dos funcionaba, pero se controlaban uno al otro. Cuando cae el muro de Berlín, desaparecen los países comunistas y comienza el capitalismo sin control. Durante la revolución francesa, las premisas eran la libertad en la cultura, la educación o la espiritualidad, la igualdad en la política y la fraternidad en la economía. Esta idea ha ido degenerando hasta nuestros días de manera que se practica la libertad en la economía, la igualdad en la educación y la fraternidad en la política, lo cual ha provocado consecuencias nefastas en el ámbito social, económico y ecológico.
Como consumidores, debemos hacer un ejercicio retrospectivo al final de cada día y plantearnos tres preguntas: ¿qué es lo que estoy comprando? ¿por qué lo compro? y ¿a quién se lo compro? Se trata de averiguar la cualidad de lo que estoy comprando, de qué está hecho, cómo se ha hecho, cómo ha repercutido en el planeta su fabricación, cómo son los salarios de los trabajadores.
Muchas veces, por comodidad, compramos en los lugares más baratos o que nos resultan más cercanos, en lugar de buscar centros que respeten todos estos aspectos como las cooperativas de productores y consumidores. Otro aspecto importante que tenemos que analizar es por qué necesitamos comprar, ya que en muchas ocasiones se trata de llenar un vacío interior por no encontrar un sentido a nuestra vida.
Una propuesta interesante seria cambiar el consumo material por un consumo cultural, ya que éste no destruye el planeta y nos libera, mientras que el consumo material nos esclaviza.
El subdirector de Triodos Bank expuso que también hay que analizar por qué queremos acumular dinero más allá de lo necesario, ya que esto está muy relacionado con el miedo y la desconfianza en la vida.
En resumen, Joan Melé transmitió que la palabra clave es compromiso, ya que cuando nos comprometemos con algo, esto deja de ser una utopía para convertirse en una realidad. Hay que tener consciencia, voluntad y coraje para empezar a cambiar uno mismo, y en este momento es fundamental que empecemos todos a dar el primer paso.
http://www.lagranepoca.com/23512-dinero-consciencia
Admiro mucho Joan Melé, me parece un hombre íntegro y sus ideas son contructivas sobretodo cuando habla de un banco ético.
Ya es hora de adquirir un auténtico compromiso con todo nuestro entorno basado en el respeto y el amor.
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