La nueva política de defensa de los EEUU y la UNASUR

Por Miguel Ángel Barrios

Obama con las Fuerzas especiales SEALS

Luego de los atentados del 11 de septiembre de 2.001, los Estados Unidos reemplazaron a la Estrategia de Contención que devenía de la época de la bipolaridad, en relación al adversario comunista, por la Estrategia de la Guerra Preventiva, que consistía en anticipar, unilateralmente, cualquier posible ataque a la Seguridad de los Estados Unidos, sin delimitar espacios geográficos, pero tampoco, sin especificar la naturaleza del enemigo y hasta donde llegaban los alcances del ambiguo concepto de “terrorismo”.

Esto condujo al mundo a una situación de mayor inseguridad, porque el mayor poder global de la historia, y último, en la conceptualización de Brzezinski, tomaba como núcleo de su Estrategia Nacional, no a un enemigo, sino a una táctica de la violencia, ya que el terrorismo, en el fondo, más allá de sus matices y formas, es una táctica de la violencia con fines políticos.

El escenario geopolítico, se traducía en el enfrentamiento entre los EEUU y el llamado “mega terrorismo global” , en una dimensión ideológico-estratégica, pero en el plano militar, la invasión de los EEUU a Afganistán y a Irak, se transformó en un pantano para la mayor potencia militar de la historia y se pasaba de la llamada Revolución de los Asuntos Militares o Guerras de Cuarta Generación – en esencia la aplicación de la informática a la interoperabilidad bélica – de la primera guerra del golfo de 1991, a las Guerras Asimétricas y de Contrainsurgencia en Afganistán -2001- y en la segunda guerra del golfo-2003.

A tal punto que Estados Unidos, a través del General de cinco estrellas, David Petraus, retoma la estrategia de la lucha contrainsurgente, y es el autor del nuevo Manual de Contrainsurgencia (2006) -EEUU no editaba un manual de contrainsurgencia desde Vietnam-. A pesar del prestigio en los EEUU, que tomó la conducción del General Petraus de las fuerzas norteamericanas en el Golfo y luego en Afganistán, y de la reorientación estratégica luego de la aparente “victoria” arrolladora del principio, nos cuesta afirmar que los EEUU se hallen en un estadio de posguerra, por el contrario, la llamada “posguerra” es un canal sin salida o un laberinto sin salida.

El 5 de enero de 2012, el Presidente Barack Obama y el Secretario de Defensa, León Panetta, presentan en el Pentágono, el Documento denominado “Manteniendo el liderazgo estadounidense”.

El prestigioso geopolítico norteamericano Michael Klare, sostiene que este Documento “aunque prevé un Ejército y un Cuerpo de Infantería de Marina más pequeño, propone poner mayor énfasis en las capacidades navales y aéreas, especialmente aquellas orientadas a la protección y al control de las redes energéticas y comerciales. Si bien el Documento reafirmaba tibiamente los vínculos de EEUU con Europa y Oriente Medio, daba mayor importancia a reforzar el poder estadounidense en el arco que se extiende desde el oeste del Pacifico y el este de Asia hasta el Océano Indico y el sur de Asia” (Michael Klare, Recursos Naturales, Revista de Cultura Ñ. Bs As. 24 de marzo de 2012, pag.34).

En una rápida apreciación, este cambio de enfoque o reacomodamiento estratégico, pasa por una respuesta ágil a un contexto geopolítico en transformación.

Sin embargo, yendo más al fondo, el cambio de enfoque consiste, y siguiendo la opinión de Klare, en la intención de los Estados Unidos, de perpetuar su supremacía mundial manteniendo su superioridad en los conflictos decisivos y en las zonas claves del planeta, es decir, en la periferia marítima de Asia, segur un arco que se extiende desde el golfo Pérsico hasta el oceano Indico, pasando por el Mar de la China y el noroeste del Pacífico. Para eso, el Pentágono va a dedicarse a conservar su superioridad, tanto en el aire y en el mar como en el dominio de la ciberguerra y de la tecnología espacial.

La presencia en Asia-Pacifico se proyectará y potenciará y con ello, su poder de disuasión. Está claro que el componente naval será favorecido -en particular los portaviones y flotillas- y sobre todo los aviones y misiles de última generación. En verdad, mientras que la fuerza total del Ejército estadounidense pasará en diez años, de 570 mil a 490 mil efectivos, Obama rechazó la idea de reducir la flota.

China, Irán y Corea del Norte, aparecen como adversarios potenciales en la nueva Política de Defensa y EEUU no “descarta que adversarios como China utilicen medios simétricos -submarinos, misiles antibuques, ciberguerras- dice el Documento- para vencer o inmovilizar a las tropas estadounidenses” (Michael Klare. Idem).

Aviones telecomandadosTokatliàn afirma, que a partir del 11 de septiembre hubo tres fases de la Política de Defensa de los EEUU

1. La Guerra Contraterrorista (Bush, h.)

2. La Guerra Contrainsurgente (final de Bush, h., y comienzo de Obama)

3. La readaptación de la Guerra Contrainsurgente, pero con aplicaciones operativas novedosas.

Existen dos elementos operativos que surgen con Obama en la tercera fase:

a) La actuación de las Fuerzas de Operaciones Especiales (Special Operation Forces, SOF) creadas en 1987 y encargadas de asesinatos selectivos, secuestros extraterritoriales y ataques por sorpresa.

b) El uso de drones en Asia-Irak, Afganistàn y Pakistán-. Los drones son vehículos aéreos no tripulados, de alta precisión.

“De la mencionada secuencia -contraterrorismo (Bush), contrainsurgencia (Bush-Obama) y contraterrorismo II (Obama), solo puede derivarse la idea de guerras perpetuas, por una parte, y el resentimiento de los afectados y la implementación de métodos aleves de todos los bandos en el contexto de conflictos asimétricos persistentes, por otra parte” (Juan Gabriel Tokatliàn. Un Premio Nobel de la Paz guerrero. Revista de Cultura de Clarin Ñ. Bs As. Pág. 22. 24 de Marzo de 2012)

Luis Alberto Moniz Bandeira abona fecundamente esta línea argumentativa. “A mediados de 2010 los periodistas Karen De Young y Gerg Jaffe, del Washington Post, revelaron que la Special Operations Forces (SOF) de los Estados Unidos estaban operando en 75 paises, 60 más que al final de la administración de George W Bush y el Coronel Tim Nye, portavoz del US Special Operations Command, declaró que el número llegaría a 120. Estas cifras indicarían que el Presidente Barack Obama intensificó los shadow wars en cerca del 60 por ciento de las naciones del mundo y expandió globalmente la guerra contra Al Qaeda, más allá de Afganistàn y de Irak, mediante actividades clandestinas de los SOF, en Yemen y en toda parte del Medio Oriente, África. E incluso solicitó un aumento del 5,7 por ciento en el presupuesto de las SOF para 2011, elevándolo a $ 6,3 mil millones, más un fondo de contingencia adicional de $ 3,5 mil millones en 2010. Sus contingentes en 2010 eran de 13.000 efectivos, operando en diversos países y eventualmente 9.000, divididos entre Irak y Pakistán”.

Fuerzas especiales

Sigue Moniz Bandeira: “Con este way of war, los Estados Unidos pasaron a emplear high-tech killing machines como los drones (UAV), aviones no tripulados y manejados a distancia por la CIA, que disparan misiles tierra-aire del tipo AGM-14 Hellfire o equipos del Joint Special Operations Command (JSOC) como el Navy SEALS/•3, para asesinar sumariamente y/o capturar (kill/capture) jefes de Al Qaeda y Talibanes en Pakistán, Afganistàn, Yemen, Somalia y en toda la Península Árabe.

Buque de combate litoral para la IV Flota

El número de civiles muertos por drones desde 2004 se situó, solamente en Pakistán, entre 2.347 y 2.956, de los cuales 175 eran niños más que militares .Cerca de por lo menos 253 ataques fueron ordenados por el Presidente Barack Obama. Y a comienzos de 2012, los Estados Unidos disponían de más de 7.000 sistemas aéreos no tripulados (Unmanned Vehicle Systems), es decir, los llamados drones, más de 12.000 en tierra hasta centenas de operaciones de ataques cubiertas y encubiertas en por lo menos 6 países”. (Luis Alberto Moniz Bandeira. Israel versus Iràn ¡Apocalipse now!, La Onda Digital. Montevideo, marzo 2012).

De lo expuesto, nos surge el interrogante de cómo se manifestará en Amerita Latina y en particular en América del Sur, la nueva política de Defensa de los Estados Unidos que, como pudimos observar en forma nítida, mantiene dos constantes estratégicas: la concepción de la guerra perpetua como variable principal y como variable directamente vinculada a ésta, la guerra por los recursos.

Más aún, que a partir del 27 de enero de 2012 se ha designado un nuevo Comandante del Comando Sur, el General John Kelly, quién tuvo su mayor desempeño y experiencia en Irak.

Únicamente revitalizando una Geopolítica de la Reintegración en el camino de consolidar UNASUR vía el Consejo Suramericano de Defensa, podemos encontrar las estrategias adecuadas, para que no se nos precipite en un escenario futuro, sorpresas desagradables.

Miguel Ángel Barrios (Argentina) es doctor en educación y ciencia política, autor de varias obras, entre ellas El Diccionario Latinoamericano de Seguridad y Geopolítica y Consejo Suramericano de Defensa. Desafíos Geopolíticos y Perspectiva Continentales.

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