Unos presupuestos con unos ajustes históricos, de 27.300 millones, pero que se han olvidado de estimular una economía que ha entrado en recesión. Es la opinión de expertos, que saludan el ahorro «irrenunciable», según el Gobierno, para alcanzar el objetivo de déficit del 5,3% en 2012, pero echan en falta medidas para el crecimiento económico.

Ricado Perpiñán, portavoz de la Asociación Española de Asesores Fiscales y Gestores Tributarios (Asefiget) opina que las cuentas deberían haber incluido medidas para animar a las pymes y para que fluya el crédito: «Los ajustes son necesarios y no perjudican, a priorir, a las prestaciones sociales, como las pensiones o el paro, pero ¿qué hay para volver a crecer?».

Sobre la amnistía fiscal para el capital del extranjero o el dinero negro, el experto asegura que no está claro si se trata solo de aplicar un gravamen del 10%, o a esto habría que sumar la tributación de ese capital. Perpiñán opina que «habría que leer la letra pequeña«, porque si se aplica un tipo impositivo bajo, puede aflorar ese dinero, pero si no es así, duda que sea atractivo para el defraudador. Según la documentación aportada hasta ahora por el Gobierno, se trata de «un gravamen complementario del 10% sobre bienes y derechos aflorados».

Sobre el aumento de la tarifa de la luz y el gas, subraya que repercutirá de forma indirecta sobre el IVA porque se encarece el consumo. En cuanto a la política fiscal, discrepa de la subida del IRPF -que entró en vigor a principios de año- y echa en falta la aplicación de algún otro impuesto especial, por ejemplo sobre el alcohol.

Miguel Angoitia: “Estos presupuestos podrían ser la base para la recuperación de la actividad económica”

Miguel Angoitia, profesor de Hacienda Pública de la Universidad Autónoma de Madrid, explica que confía en el ministro de Hacienda y apunta que estos presupuestos podría sentar las bases pata recuperar la actividad económica. “Aunque a corto plazo van ser duros, creo que a medio o largo plazo van a dar sus frutos”, afirma.

“Llevábamos muchos años con unos presupuestos que no eran muy rígidos y esto se esperaba. Además eran necesarios para sanear la situación y de cara a la Unión Europea mostrara que nos hemos comprometidos a reducir el déficit y que vamos a hacerlo.»

Respecto a la amnistía, señala que le parece una medida desafortunada. “No sé qué motivos tiene Hacienda para aprobar esto. Lo que tienen que hacer es perseguir y no perdonar a los que no cumplen. La forma de hacerlo no es la adecuada, se tiene que dar por hecho que las personas que no declaran tienen que hacerlo. Además, hay muchos principios que están en contra de la amnistía”, matiza.

Sobre el recorte en el Ministerio de Fomento, considera que era previsible, ya que en estos ámbitos es más fácil de recortar. «Hay otros gastos corrientes muy comprometidos en los que no se puede reducir, como los sueldos o luz. Es mucho más fácil hacer un ajuste en el gasto de capital. Ya se venía produciendo un ajuste grande y se veía venir que iba a ser por la obra pública”, concluye.

CEOE y CEPYME: “Se trata de unos presupuestos creíbles y en la línea con los compromisos europeos”

La CEOE y CEPYME tachan los presupuestos de «creíbles» y consideran que van en la línea de los compromisos con Europa para llegar al objetivo de déficit. “La cuantía del ajuste es creíble y en línea con los requisitos de nuestros compromisos europeos (…) Sin embargo, existen riesgos por la la lenta resolución de la crisis europea y el alza de los precios del petróleo”, apuntan los empresarios.

Destacan que las reformas aprobadas afectan a todas las empresas, pero sostienen que «es necesario que el marco fiscal sea estable y previsible», y no se someta a frecuentes cambios. De otro modo, se podría poner en peligro la inversión nacional y la atracción de fondos extranjeros.

Sobre la política fiscal, los empresarios sostienen que «el ajuste recae excesivamente en la elevación de la presión fiscal sobre las empresas».

Santiago Pérez, ‘Wall Street Journal’: “Ha habido mucha expectativa y poca sorpresa”

Este periodista señala que se sabía que estas medidas iban a estar a este nivel, pero que habrá que esperar a ver la letra pequeña el próximo martes. “El Gobierno de Mariano Rajoy se ha centrado en las ayudas estructurales y en el caso del recorte del ministerio de fomento no me parece muy bueno, ya que la economía de los países depende bastante de la inversión en este sector.”

Sobre la amnistía fiscal explica que son comunes, pero las considera más como un elemento ético que práctico. “España además de recaudar impuestos tiene un gran endeudamiento, este es un paso con un objetivo para ayudar a estrechar el margen de la deuda corriente. Es un problema que tiene que seguir solucionándose”, detalla.

Alejandro del Campo, abogado y asesor fiscal: «La amnistía es una buena oportunidad para que muchos defraudadores salgan a flote».

El experto, que trabaja para DMS Consulting, opina que la amnistía fiscal hasta el 30 de noviembre es una medida «extraordinaria y oportuna» que puede contribuir a hacer aflorar capital en operaciones puntuales y también disuadir a los defraudadores, que «cada vez están más acorralados por el fisco». Eso sí, piensa que las previsiones del Gobierno de recaudar 2.500 millones de euros son demasiado optimistas.

Por cierto, que Alejandro del Campo recuerda que una aministía fiscal se aplicó en 1991 y en aquel entonces se dijo que nunca más se aprobaría una medida similar. Dos décadas después, se repite la historia.

Yolanda Vaccaro, ‘El Comercio de Perú’: “Me parece ingenuo pensar que los defraudadores tributarán con la amnistía”.

Esta periodista peruana señala que falta por ver cómo van a afectar estos recortes y como se van a concretar. “Es comprensible que si no hay dinero se recorte en cooperación, pero en defensa me parece muy bajo. Habrá que hacer todo mucho más efectivo y más eficiente. Me gusta que el Gobierno haya señalado que va a diferenciar entre grandes empresas y Pymes, creo que esto es muy positivo”, explica.

Sobre el tema de la amnistía, se pregunta quién va a ser bueno, es decir, tributar. “Me parece un poco ingenuo pensar que una empresa o una persona vaya a hacer esto”, apunta.

Mathieu Theran, ‘Le Figaro’: “Me recuerda a la reforma laboral, se explican las cosas por entregas”

EL periodista del periódico francés ‘Le Figaro’, Mathieu Theran, destaca que lo doloroso llegará cuando se conozcan los detalles.  “Esperaba que finalmente se subiera el IVA, ya que la mayoría de economistas señalan que esta es la forma más rápida y directa de recaudar dinero. Aunque esto no se ha hecho, se va a subir el impuesto de sociedad. Es una manera simpática de subir el IVA.”

Sobre la amnistía, afirma que es un tema de principios. «Es muy difícil saber cuánto se va a recaudar pero el mensaje es premia al listillo. Creo que es un debate de principios políticos. Hubiera estado bien meterlo en la campaña electoral. Los que hasta ahora no han pagado y han sido unos sinvergüenzas van a seguir igual”, concluye.

Gestha: «La amnistía enjuagará la comisión de delitos fiscales a un precio de saldo»

El sindicato de técnicos del Ministerio de Hacienda, Gestha, opina que el gravamen especial del 10% para atraer a defraudadores atenta contra el principio constitucional de igualdad tributaria que, según el artículo 31 de la Comisión Europea, debe inspirar el sistema fiscal. Además, supone un «agravio comparativo» para los contribuyentes que vienen cumpliendo con sus obligaciones fiscales.

Respecto al Impuesto de Sociedades, Carlos Cruzado, presidente de Gestha, considera que la eliminación de algunas deducciones van en la línea acertada, pero se sigue quedando corta. La idea del Ejecutivo es conseguir recaudar 5.000 millones adicionales, pero otras reformas planteadas por Gestha podrían doblar esa recaudación si se establece un suplemento especial de cinco puntos del tipo impositivo para beneficios superiores al millón de euros. «Por sí sola esta reforma ya generaría un aumento de la recaudación superior a los 13.900 millones de euros al año, que además sería adicional a los ingresos previstos por la limitación de las deducciones», reiteran.

La reforma, dicen «deja en el tintero» muchos aspectos que necesitan ser replanteados en profundidad. El Impuesto sobre Sociedades necesita un replanteamiento completo y no sólo un «parcheo», que es lo que ha hecho el Gobierno. Para Gestha, el problema es que este impuesto no es proporcional, ya que las mayores empresas -aquellas que facturan más de 1.000 millones al año- disponen de múltiples «vías de escape» para tributar al 16,88%, frente al 22% de las microempresas o el 20% de las pequeñas compañías.

Concretamente, defienden aplicar este tipo incrementado a las empresas con beneficios de más de un millón de euros, que principalmente son las 5.740 empresas que tienen una facturación superior a los 45 millones, que pasarían así a tributar a un tipo inicial del 30% para el primer millón de euros de beneficios y un segundo tipo del 35% para beneficios superiores al millón, medida que, según Gestha, reequilibraría su carga fiscal con la de las pequeñas y medianas empresas.

Por último, el secretario general de Gestha, José María Mollinedo, indicó que esta es la vía más adecuada para combatir el desplome de la recaudación del Impuesto de Sociedades, que en tan sólo cuatro años (de 2007 a 2011) descendió en 28.212 millones, lo que supone una reducción del 63%, «que en ningún caso puede atribuirse sólo a la crisis, ni a la evolución de la actividad económica del país en este periodo».

Los inspectores de Hacienda rechazan perdonar a los defraudadores con la amnistía

La Organización Profesional de Inspectores de Hacienda del Estado (IHE) rechaza la amnistía fiscal, porque supone perdonar a los defraudadores. Por otro lado, lamenta que quienes pagan impuestos se les suban, en referencia a la modificación del Impuesto de Sociedades y al nuevo gravamen específico del 8% para los dividendos o participaciones en beneficios de fuentes extranjeras que lleguen a España hasta el 31 de diciembre de 2012.

Del impuesto de sociedades, el colectivo destaca que necesitaba una reforma en profundidad, porque su recaudación se había «derrumbado» con la crisis. Por ello, celebra que se haya puesto «coto» a dos de los principales «agujeros recaudatorios del impuesto»: la deducción sin límite de los gastos financieros y la libertad de amortización para todo tipo de empresas sin mantenimiento de empleo.