Informe de ONU vincula a Ruanda con rebeldes congoleños Análisis de Ethan Freedman

WASHINGTON, 4 jul (IPS) – Después de una demora de varias semanas, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) divulgó el anexo completo del informe de su Consejo de Seguridad que condena al gobierno de Ruanda por su apoyo a los rebeldes de República Democrática del Congo (RDC).

El anexo de 48 páginas, divulgado el lunes 2, señala que el gobierno de Ruanda fue decisivo para la militarización del M23, un movimiento rebelde encabezado por Bosco Ntaganda, requerido por la Corte Penal Internacional por crímenes de guerra vinculados al reclutamiento de niños soldado.

Los funcionarios declaran que 19 personas murieron y miles más fueron desplazadas en junio a consecuencia de los combates entre el M23 y las fuerzas del gobierno en las provincias orientales de Kivu del Sur y del Norte, en la RDC.

«La guerra en la RDC está que arde, avivada por una nueva revuelta en la que, al parecer, Ruanda no solo asistió sino que ayudó a crear», dijo Sasha Lezhnev, asesor en política deEnough Project, una organización humanitaria que trabaja en ese país.

«Hubo una iniciativa para dejar afuera a Ruanda del comercio de minerales de conflicto, y la nueva revuelta del M23 fue creada, en gran parte, para recuperar el control», explicó.

El M23 es como se conoce al Movimiento 23 de Marzo por la fecha del tratado de paz de 2009 entre el grupo armado Congreso Nacional para la Defensa del Pueblo (CNDP) y el ejército.

El CNDP dejó las armas y se convirtió en un partido político después de esa fecha y se integró temporalmente a las Fuerzas Armadas de la RDC (FARDC). Pero algunos miembro descontentos con las condiciones del ejército retomaron las armas y en marzo fundaron el M23.

Estados Unidos fue acusado por funcionarios congoleños de proteger al gobierno de Ruanda demorando la publicación del informe de la ONU.

«Se corre el riesgo de que el Consejo de Seguridad pierda credibilidad. No comprendemos la posición de Estados Unidos», dijo Atoki Ileka, quien fuera representante de la RDC ante la ONU.

«No contribuye a proteger a las poblaciones del este de RDC y no llevará estabilidad a la región. No están siguiendo por un camino inteligente», añadió.

La portavoz del Departamento de Estado (cancillería) de Estados Unidos, Victoria Nuland, declaró el sábado 30 de junio que su país estaba «profundamente preocupado por las conclusiones de la investigación sobre que Ruanda está implicada en el apoyo a los rebeldes de» la RDC.

Washington le «pidió a Ruanda que detenga y evite el suministro de ese tipo de apoyo desde su territorio», añadió.

Algunos observadores sostienen que en las naciones de África central y oriental, las guerras se originan en conflictos de intereses.

«Al mismo tiempo, Estados Unidos entrena a algunas unidades de las FARDC mientras que empresas anglosajonas gozan de la mejor parte en todos los contratos mineros», dijo a IPS el periodista de investigación Roger Lokongo.

«Aun así, Estados Unidos apoya a Ruanda contra la RDC», apuntó.

Washington dio a la RDC más de 350 millones de dólares en asistencia combinada en 2010, según la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional(Usaid).

También tiene fuertes lazos económicos con la RDC a través de un acuerdo de inversión bilateral, uno de los 41 que tiene Estados Unidos.

Organizaciones de derechos humanos reclaman una presión más sostenida sobre el gobierno de Ruanda de las grandes potencias.

«Estados Unidos y Gran Bretaña son los mayores donantes de Ruanda», reza un comunicado de Sophia Pickles, de Global Witness, divulgado el viernes 29.

«Eso les da una influencia significativa y en estos casos tienen la responsabilidad de usarla», sentenció.

«No pueden quedarse sin hacer nada y ver cómo un régimen con el que colaboran orquesta una nueva guerra en la RDC. La vida de miles de civiles y la estabilidad de la región están en juego», añadió.

El gobierno de Ruanda, que compite por un asiento en el Consejo de Seguridad de la ONU, se apuró a negar las acusaciones del informe sobre que apoyan a los rebeldes congoleños.

«Por supuesto que los altos mandos del ejército de Ruanda no están de ninguna forma involucrados en destruir la paz por la que han trabajado tan duro», declaró la canciller Louise Mushikiwabo.

Las relaciones diplomáticas entre ambos países africanos se enturbiaron tras el informe de la ONU.

El documento menciona a altos funcionarios de Ruanda, entre los que figura el ministro de Defensa, general James Kabarebe, como responsables del reclutamiento y la movilización de ciudadanos ruandeses para el frente de batalla.

El ministro de Comunicaciones de RDC, Lambert Mende Omalanga, dijo en junio que 200 combatientes rebeldes fueron asesinados desde marzo, y más de 370 se habían rendido, entre ellos 25 ciudadanos ruandeses.

La organización Human Rights Watch (HRW), con sede en Nueva York, aseguró que militares ruandeses suministraron armas, municiones y entre 200 y 300 reclutas para apoyar a Ntaganda y sus hombres. También publicó declaraciones de testigos que dijeron presenciar ejecuciones de reclutas que intentaron escaparon.

«Vi a seis personas asesinadas por tratar de escapar. Les dispararon y me ordenaron que enterrara los cuerpos», dijo un combatiente ruandés, reclutado a la fuerza para combatir con Ntaganda, a HRW.

«Todos queríamos huir con las fuerzas estatales, pero muchos de nosotros no sabíamos cómo y teníamos miedo», añadió.

http://www.ipsnoticias.net/nota.asp?idnews=101127

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