Después de dos noches de enfrentamientos entre jóvenes y la policía en una de las regiones más empobrecidas de Francia el gobierno movilizó a 250 efectivos para lograr reestablecer la calma.
La normalidad volvió este miércoles a la ciudad de Amiens, al norte de Francia, luego de un gran despliegue policial para evitar una recurrencia de disturbios entre jóvenes y policías que generaron temores a una ola de agitación social en medio de una crisis capitalista sin precedentes.
Cien policías adicionales fueron desplegados anoche en la zona de los disturbios luego de dos noches seguidas de enfrentamientos en las que 100 jóvenes hirieron a 17 policías con armas de fuego y objetos contundentes e incendiaron varios vehículos.
La movilización de fuerzas elevó a 250 la cifra de efectivos policiales que patrullan Fafet, un barrio empobrecido de Amiens custodiado por apenas 30 policías antes de los desórdenes, dijeron autoridades locales.
Autoridades de Amiens apuntaron ayer a tensiones sociales acumuladas y agravadas por la falta de empleo y de financiación como los motivos de los desórdenes, que constituyen el primer gran desafío en términos de seguridad interior para el gobierno del presidente socialdemócrata François Hollande, asumido en mayo pasado.
En la última década Francia ha vivido estallidos sociales en los barrios más desfavorecidos de las grandes ciudades del país, con altos índices de desempleo y una gran falta de inversión estatal.
La desconfianza recíproca empaña desde hace años la relación entre la policía y los jóvenes que viven en los complejos habitacionales públicos de los suburbios de las grandes ciudades francesas.
El alto desempleo y la discriminación social contra jóvenes descendientes de inmigrantes fueron, en parte, las causas detrás de los disturbios nacionales de 2005 que estallaron en París.
Hace menos de dos semanas, el gobierno declaró a Amiens una de las 15 zonas empobrecidas del país que recibirán más fondos y seguridad a partir del mes próximo.
Telam / LibreRed.net