Entes, Parásitos del Cuerpo Energético escrito por Samuel Sagan 14º parte

Entes, Parásitos del Cuerpo Energético

CAPITULO 14

EXPLORANDO A UN ENTE

14.1 Las tres etapas para despejar a un ente

La manera en que se despeja un ente según el estilo de Clairvision School consta de tres etapas:

Primero, el hallazgo. El cliente se conscientiza del ente durante una o más sesiones de ISIS. Se abre el espacio para que el cliente vea y sienta al ente, explore que es lo qué éste quiere y de dónde podría haber venido.

Segundo, la observación. El cliente mantiene vigilancia de su ente mientras desempeña sus actividades cotidianas, por un periodo de diez a quince días o en algunos casos por más tiempo. La finalidad es la de analizar la actuación del ente, el cual había pasado inadvertido. Se le motiva a los clientes a observar detenidamente las emociones, pensamientos y reacciones que tiene ante el medio ambiente, y de esta manera poder diferenciar que es lo que viene del ente y que es lo que proviene de ellos mismos.

Tercero, el despejar al ente. Esto es, extraer al ente y enviarlo a cierta frecuencia especial de luz en la cual es procesado y reciclado.

El propósito de este capítulo es explicar las razones y métodos de las dos primeras etapas, el hallazgo y la observación.

14.2 Una clara advertencia

Es necesario hacer una clara advertencia antes de empezar: el tratar con entes requiere de un conocimiento técnico especializado. El convertirse en una persona capacitada en el despejo de entes lleva mucho tiempo y esfuerzo. Es sólo cuando la técnica es impecable que el procedimiento es seguro, tanto para el cliente como para el terapeuta. Se pueden encontrar cierto número de dificultades, algunas de las cuales serán descritas en el siguiente capítulo, que podrían producir una catástrofe. Es por esto que les sugiero a los lectores a no intentar explorar o tratar con un ente, a menos de que hayan recibido un entrenamiento e iniciación especiales.

En Clairvision School ofrecemos técnicas poderosas y alentamos a los estudiantes a que las practiquen con la mayor frecuencia posible. De esta manera, la escuela le ha otorgado el conocimiento de la intensa técnica ISIS de regresión a cientos de personas, y les ha permitido el usarla con libertad. Sin embargo, cuando este libro fue escrito, solamente un grupo reducido de personas había recibido la enseñanza de cómo despejar entes. Permítaseme repetir una vez más que el extraer entes es potencialmente peligroso y por lo tanto sólo deberán llevar a cabo el procedimiento aquellos terapeutas que hayan recibido un entrenamiento completo acerca del tema. El propósito de este y el siguiente capítulo no es el de enseñarle como explorar y despejar entes, sino el que usted tenga un mejor entendimiento al mostrarle los pormenores de como son procesados.

A veces surge la pregunta: para qué molestarse en explorar a un ente, por qué no mejor dejar que el especialista se haga cargo de él y lo mande a la luz, y así olvidarse de él. La perspectiva general de las técnicas ofrecidas por Clairvision es la de facilitarle a las personas el que se conozcan a sí mismas. Cada vez que surge un problema hay algo que aprender del mismo ya que este surgió por una razón en particular. Una persona puede aprender mucho al explorar un ente. Primero que nada, uno aprende de los entes y del espacio de donde provienen, lo que permite una expansión de la mente. En segunda, los entes no aparecen por casualidad. Si se le adhieren, es porque hay algo en usted que los atrajo, y porque una hendidura en su sistema de defensa les facilitó la entrada. El despejar un ente sin explorarlo sería como rehusarse a ver el punto débil que permitió su infiltración. Sería como una manera de hacerse de la vista gorda ante el problema. Por el otro lado, al saber exactamente que es lo que paso, una persona puede trabajar para corregir ese desequilibrio y ahorrarse problemas a futuro.

14.3 La etapa del hallazgo

La etapa del hallazgo o descubrimiento ocurre a través de la técnica ISIS, como se discutió brevemente en el Capítulo 1.

Un principio de importancia es el nunca decirle a un cliente que tiene un ente. Es preferible llevarlo al estado de ISIS y permitir que ellos mismos lo descubran. Hay varias razones obvias para tomar este acercamiento.

Primero, lo que se busca es objetividad. Es obvio que cualquier trabajo interior trata con la subjetividad. Más aún, mientras más objetividad se logre al explorar esta subjetividad, mejor. Los entes no son experiencias fluidas y cambiantes, como los sueños, son ‘cosas’ hechas de material etérico y astral. Los clientes son motivados a que describan lo que ven y sienten sin querer inventarlo. Las técnicas ISIS nunca utilizan hipnosis, auto sugestión, afirmaciones positivas, ni la visualización creativa. Funcionan basadas en una apertura de la percepción a través de una activación directa del cuerpo energético. Además, están encaminadas a que las personas vean al mundo como realmente es, no como quisieran que fuera. Hasta que un cliente no haya visto o sentido la presencia del ente, yo nunca menciono nada al respecto. Es únicamente cuando tanto como ellos como yo hemos percibido a ‘la cosa’ que decimos que hay un ente.

Existe otra buena razón por la cual es preferible no decirle a las personas que tienen un ente. Supongamos que yo le digo al cliente: «Puedo ver a esta especie de pulpo negro adherida a su espalda. Tiene tentáculos alrededor de su cuello. Está absorbiendo su energía vital y quiere provocarle una muerte lenta y dolorosa. Pero, no se preocupe, todo está bien, es nada más un ente.» ¿Cómo cree usted que el cliente reaccionaría? Y, sin embargo, he visto a gente que ha escuchado a un síquico decirles cosas similares durante lecturas del aura.

Por otro lado, la experiencia me ha demostrado que cuando los clientes descubren un ente por sí mismos, le hacen frente bastante bien. El estado ISIS crea una apertura interior, un acercamiento al Ser Superior. Pone a los clientes en contacto con fuerzas profundas del alma, lo que les permite permanecer ecuánimes ante cualquiera que sea lo que vean o sientan. Al hacer contacto con un ente, se dan cuenta inmediatamente de que ya estaba allí desde hacía mucho tiempo. El hecho de verlo no hará que las cosas empeoren. En cambio, permitirá que comprendan lo que está sucediendo dentro de ellos para poder tomar las medidas adecuadas.

Otro punto importante es que aún cuando los clientes no estén conscientes de la presencia del ente, a nivel subconsciente ellos saben perfectamente bien que allí está. ISIS los pone en contacto con la parte de ellos que sabe. Por lo tanto, todo se desenvuelve de manera simple y natural. No es necesario hacer nada para reforzar lo que ven o sienten. Solamente se debe permitir que su propia sabiduría les muestre que están a salvo. Porque, después de todo, es nada más un ente.

En ISIS he visto a muchos clientes que son estrictamente materialistas o muy sensibles, que describen asombrosas historias, llenas de detalles horrendos, y que permanecen relativamente tranquilos. Durante años de práctica profesional no he visto a un cliente que haya entrado en pánico o que me haya pedido suspender la sesión por no poder lidiar con lo que estaban descubriendo acerca del ente. Si hubieran visto algo parecido en la televisión probablemente hubieran reaccionado violentamente. Pero en la consciencia y sabiduría que proporciona el estado de ISIS, pudieron aceptar lo que vieron acerca de ellos sin realmente sentirse afectados.

Otro principio de este trabajo es que los entistas, personas capacitadas en el despejo de entes, nunca dicen como ven a los entes antes de haber completado el proceso. Esto lo hacen con la intención de no contaminar con sus propias proyecciones la espontaneidad del cliente. Es una forma de respeto hacia ellos, para que puedan describir lo que sienten y ven con sus propias palabras. Ya que todo ha terminado, es posible compartir con libertad los diferentes puntos de vista. No obstante, es posible que, en la mayoría de los casos, lo que los clientes descubren es tan preciso y tan claro que no piensan siquiera en preguntarle su opinión al terapeuta acerca de lo que ‘la cosa’ era o como se veía.

14.4 Contactando al ente

Durante los primeros minutos de la sesión, los clientes se conectan con el estado de ISIS. El método implementado para este propósito ha sido descrito en la parte práctica del libro en inglés Regresión, Terapia de Vidas Pasadas para Ser Libre Aquí y Ahora. Este consiste en activar el tercer ojo del cliente para que se pueda poner en contacto con el espacio interior de conciencia.

Una vez que esto se logra, el siguiente paso es hacer contacto con el ente. En algunos casos esto sucede de manera instantánea. El ente se encuentra visiblemente anidado en la energía del cliente, por lo que tan pronto como uno ve hacia adentro, éste aparece automáticamente. En muchos otros casos, el ente es descubierto de manera fortuita, de hecho esto se da durante un proceso de regresión.

Si se sospecha que existe la presencia de un ente pero el cliente permanece sin notarlo, se utiliza el siguiente método para ponerlo en contacto con éste. Supongamos que el ente se localiza en el pecho, se le dice al cliente:

«Hágase consciente del área de su pecho. Sienta su pecho desde el espacio ubicando entre sus cejas.»

Después de un minuto, se le da la siguiente instrucción:

«Compare los lados izquierdo y derecho de su pecho. ¿Cuál se siente más pesado?»

Después de que el cliente ha contestado, se le hace la siguiente pregunta:

«¿Cuál lado se siente más oscuro, el derecho o el izquierdo?»

Después,

«¿Cuál lado se siente más espeso [o denso], el derecho o el izquierdo?»

No importa el orden en que se hacen éstas tres preguntas (más oscuro, más espeso, más pesado). Se usa el mismo método para cualquier parte del cuerpo.

En el estado de ISIS, cuando los clientes tienen un ente en cierta parte del cuerpo, en la mayoría de los casos pueden percibir esa parte como más pesada, más espesa y más oscura. Sin embargo, ésto no es un absoluto. En algunos casos, está ausente una de las tres características. Por ejemplo, el cliente puede sentir que el área está más pesada y espesa, pero no más oscura. En otros casos, puede ser que alguna de las características esté invertida, por lo que el cliente podría percibir que el área está más pesada y densa pero más brillante que la otra. O la percepción puede llevarlos a sentir que está oscura pero sin sustancia y sin la misma energía que del otro lado, por lo que se siente más ligera. Esencialmente los entes son algo que se ha añadido a la energía del cliente. Por esto, el hallazgo más común es que el área en donde se localiza el ente se siente más pesada y espesa.

Durante los primeros minutos de la sesión, no es raro que los clientes se sientan confundidos acerca de cual de los lados es el que tiene al ente. Por ejemplo, pueden sentirlo en el lado izquierdo de su pecho, y luego cambiar de opinión y decir que está en el derecho. Luego, en la mayoría de los casos, la ubicación permanece fija hasta el final del procedimiento de extracción.

La siguiente instrucción es:

«Permanezca en el espacio ubicado entre sus cejas, y desde ahí sintonícese con esa área que está más pesada, oscura y densa» (o con los adjetivos que sea que los clientes hubieran utilizado).

Luego:

«¿Qué tan grande se siente?»

En este momento el cliente habrá hecho contacto por completo con el ente, sintiendo su presencia y viendo a que se parece. Siendo éste el caso, se continua con las demás preguntas de la lista. Si el cliente sólo sintiera una vaga nube negra, esto sería suficiente para proceder, ya que el ente se percibirá gradualmente con más claridad conforme se hacen las siguientes preguntas. En otros casos, sin embargo, el cliente no siente nada más que un área ‘más oscura, densa y pesada’ y es necesario dejar que pasen algunos minutos para que se ponga en contacto con el ente.

No es difícil saber si el cliente ya ha hecho o no contacto. Si no lo ha hecho, él o ella encontrarán imposible el responder a estas preguntas, o las respuestas que darán serán incoherentes.

Si el cliente no puede encontrar la diferencia entre cada lado de su cuerpo en esa área en particular y no pueden relacionar ninguna de las otras preguntas, es preferible dejar las cosas como están. En este caso se usaría la sesión de ISIS para explorar algún otro asunto más tangible y regresar más tarde al posible ente. Con este método, es solamente cuando los clientes pueden percibir al ente que uno debe aceptar su existencia.

14.5 Explorando al ente

Los propósitos de la etapa de exploración son:

  • el llegar a conocer al ente, cómo se ve, qué es lo que quiere;
  • el comprender las interferencias que ha creado en la vida del cliente;
  • el observar la parte del cliente que se beneficia de la presencia del ente, y que posiblemente desea que se quede en donde está;
  • el encontrar, dentro de lo posible, el momento en que el ente se adhirió por primera vez al cliente, las circunstancias que permitieron su infiltración y de dónde vino;
  • el prepararse para la siguiente etapa, en la cual el cliente tendrá que observar al ente durante sus actividades cotidianas y conscientizarse de cualquier interferencia que provenga de éste.

Veremos ahora una lista de preguntas que pueden usarse para lograr estos propósitos.

Una vez habiendo identificado la presencia de esa área más densa y oscura durante el proceso de ISIS, una buena manera de continuar la exploración puede ser:

«¿Qué emociones o sentimientos pueden relacionarse con esta área más oscura y pesada (o cualquiera que sean los adjetivos utilizados por el cliente)

Usualmente los clientes pueden relacionarse fácilmente esta pregunta, lo que les ayuda a ponerse más en contacto con el ente.

«¿Tiene alguna forma?»

Al principio, el cliente generalmente ve al ente como una borrosa nube oscura. La forma bien definida se percibe solo después de varias preguntas. Es por esto que la pregunta se formula de una manera vaga. Es solamente más tarde, durante la sesión que es posible preguntarle: «¿A qué se parece?»

Al principio no es raro que la primera imagen del ente sea poco clara y distorsionada. Unos segundos después, aparece una nueva imagen, la cual por lo general, permanece sin cambios hasta el momento de la extracción.

«¿La había visto antes?»

«¿Puede sentir alguna presencia adherida a eso?»

Algunos clientes encuentran difícil de comprender el significado de ‘presencia’. Es por esto que se recomienda no insistir demasiado si no pueden encontrar una respuesta. Es posible regresar a esta pregunta más tarde, cuando otros aspectos de la situación se hayan visto.

«¿Se ve como algo ajeno o como parte de usted?»

Si el cliente parece dudar, será necesario especificar:

«No piense, solamente diga lo que siente.»

Algunos clientes tienen ciertos antecedentes que no les permiten el considerar que algo dentro de ellos pueda ser otra cosa que no sea ellos mismos. Durante el estado de ISIS, es esencial que los clientes confíen en lo que ellos perciben en lugar de querer elaborar ideas y pensar en una respuesta más astuta. Es por esta razón que en ISIS siempre que un cliente parezca dudar de la pregunta, es preferible no insistir. De otra manera algunos clientes fabricarán respuestas sin sentido.

«¿Qué es lo que quiere?»

Esta es una pregunta clave, la cual deberá de ser repetida varias veces durante la sesión.

Al referirse al ente, es preferible usar palabras que los clientes hubieran usado para describirlo, por ejemplo, ‘la nube’ o ‘la presencia’, o ‘la cosa’. En las siguientes preguntas, utilizaré ‘la cosa’, pero debe tomarse en cuenta que en la práctica son las palabras del cliente las que se deben de utilizar.

«¿Es posible que haya cierto tipo de alimentos que usted coma que ‘la cosa’ disfrute?»

Si es que contesta que sí, se continua con:

«¿Qué le sucede a ‘la cosa’ cuando usted come esos alimentos?»

«¿Algunas veces genera cierto tipo de antojos por estos alimentos?»

«¿Además de …(lo que el cliente haya dicho), qué es lo que le gusta?»

«¿Qué le sucede a ‘la cosa’ cuando usted fuma?»

«¿Qué le sucede a ‘la cosa’ cuando usted bebe?»

«¿ Es posible que algunas veces lo incite a fumar o a beber?»

«¿Interfiere algunas veces con sus relaciones o deseos sexuales?» Si contesta sí, «¿Cómo?»

«¿Qué más disfruta?»

Esta pregunta es similar a «¿Qué es lo que quiere?», le permite al cliente diferenciar la esencia natural del ente. Es posible repetirla más de una vez debido a que los clientes generalmente descubren aspectos nuevos de la personalidad del ente conforme la sesión avanza.

En cualquier momento en el que el cliente encuentre algo que el ente parece desear, se hace la siguiente pregunta:

«¿Qué le pasa a ‘la cosa’ cuando usted toma/hace/come ésto?»

Otra pregunta similar que puede usarse para poder explorar la motivación del ente es:

«¿De todas las actividades y las diferentes cosas que usted hace, hay alguna que ‘la cosa’ disfrute?»

Seguida de:

«¿Qué le pasa a ‘la cosa’ cuando usted hace eso?»

También se le puede preguntar:

«¿Hay algunas otras cosas que ‘eso’ quiere que usted haga?»

O:

«¿Le disgustan algunas de las cosas que usted hace?»

Dependiendo de la situación, es posible complementar estas preguntas con otras como «¿Le gusta o disgusta algunas de las personas que están a su alrededor?», «¿Cómo reacciona ante su esposo/esposa/novio/novia?», «¿Cómo reacciona ante sus hijos?», etc.

Y también algunas veces:

«¿Le gusta que usted se vista con cierto tipo de ropa, o con algún color en particular?»

«¿Qué gana al estar dentro de usted?»

O:

«¿Qué obtiene de usted?»

O:

«¿Cómo le hace para vivir? ¿De dónde obtiene su energía?»

Algunos clientes encuentran que es más fácil comprender lo que la palabra ‘presencia’ significa después de responder esta importante pregunta:

«¿Siente que algunas veces ‘la cosa’ lo está observando?»

«¿Genera en ocasiones voces dentro de su cabeza?»

Si contesta que sí:

«¿Qué le dicen las voces?»

Una pregunta bastante reveladora puede ser:

«¿Cómo reacciona ‘la cosa’ cuando la observamos»?

Este puede ser un buen momento para repetir la esencial pregunta:

«¿Qué es lo que quiere?»

«Si ‘la cosa’ pudiera hablar a través de usted, ¿Qué es lo que diría?»

Otra pregunta reveladora es:

«Si ‘la cosa’ pudiera tomar posesión de usted, ¿Qué pasaría?»

Seguida de:

«¿Es posible que algunas veces se posesione de usted?»

Si contesta que sí:

«¿Qué pasa entonces?»

«¿A qué se parece?»

En este punto, conforme el cliente va haciendo contacto con ‘la cosa’, hay más oportunidades de obtener una descripción detallada. En la mayoría de los casos, el aspecto del ente no cambia significativamente hasta que se extrae. Durante la etapa de observación, puede cambiar ligeramente. Puede crecer un poco, por ejemplo si el cliente consume alimentos tóxicos o drogas. Sin embargo, estas variaciones permanecen moderadas, y una araña continuará siendo una araña, una cabeza seguirá siendo una cabeza, etc. A no ser por casos extraordinarios, un ente que cambia de forma constantemente, pasando de ser un pulpo a una persona pequeña o un insecto, es muy probable que sea una fantasía mental más que un verdadero ente.

«¿’La cosa’ se mueve o permanece siempre en el mismo lugar?

Si contesta que se mueve, se continua con:

«¿Qué le pasa a usted cuando se mueve?»

«¿Está ‘la cosa’ relacionada con alguno de sus órganos?»

Muchos clientes no tienen la más mínima idea, ni la percepción de en donde están ubicados sus órganos. Cuando este es el caso, por supuesto que la pregunta es irrelevante.

«¿’La cosa’ se siente como masculino, femenino, o ninguno de los dos?»

A excepción de casos especiales, esta pregunta es de poco interés, debido a que los clientes usualmente no pueden relacionarse con el ente y generalmente dan respuestas diferentes si la pregunta se repite después de varios minutos.

De entre las preguntas clave, se encuentran:

«¿Hay alguna parte de usted que se beneficie de la presencia de ‘la cosa’?»

«¿Qué tipo de beneficios obtiene usted de la presencia de ‘la cosa’?»

Las respuestas a estas preguntas generalmente ofrecen información acerca del por qué un ente en particular se pudo haber adherido a un cliente. El trabajar con estos asuntos no sería suficiente para despejar al ente, pero en cualquier caso los ayudaría a corregir algunos de los puntos débiles más importantes del cliente.

El intentar encontrar cuándo, cómo y porqué el ente se introdujo es una parte importante de la exploración, aun cuando en muchos casos no sería posible obtener más que una vaga indicación de esto. Primero es necesario usar algunas preguntas simples, como:

«¿Siente usted que ‘la cosa’ ha estado allí por mucho tiempo?»

«¿Cuando se infiltró?»

Esta pregunta con frecuencia parece ser insuficiente, por lo tanto se usa la técnica ISIS, en particular aquella que facilita el regresar en el tiempo. Una posibilidad es hacer que los clientes regresen en el tiempo y vuelvan a experimentar el como se veía y sentía su cuerpo diez años atrás para ver si ‘la cosa’ ya estaba con ellos. Mientras que no sea posible encontrar su origen, uno permanece moviéndose hacia atrás en el tiempo, en períodos de cinco a diez años cada uno, hasta que se llega al vientre materno. Es necesario explorarla en detalle, ya que la etapa del vientre materno es un momento crítico en la que las personas pueden atrapar entes,. Después, si es necesario, uno se sigue moviendo todavía más atrás en el tiempo.

Una vez que el momento de la invasión se ha ubicado, es importante el explorar si alguna parte del cuerpo del cliente atrajo activamente al ente y la razón para que esto sucediera, así como cualquier otra circunstancia relacionada.

Aun cuando no se hubiese encontrado el origen, los clientes algunas veces pueden responder con facilidad a:

«¿En dónde estaba la cosa antes de entrar en usted?»

Esto generalmente desencadena respuestas fascinantes, permitiendo que el cliente recurra a las memorias inscritas en el ente.

Es posible concluir la exploración con:

«¿Si usted muriera, qué le pasaría a ‘la cosa’?»

«¿Si ‘la cosa’ lo dejara, a dónde iría?»

«¿Se iría hacia la tierra, agua, viento, fuego o al espacio?»

La lógica detrás de esta pregunta es que los entes tienen una cierta afinidad con el elemento con el que están más relacionados–los entes de la tierra desean regresar a la tierra, etc, etc.

Algunas veces también es apropiado hacer esta difícil pregunta:

«¿,Está adherido o conectado a alguien más al mismo tiempo que a usted?»

El orden en que se hacen las preguntas puede ser modificado de acuerdo a las características individuales del ente y el cliente. Durante ISIS, un principio básico es el preguntar solamente las preguntas que los clientes puedan responder. De otra manera, ellos tendrían que utilizar su conciencia mental ordinaria para poder responder la pregunta, lo que los proyecta fuera del espacio expandido de la percepción. Particularmente al principio de la sesión, los clientes no están en contacto con su ente lo suficiente como para poder responder preguntas muy elaboradas. Por lo tanto, es necesario primero lidiar con los puntos elementales como lo son «¿Qué tan grande se siente?», «¿Tiene alguna forma?» Esto permite que el cliente gradualmente haga contacto con ‘la cosa’. Es hasta entonces cuando tiene sentido el hacer preguntas más complicadas.

Es esencial que comprenda que no tendría sentido el hacer todas estas preguntas durante una conversación o entrevista normal, sin estar en el espacio interior disponible a través de la técnica ISIS. Es sólo con base en la expansión, de la percepción que tal exploración toma significado. De otra manera, lo mejor que puede hacer un cliente es adivinar, y todo terminaría siendo un juego mental, un inútil carnaval.

Otro punto esencial es que no es suficiente el explorar un ente para deshacerse de él. Para poder lograrlo es necesario llevar a cabo una extracción apropiada. El conducir una exploración como la antes mencionada sin después hacer una extracción, podría hasta empeorar la situación, al exacerbar los síntomas causados por el ente. Está bien el descubrir que uno tiene una araña astral en el cuello y observarla, mientras que uno se asegure de que será despejado en una o dos semanas (como es el caso cuando está disponible un terapeuta calificado). De otra manera, se puede convertir muy fácilmente en una pesadilla. Debo repetir que sólo personas calificadas que sepan despejar entes y que tengan una actitud de madurez (a la ‘no nací ayer’) deberán de lidiar con los entes, de lo contrario algo más podría suceder.

14.6 Concluyendo la sesión de exploración

Después de una sesión de ISIS, y antes de darle las instrucciones relacionadas con la etapa de observación, puede ser de ayuda el explicarle algunos puntos teóricos al cliente. Muchas personas tienen ideas preconcebidas acerca de los entes y el exorcismo. Es por lo tanto necesario que se le quite la connotación de algo dramático a la situación, al compartir con ellos algo de la información que se ha visto en este libro.

Particularmente, uno debe hacer énfasis en que los entes no son nada más que parásitos y que no hay nada de extraordinario o diabólico en ellos. Los clientes deben de entender claramente que no están ‘poseídos’ y que el proceso de extracción será simple y rápido. Usualmente ésto no causa ningún problema. En la simplicidad del estado de ISIS, los clientes pueden ver por ellos mismos lo que ‘la cosa’ realmente es. Por esta razón raramente salen preocupados de la sesión. Puede ser un beneficio adicional el que se haga énfasis en que, aun cuando suene desagradable o poco placentero, el descubrir a un ente es una buena señal. Este podrá despejarse a corto plazo, permitiendo de esta manera el progreso de la persona y mejorando significativamente su situación interna. Recuerde que puede tomar años de trabajo el sanar un trauma de la infancia; mientras que después de un máximo de tres semanas de llevar a cabo este proceso, la gran mayoría de los entes habrán sido despejados. Y no volverán.

Al mismo tiempo, uno debe tener cuidado de no permitir que los clientes usen a los entes como chivos expiatorios, responsabilizándolos de sus dificultades. Para algunas personas, los entes son una manera fácil de no tomar responsabilidad por sus problemas. He tenido clientes que cuando encuentran algo de ellos que no les gusta, me preguntan «¿Está seguro de que no es un ente?» O para algunas personas, si descubren que un ente está relacionado con alguna emoción vergonzosa, comentan inmediatamente «¡Oh! ¡Qué bien, entonces no soy yo, es el ente!» Esta actitud no es responsable, y no permite que se logre un avance. Es necesario recordarles a este tipo de clientes que, primero que nada, ‘la cosa’ no entró por casualidad y que si se adhirió a ellos fue porque comparten alguna tendencia con él. Y en segunda, no es posible deshacerse de problemas sicológicos simplemente despejando a un ente. El extraerlo facilita el trabajo que debe sobrevenir, pero no lo reemplaza.

14.7 La etapa de observación

Después de la sesión de ISIS en la que se ha descubierto y explorado al ente, el cliente pasa por la etapa de observación. Se le dan las siguientes instrucciones:

Primero, no intente alejar al ente y no le pida que se vaya. El ente ha estado dentro de usted por mucho tiempo y si fuera tan fácil como decirle que se fuera ya lo hubiera hecho desde antes. Una de las principales características de los entes es que no se van con facilidad.

Por otro lado, al pedirle al ente que se que vaya o el forzar su salida, uno podría provocar que se escondiera, lo que solamente complicaría y haría más lento el proceso. La experiencia me ha demostrado que si, una o dos semanas después de descubrir al ente, el cliente regresa diciendo que ha desaparecido, esto puede deberse a dos cosas. Una, que ‘la cosa’ no era un ente sino una ilusión mental de algún tipo, o que en realidad era un ente–lo cual, en el noventa y nueve porciento de los casos, no se ha ido, se está escondiendo. La mejor actitud al confrontarse con un ente es una de neutralidad. El mandarle pensamientos negativos lo podría reforzar ya que se alimentan de la negatividad del cliente. Sin embargo, el enviarle amor, tampoco ayudaría, ya que alimentaría los lazos que lo unen al cliente. El consejo que se les da a los clientes es: sólo manténgase consciente de él, nada más obsérvelo, pero en realidad obsérvelo. Manténgase consciente de su presencia con la mayor frecuencia posible. Conviértase en un zoólogo que observa el comportamiento de cierta criatura. No dude en tomar notas y analizar sus sentimientos. Si esto se hace de manera cuidadosa, puede ser una experiencia de los más educativa–no sólo aprenderá algo acerca de ‘la cosa’ sino también acerca de usted. En especial, cada vez que experimente emociones, antojos o deseos, haga una interiorización y trate de encontrar si estos vienen del ente o si son parte de usted. Una vez que haya hecho contacto con el ente, esto no resulta tan difícil. Le permite discernir con claridad cuales son las interferencias que ‘la cosa’ le causa.

Si se siente un antojo o una emoción, el cliente es motivado a evitar suprimirla, y más bien a buscar el origen de la misma. Desde el punto de vista del proceso, el problema no es si se comerá o no el chocolate –es el encontrar si el antojo viene del ente. El mismo principio aplica a las emociones y a las reacciones de todos tipos.

El trabajo de observación deberá extenderse a todos los aspectos de la vida de los clientes – su empleo o profesión, las personas con las que viven, las actividades que disfrutan durante sus ratos libres, su salud y los síntomas físicos, sus hábitos alimenticios, etc. Esto deberá llevarlos a conocer con seguridad:

  • qué es lo que el ente quiere, lo que le gusta y disgusta;
  • cómo influencía sus emociones, deseos y elecciones;
  • qué de lo que hay dentro de ellos, es de ellos y qué es del ente

Una vez que este trabajo se ha completado, el cliente está listo para la extracción.


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