El gobierno de Gambia suministró a agricultores pobres elementos como arados a motor, tractores y trilladoras de arroz. Crédito: DW/Manuel Ozcerkes/CC by 2.0
|
BANJUL, ago (IPS) – Mohammad Ceesay, un agricultor de 20 años de la región de Central River, en Gambia, abandonó la escuela secundaria. Pero gracias a una iniciativa que busca desalentar la emigración de jóvenes a Europa, ahora gana casi la mitad del salario de un ministro a partir de sus cosechas de arroz.
«En julio coseché 20 hectáreas de arrozales en mi propio establecimiento, y nuestra asociación cosechó 100 hectáreas en la región de Central River», dijo a IPS.
Ceesay gana el equivalente a 1.170 dólares cada tres meses, la mitad de lo que ganan los ministros en esta nación de África occidental. Sus salarios mensuales rondan 667 dólares, lo que suma casi 2.000 dólares cada trimestre.
Él es uno de los 50 agricultores de la asociación «Operation No Back Way to Europe» (Operación No Hay Camino de Regreso a Europa), fundada en 2008 para desalentar la emigración ilegal de jóvenes.
De hecho, algunos de los agricultores jóvenes de la organización han intentado ingresar a Europa sin documentación, pero fueron enviados de regreso a Gambia. Edrissa Sane, de 23 años, es uno de ellos.
«Antes le pedía a mi familia que me ayudara a ir al exterior en busca de pasturas más verdes. Lo intenté varias veces, viajando por mar en un pequeño bote hacia España. No lo logré, porque fuimos arrestados y deportados», relató.
Pero desde que se unió a «Operation No Back Way to Europe» ya no tiene deseos de volver a hacer ese viaje, peligroso e ilegal.
En pocos meses ganó unos 1.000 dólares. «Eso es suficiente para mí, (y es mejor) que viajar por mar para perder mi vida», dijo a IPS este productor arrocero.
Sane declaró que lamenta no haber incursionado antes en la agricultura, porque ahora obtiene ingresos que le permiten una buena calidad de vida.
El presidente de «Operation No Back Way to Europe», Bubacarr Jabbi, dijo a IPS que la asociación está trabajando con el Departamento de Inmigración y con la Fuerza Policial de Gambia para reducir las emigraciones ilegales.
A lo largo de los años, más de 200 jóvenes de Gambia fallecieron mientras cruzaban por mar hacia Europa. En un punto hubo más de 600 al año intentando emigrar de manera ilegal. Sin embargo, según estadísticas del Departamento de Inmigración, apenas 60 trataron de hacer ese viaje entre 2010 y 2011.
«Creemos en la acción, y por lo tanto urgimos a otros actores relevantes a ir en ayuda de los jóvenes, a fin de informarles sobre las implicaciones de la emigración ilegal», dijo Jabbi.
Una de sus iniciativas para que los jóvenes no se vayan de Gambia es agrícola.
«Operation No Back Way to Europe» cuenta con jóvenes agricultores en todo el país.
Sobre unas 2.000 hectáreas de tierras concedidas en préstamo por el gobierno, los 50 jóvenes cultivan el Nuevo Arroz para África (Nerica, por sus siglas en inglés), una variedad conocida por su capacidad de prosperar en áreas secas.
Otras 1.000 hectáreas del gobierno fueron prestadas a otros agricultores en todo el país.
Y al acercarse la temporada de cosecha de este año, en septiembre, la organización prometió que sus integrantes tendrán un rendimiento récord. Según sus estimaciones, producirán 4.500 toneladas de Nerica.
Actualmente, este país tiene apenas 100 cultivadores arroceros que producen entre 10.000 y 15.000 toneladas del grano al año.
Gambia, el país más pequeño de la región del Sahel, atravesó una crisis alimentaria el año pasado, cuando el gobierno anunció una emergencia nacional en marzo tras declarar que la cosecha 2011 había sido un fracaso.
En ese entonces, alrededor de la mitad de los 1,4 millones de habitantes padecían inseguridad alimentaria.
Según un informe del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), este país experimentó una reducción de casi 70 por ciento en su producción alimentaria, y 19 de sus 39 distritos rurales fueron los más afectados por las escasas lluvias.
La producción arrocera cayó 74 por ciento, indica el estudio.
La oficina de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en Banjul señaló que esa vulnerabilidad ante la inseguridad alimentaria continuará aumentando.
Además, los precios de los alimentos básicos se dispararon el año pasado. Muchos no pueden darse el lujo de comprar un saco de 50 kilogramos de arroz, que ahora cuesta casi 33 dólares, cuando antes costaba 20.
Alrededor de 70 por ciento de la población de Gambia vive de la agricultura. Sin embargo, esta actividad contribuye con apenas 32 por ciento del producto interno bruto. Aunque casi la mitad de los 10.000 kilómetros cuadrados del país son arables, solo la quinta parte de la tierra ha sido cultivada.
Según el gobierno, la agricultura es el sector principal con el que se puede reducir la pobreza, generar inversiones y mejorar la seguridad alimentaria. Y este es el motivo por el que desea que se invierta más en este rubro.
El director agrícola de la región de Central River, Ousman Jammeh, considera que el éxito de los jóvenes agricultores de la «Operation No Back Way to Europe» se debe al apoyo del Proyecto de Producción Agrícola de Emergencia de Gambia (GEAPP, por sus siglas en inglés.
El proyecto, financiado por la Comisión Europea y administrado por el gobierno de Gambia, ha suministrado a agricultores de 10 de los distritos más vulnerables insumos como arados a motor, tractores, trilladoras de arroz, sembradoras, desmalezadoras y sacos de fertilizantes, todo gratuitamente.
Jammeh dijo a IPS que, como a algunos agricultores se les dieron insumos adecuados, sus niveles de producción para la cosecha de este año deberían aumentar. El GEAPP distribuyó 3.000 toneladas de fertilizantes a 600 aldeas, 300 arados a motor, 367 sembradoras, 367 desmalezadoras y 367 trilladoras, así como 525 toneladas de semillas.
«Debido al aumento de los precios de los alimentos, el GEAPP tiene el objetivo de potenciar la producción agrícola en las aldeas más vulnerables del país, brindando acceso a insumos y maquinaria, y a través de la rehabilitación de 35 depósitos de semillas de aldeas y 23 centros de multiplicación de semillas», señaló.
Ceesay, quien empezó en la actividad agrícola el año pasado, es uno de los cultivadores que esperan un aumento en sus rendimientos. Estima que su cosecha le permitirá obtener más de 300 sacos de 50 kilogramos de arroz cada uno. El año pasado produjo 200.
«Este año tuvimos todos los materiales e insumos agrícolas antes de tiempo y los usamos. (No tener insumos) fue nuestro principal problema, que contribuyó con nuestra mala temporada del año pasado», dijo.
http://www.ipsnoticias.net/nota.asp?idnews=101457