Una fuerte tensión reina en la frontera entre Siria y Turquía, donde el ejército turco volvió a responder a un disparo de la artillería siria contra su territorio.
Los rebeldes sirios se apoderaron de Jirbel al Joz, un pueblo fronterizo tras combates en los que murieron 25 soldados del ejército leal al régimen de Bashar Al Asad, indicó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH). La ciudad de Homs, en el centro de Siria, era por otra parte blanco de numerosos bombardeos. El presidente sirio Bashar Al Asad hizo una inesperada aparición pública este sábado en Damasco, en donde visitó un monumento a los mártires, según informaron los medios oficiales sirios.
El ejército turco reaccionó con cuatro tiros de morteros, a un disparo de la artillería siria contra la provincia turca de Hatay (sureste), que no causó víctimas, según comunicó la gobernación de Hatay. Desde que un grave incidente ocurrido el miércoles pasado costó la vida a cinco civiles turcos en una aldea fronteriza, Turquía responde sistemáticamente con disparos de artillería a los tiros sirios.
El último incidente tuvo lugar cerca del pueblo turco de Guvecci, fronterizo con Siria. Un obús, lanzado desde la zona siria de Jirbet al Joz, que apuntaba a rebeldes desplegados en la frontera turca, cayó en un terreno baldío.
Sin embargo, el Observatorio sirio de Derechos Humanos, una ONG basada en Gran Bretaña y que se apoya en una amplia red de activistas y médicos, desmintió este ataque.
«No ha sucedido nada en la frontera entre Turquía y Siria esta mañana», declaró el director del OSDH, Rami Abdel Rahmane, según el cual dos obuses del ejército turco cayeron al sur de la ciudad siria de Tall al Abyad el viernes por la noche.
Los sirios desmienten cualquier ataque en las últimas 24 horas, pero la tensión crece
El incidente ocurrido el miércoles en el sureste de Turquía, el más grave entre Ankara y Damasco desde la destrucción de un avión de combate turco por la defensa aérea siria en junio, provocó un fuerte aumento de las tensiones entre los dos países y reavivó los temores de una propagación del conflicto sirio. Muestra del aumento de las tensiones: la televisión siria y la agencia oficial SANA informaron este sábado que cuatro turcos que combatían en filas rebeldes en Siria murieron en enfrentamientos el sábado en Alepo.
«Una unidad de nuestro valeroso ejército destruyó en Bustane al Qasr dos vehículos armados con ametralladoras pesadas antiaéreas Douchka y siete vehículos de marca Mercedes en el cual se encontraban terroristas, entre ellos cuatro turcos», afirmaron los medios de prensa oficiales. Por otra parte, el ejército sirio siguió bombardeando bastiones rebeldes este sábado, principalmente Alepo y la ciudad de Homs (centro), mientras que cinco civiles murieron en los bombardeos de la provincia de Homs, informó el OSDH.
En la ciudad de Homs, la tercera ciudad siria, continuaron los bombardeos en el barrio rebelde de Jaldiye, y estallaron enfrentamientos cuando hombres del régimen intentaron penetrar en varias zonas controladas por los insurgentes.
En Damasco, las fuerzas de seguridad estaban desplegadas en el barrio residencial de Muhajirin (norte), donde registraban las habitaciones, según el OSDH. En el suroeste de la capital, los rebeldes mataron a al menos dos soldados durante un ataque contra un puesto de control del ejército.
Ultimátum para los rehenes iraníes, ante la presión de Irán
Los rebeldes amenazaron con matar a decenas de rehenes iraníes secuestrados en Siria a principios de agosto si el ejército no se retira de la zona de Ghuta oriental, y dieron un ultimátum que expira este sábado.
Irán, fiel aliado del régimen sirio, reclamó este sábado la liberación inmediata de los rehenes, informó la agencia oficial IRNA.
Un vídeo difundido el 5 de agosto muestra imágenes de los rehenes iraníes, acusados por los rebeldes sirios de ser Guardias de la revolución, el ejército de élite del régimen islámico. Al menos 133 personas, de las cuales 70 civiles, 39 soldados y 24 rebeldes, murieron por la violencia en Siria el viernes, según un balance del OSDH.