Estamos en un momento emocionante para la biología. Hemos decodificado el genoma humano, clonado animales, las células madre han revolucionado la investigación médica. Nuestros descubrimientos, al tiempo que nos asombran, nos hacen preguntarnos hasta dónde seremos capaces de llegar. El siguiente paso podría ser crear una forma de vida sintética. Pues parece ser que hemos dado algún paso en esa dirección. Se ha creado material genético artificial, y evoluciona.
Nuevas formas de vida sin ADN
Hemos superado la etapa en la que necesitábamos ADN natural para crear vida y hemos pasado a la siguiente etapa: formas de vida que se desarrollan a partir de moléculas sintéticas. A estas nuevas moléculas precursoras de vida se las conoce como AXN.
¿Y cómo lo han conseguido? Philipp Holliger del Laboratorio de Biología Molecular de Cambridge explica que han recombinado azúcares para conseguir una estructura helicoidal, semejante a la del ADN. Y no se han quedado ahí, sino que han creado enzimas capaces de trabajar con el AXN para formar un sistema genético completo.
En los núcleos de nuestras células la ADN-polimerasa es la enzima que se encarga de “retocar” las hebras de ácidos nucleicos. Corta aquí y pega allá. La actividad de esta enzima es fundamental para que se “lean” las instrucciones contenidas en el ADN.
¿Hacia dónde evolucionarán?
Holliger ha conseguido reprogramar las enzimas para que sean capaces de interpretar el AXN para obtener ADN y viceversa. Un nuevó método para almacenar y transmitir información genética, lo que es el fundamento de la evolución.
Una vez que se haya mejorado el método, solo queda sustituir el material genético de una célula o bacteria por este AXN, programarlo para que haga una función concreta, y sentarnos a esperar. Esta nueva célula evolucionará de un modo nunca visto, impredecible y con un origen completamente sintético.
De todas manera que no cunda el pánico. Ya me imagino cuál sería el argumento de la película de Hollywood: se crean unas superbacterias que evolucionan hasta convertirse en unos parásitos en el organismo de los humanos y acaban por controlarlos. Debería patentar la idea.
Holliger aclara que estas bacterias serían incapaces de sobrevivir sin un aporte de enzimas específicas continuo. Pero esta tecnología permitiría programar bacterias para, por ejemplo degradar vertidos de petróleo, o tal vez bacterias que consumiesen dióxido de carbono de la atmósfera y nos ayudasen a limpiarla. Las posibilidades son infinitas.
Podemos plantearnos si Philipp ha sobrepasado los límites que la ética impone en ocasiones a la ciencia, aunque las ventajas son innegables
http://www.ojocientifico.com/4077/se-crea-material-genetico-sintetico-y-capaz-de-evolucionar