Las autoridades les piden guardar ajo en los bolsillos y colocar cruces de madera en sus habitaciones para alejar el mal de la aldea.

El comunicado oficial advirtiendo a todos sus ciudadanos de la nueva amenaza se emitió después de que se derrumbase un antiguo molino que, según una leyenda del lugar, era el hogar de Sava Savanovic, un vampirolocal. Se dice que Savanovic se bebía la sangre de aquellos que se acercaban al molino para moler sus granos cerca del río Rogatica.

Puesto que la construcción acaba de derrumbarse, se cree que el espíritu maligno empezó a buscar un nuevo lugar para habitar. Algunas personas aseguran haber escuchado pasos en el bosque y extraños sonidos que llegan desde las montañas donde Savanovic supuestamente murió al ser atravesado por una estaca, aunque, según la leyenda, su espíritu logró sobrevivir en una mariposa.

A la luz de la mala situación económica que vive esta empobrecida región fronteriza con Bosnia, la historia podría usarse para atraer a turistas a Zarozje. Las leyendas de vampiros han sido populares en los Balcanes durante siglos, en particular la de Drácula, de la región rumana de Transilvania.