Las mujeres tenían gustos sencillos en cuanto a su atavío: no les gustaba llevar joyas, aunque en los últimos tiempos las reinas se adornaban con mayor profusión. Las hititas vestían con decoro una túnica plisada, larga hasta los pies y ajustada a la cintura, y utilizaban mantos largos. Sobre la cabeza colocaban una tiara cilíndrica. De ella pendía un velo con el que podían ocultar el rostro. Este velo se consideraba un signo de distinción reservado a las mujeres nobles, quedandoprohibido su uso a las esclavas o prostitutas. Sin embargolas mujeres jóvenes, pertenecieran o no a la aristocracia, solían llevar la cabeza descubierta.
El historiador Ángel Montenegro nos describe cómo era físicamente este pueblo en su obra El Imperio Hitita. Afirma quelos hombres hititas lucían largas melenas de cabello castaño y fino, de un tono que sugiere que podría haber sido intensamente rubio durante los primeros años de edad. De frente alta y perfil griego, preferían llevar la cabeza descubierta, pero a veces usaban un gorro aplastado que podía prolongarse con un rabo que caía flotando sobre los hombros. No se afeitaban el cráneo ni utilizaban peluca. A diferencia de los egipcios, sus peinados no eran complicados, excepto en la última época. Hasta el año 1200 a. C. solo el rey lucía una barba postiza, algo que también caracterizaba a los dioses, y cubría su cabeza con un birrete cuando actuaba como sumo sacerdote.
El cuerpo de los hititas era fuerte y musculoso. Lo corriente era que caminaran descalzos si el terreno lo permitía, pero para atravesar los pasos montañosos nevados calzaban botas altas de puntera curvada. Vestían túnicas de manga corta hasta la mitad del muslo, y las ajustaban mediante cinturones en los que introducían la espada. En ocasiones dioses y reyes aparecen cubiertos apenas con un paño, pero solo a las divinidades de ambos sexos se les permitía mostrarse desnudos. En cuanto a los soldados se protegían con una túnica larga que ajustaba según su gusto.
En fechas muy señaladas celebraban banquetes que llegaban a durar varios días seguidos. Entonces comían y bebían recostados sobre las alfombras, ante unas mesas bajasen las que se iban colocando los alimentos. Los hititas amaban el baile. La mayoría de los guerreros eran muy aficionados a lacaza, y como armas utilizaban el arco y la lanza o jabalina. Otras diversiones eran el boxeo, la esgrima y el tiro con arco.Pero las competiciones con carros de guerra estaban reservadas a los más acaudalados, puesto que resultaban muy caros.
Las ciudades disponían de unas tierras que se entregaban al heredero de una persona asesinada. Los propietarios de un terreno lo ponían al amparo de los dioses, para lo cual se convocaba al sacerdote. Este degollaba un carnero en el altar de sacrificios y realizaba una ofrenda de diez panes y unalibación de cerveza. Se entendía que de este modo el lugar quedaba libre de cualquier maleficio, al tiempo que se reconocía al propietario. Si se vendía el terreno, era preciso repetir el ritual de consagración, porque los hititas consideraban que el favor de los dioses era personal e intransferible. En esta segunda ocasión se ofrecía un pan cocido bajo ceniza a las dos divinidades principales: la diosa Sol de Arinna y el dios de la Tempestad.
Si las tierras quedaban abandonadas, pasaban a ser propiedad de quien se comprometiera a cultivarlas. Se pretendía con ello crear familias de agricultores, puesto que era el mejor medio de asegurarse alimentos para todo el reino. La tierra era trabajada por agricultores libres ayudados por esclavos que eran asignados por el rey entre los prisioneros capturados. La esclavitud era especialmente dura, puesto que el amo tenía derecho a decidir sobre la vida y la muerte.
La vivienda hitita causa impresión de ser provisional. La piedra utilizada para el basamento no era tallada; las paredes se hacían con adobes entramados con madera, y los tejados estaban hechos a base de ramajes y caña de tal manera que resultara impermeable a la lluvia, pero muy vulnerable al fuego. No contaban con pórticos ni con vestíbulos. Como a través de las paredes se filtraba el aire y el frío, en invierno se reforzaban con gruesas maderas fáciles de desmontar. En las viviendas de dos pisos, muy comunes en las ciudades, se utilizaba una escalera móvil para acceder al superior.
El mobiliario era sobrio: camas, arcones, mesas, sillas y cofres eran de madera lisa. Rara vez aparecían pintadas o decoradas.Sobre el suelo se extendían pieles de oveja y de cabrapara protegerse del frío, y sobre ellas se encendían braseros de arcilla cocida. Las camas se situaban muy altas, para protegerse de la humedad. Los hititas subían a ellas mediante taburetes o bancos.
Los utensilios domésticos eran escasos: una tinaja de cerámica medio sepultada en el suelo en la que se conservaban los alimentos, y grandes vasijas para el vino y la miel. Había molinos de trigo, con los que las esclavas majaban el grano. Era en los templos, en el palacio del rey y en las casas de los nobles donde se encontraban los objetos artísticos.
El territorio que habitaban los hititas era montañoso y semidesierto. Los ríos eran escasos, por lo que les fue preciso construir diques, canales y embalses para los campos de cultivo.Nunca consiguieron producir suficientes cereales, de modo que se veían obligados a importar grandes cantidadesde Egipto y Siria. Contaban con puertos cuya única misión era la de recibir estas mercancías, pero ellos, curiosamente,nunca se asentaron en la costa.
Este pueblo se dedicaba fundamentalmente al cultivo de las leguminosas y los árboles frutales. Destruir de modo intencionado un huerto estaba severamente castigado, ypor cada árbol destruido, el culpable debía pagar casi diez veces su valor, además de encargarse de replantarlo. También cultivaban hierbas, plantas medicinales y condimentos. Una de las más cotizadas era el azafrán, cuya cosecha celebraban con fiestas.
El árbol favorito era el olivo. Aunque las aceitunas se utilizaban también como alimento, su mayor utilidad era convertirlas enaceite, que servía para el alumbrado y para ungüento además de en la cocina. También la vid era popular, pero no por la uva, sino por el vino, cuya calidad era excelente y exportaban a los países vecinos.
Entre los animales domésticos destacaba el cerdo, por lo fácil que resultaba alimentarlo y el gran provecho que se podía extraer de él. De los animales obtenían productos lácteos, piel y lana, lo que dio lugar a la aparición de prestigiosos artesanos. Apreciaban tanto las cabras y las ovejas que incluso esculpían estatuas representándolas. Los pastores nómadas estaban exentos de incorporarse al ejército, porque se consideraba que su trabajo era más importante.
Sus montañas eran ricas en minas de plata, plomo y cobre. Como sabían extraer los minerales, comenzaron a disponer de armas muy poderosas. Este poder aumentó cuando encontraron lasminas de hierro, lo que les dio el predominio militar a lo largo de dos siglos. La extracción y fabricación del hierro era considerado alto secreto… pero alguien se lo robó.
La esperanza de vida, pese al prestigio de sus médicos, no era larga, ni siquiera en el seno de la familia real, pero la práctica de la medicina era una labor muy respetada. Los médicos hititasfrecuentemente traspasaban sus fronteras, mientras que otros llegaban desde Egipto o Babilonia, a veces para prestar sus servicios en la corte. La mayoría de ellos eran hombres, perotambién hubo alguna mujer.
Eran también mujeres las que asistían en los partos, y las encontramos en otras profesiones fuera del ámbito doméstico:molineras, cocineras, tejedoras, posaderas, cantantes o bailarinas. Con frecuencia sus puestos dependían financieramente del palacio o del templo. Pero, aunque parece que hubo un tiempo en el que prevaleció el matriarcado en Anatolia, la familia era patriarcal. El novio pagaba el precio por la novia, y si el esposo sorprendía a la esposa cometiendo adulterio, tenía derecho a decidir su destino.
El rey era el gobernante supremo, ostentaba el mando militar y judicial y era el sumo sacerdote. En torno a él existía una clase de nobles y dignatarios que poseían un poder considerable y estaban en buena medida relacionados con el rey mediante vínculos de sangre. El gobierno de las provincias y ciudades más importantes era asignado por el rey a miembros de su propia familia, si bien a partir de un momento el privilegio se extendió a aquellos que se habían convertido en parientes mediante matrimonio. Existía eljuramento de fidelidad, que debía de ser renovado por el sucesor. Los nobles poseían grandes señoríos, con sus campesinos y artesanos, que pagaban una renta en forma de servicios prestados.
El Estado hitita era una organización militar en el que la vida cotidiana se regulaba por ley. Las leyes se iban modificando para adaptarse a las nuevas costumbres, y en general los castigos eran bastante suaves, optando en la mayoría de los casos por fuertes multas. En tiempos primitivos se establecía el descuartizamiento para los culpables de un delito relacionado con la agricultura. Otros crímenes graves eran la violación y, en el caso de los esclavos, la desobediencia.
Bibiliografía:
Los Hititas – Carter Scott
Life and Society in the Hittite World – Trevor Bryce
The Hittites and Their World – Billie Jean Collins
The Hittites and Their World – Billie Jean Collins
Historical Dictionary of the Hittites – Charles Allen Burney
allaboutturkey.com/hitit.htm
El Imperio Hitita – Ángel Montenegro
Private Life Among the Hittites – Fioirella Imparati
Private Life Among the Hittites – Fioirella Imparati
The Socio-economic Roles of Women in Mycenaean Greece: A Brief Survey From Linear B Tablets – Billigmeier y Judy Turner