La investigación no fue fácil por el tiempo transcurrido y porque era difícil poder hallar y estudiar la información que se pudiera conservar de la época. Sin embargo, los agentes policiales lograron localizar archivos con documentos que contenían las fechas de entrada y salida de mujeres en el centro médico donde supuestamente había nacido la denunciante.

Tras analizar los datos los agentes obtuvieron una lista de más de 200 candidatas. Intentaron contactar con todas ellas y finalmente lograron localizar a la madre biológica de la mujer, algo que fue confirmado al practicar los cotejos de ADN. La madre mostró gran alegría y sorpresa porque el personal de la clínica le había dicho que el bebé murió después del parto, aunque no le enseñaron el cuerpo ni le dijeron el lugar del entierro.

En los últimos años ha habido varios casos de reencuentros de bebés robados con sus familias décadas después, pero hay muchas más denuncias de robos que quedan por resolver. Se calcula que en España se realizaron en las últimas décadas alrededor de 300.000 robos de niños, la mayoría en los años 60 y 70, aunque hubo también posteriormente. Las sustracciones suelen seguir el mismo patrón, como denuncian los afectados: a una madre le dicen que el bebé está muerto, pero no le enseñan el cuerpo con la excusa de querer evitarle el sufrimiento.