Un equipo internacional de investigadores ha vinculado por vez primera un genotipo concreto con las aptitudes para el liderazgo. Según un análisis realizado a unos 4.000 individuos, sería el genotipo rs4950 el que, heredado de generación en generación, predispone a las personas a ostentar puestos de supervisión en sus trabajos. A pesar de esta constatación, los científicos señalan que el liderazgo está basado en gran medida en la adquisición de habilidades mediante el aprendizaje, sea cual sea la herencia genética recibida.
A partir del análisis de una extensa muestra de hermanos gemelos, el equipo internacional de investigación, que incluyó a académicos de Harvard, de la Universidad de Nueva York y de la Universidad de California, ha estimado que una cuarta parte de la variación observada entre individuos en el comportamiento de liderazgo puede ser explicada por los genes transmitidos de padres a hijos.
“Hemos identificado un genotipo, conocido como rs4950, que parece estar asociado con la herencia de la capacidad de liderazgo de generación en generación”, afirma el autor principal del estudio, el Dr. Jan-Emmanuel De Neve, de la Escuela de Política Pública de la UCL, en un comunicado emitido por la propia institución.
De Neve añade que “la idea tradicional de que el liderazgo es una habilidad adquirida sigue siendo cierta en gran medida, pero hemos demostrado que el liderazgo también tiene un componente genético.”
Para encontrar este genotipo, De Neve y sus colaboradores analizaron datos de dos extensas muestras estadounidenses, disponibles a través del llamado National Longitudinal Study of Adolescent Health (Add Health) y del Framingham Heart Study. Después, los investigadores compararon estas muestras genéticas -de aproximadamente 4.000 individuos- con información sobre los puestos de trabajo y las relaciones de estas personas.
De esta manera, constataron que había una asociación significativa entre el genotipo rs4950 y el liderazgo. El comportamiento de liderazgo se calculó a partir de la ocupación laboral de las personas analizadas (si estas desempeñaban o no cargos de supervisión en sus trabajos).
Según los investigadores, si bien la adquisición de una posición de liderazgo en el terreno laboral depende en gran medida del desarrollo de habilidades, el rasgo genéticamente hereditario de ‘líder’ también juega un papel importante.
De Neve explica que: “El pasado agosto, el profesor John Antonakis, conocido por su trabajo sobre el liderazgo, planteó la siguiente pregunta: ‘¿existe un gen específico liderazgo?’ Este estudio nos ha permitido responder que sí, hasta cierto punto. Aunque todavía hay que pensar en el liderazgo como una habilidad a desarrollar, la genética – en particular, el genotipo rs4950 – también puede desempeñar un papel importante en la predicción de quién tiene más probabilidades de ocupar puestos de liderazgo “.
El investigador añade que será preciso investigar más para comprender cómo el genotipo rs4950 interacciona con otros factores, como el entorno en que los niños se desarrollan, durante el proceso de surgimiento del liderazgo. Por otra parte, “nuestro trabajo llama la atención sobre las cuestiones éticas relacionadas con el desarrollo de pruebas genéticas para la selección y evaluación del liderazgo, así como sobre la necesidad de considerar seriamente en extender la protección actual contra la discriminación genética en el mercado laboral. Nuestra sugerencia práctica principal es que esta investigación sirva para ayudar a identificar factores ambientales específicos que a su vez ayuden en el desarrollo de habilidades de liderazgo”, señala De Neve.
El científico concluye que “si realmente queremos comprender el liderazgo y su efecto en los resultados organizacionales, institucionales, económicos y políticos, debemos estudiar tanto la naturaleza como la educación”.
Jan-Emmanuel De Neve, Slava Mikhaylov, Christopher T. Dawes, Nicholas A. Christakis, James H. Fowler. Born to lead? A twin design and genetic association study of leadership role occupancy. The Leadership Quarterly (2013). DOI: 10.1016/j.leaqua.2012.08.001.