La decisión de construir paredes que sean de, al menos, 1,6 metros de altura para separar a las dependientas de sus compañeros hombres llega después de que el director de la Policía religiosa acusara al Ministerio de Trabajo de no lograr garantizar un ambiente laboral seguro para las mujeres trabajadoras, muchas de las cuales denunciaban que eran acosadas.

En 2011 las tiendas de ropa interior en Arabia Saudita fueron obligadas a contratar mujeres como dependientas porque las clientas se sentían avergonzadas al comprar estas prendas si las vendían hombres. Más tarde obligaron a hacer lo mismo a las tiendas de cosmética. Las tiendas que se negaron a cumplir la exigencia fueron cerradas.

La nueva exigencia, según el Ministerio de Trabajo, permitió crear 44.000 puestos laborales para mujeres en el país, donde cerca del 30% de la población femenina no trabaja.