Ventajas y desventajas de la clonación del hombre Neandertal

Todo está listo para la clonación del neandertal, lo único que queda es encontrar una mujer que se preste para ser madre de alquiler, anunció el destacado experto estadounidense en genética, George Church, en entrevista a la revista alemana Der Spiegel.

George Church, profesor de la Universidad de Harvard y la Universidad Tecnológica de Massachusetts, es uno de los biólogos moleculares más famosos y exitosos del mundo. No habría puesto en juego su reputación, haciendo declaraciones infundadas. De modo que el retorno del ‘hombre de las cavernas’ a nuestra vida no es ninguna ciencia ficción. Las preguntas que surgen al respecto son, ¿Lo necesitamos de verdad? y ¿si lo necesitamos, para qué?

Feo, pero listo

Los neandertales están bien estudiados: durante entre 5.000 y 7.000 años convivían en Europa y en Oriente Medio con nuestros antepasados y desaparecieron hace unos 24.000 años. Nadie conoce la razón exacta de su desaparición, pero tampoco es muy importante. Lo que sí importa es que a pesar de su físico poco agraciado, nos superaban en intelecto. Tenían un cerebro más grande y la corteza cerebral, más gruesa. No estaban más educados, pero indudablemente más listos que nosotros. Es decir, al acabar el colegio un neandertal dejaría atrás a cualquiera. Y el plan es clonarlo e integrarlo en la sociedad.

No se sabe muy bien todavía, si se trata de una especie aparte de Homo o somos subespecies de Homo sapiens, en este último caso sería posible el cruce y la reproducción. La clonación lo aclararía todo. El beneficio de la clonación de los mamuts es incuestionable, porque su hipotética cría podría liberar el extremo Norte ruso de la dependencia del sector de gas y petróleo, diversificar su economía y crear más puestos de trabajo para la población. Pero el proyecto del neandertal no deja de plantear preguntas.

Clonando genes descompuestos

En primer lugar, surge la pregunta de si el resultado de la clonación será realmente el neandertal y no una especie de monstruo de Frankenstein sin vínculo alguno con el Hombre de las Cavernas. ¿Será posible reconstruir su genoma después de todo el tiempo transcurrido?

Enseguida después de la muerte de un ser vivo, las moléculas de su ADN empiezan a descomponerse, reduciéndose a nucleótidos, parte de los cuales pierden sus átomos y atrapan otros. Tras ello empieza el proceso de la podredumbre que fomenta la evolución en el organismo de todo tipo de bacterias que también se mueren dejando sus restos. Como resultado, se forma una mezcla compuesta en un 99% de los productos de la descomposición de los genes de las bacterias. Y de unas partículas microscópicas de esta masa que de milagro se ha conservado en los huesos de los neandertales a lo largo de 50.000 años los científicos supuestamente han identificado y reconstruido por completo el gen de los neandertales.

Parece muy poco probable. Lo máximo que podrían haber hecho es reconstruir unas secuencias muy cortas de nucleótidos. Pero como se han encontrado numerosos fragmentos de los huesos del neandertal y cada uno de ellos ha pasado por su propio proceso de podredumbre, los resultados de la reconstrucción son diferentes. Como si se tratara de un puzzle infantil con la mayor parte de las piezas perdida. Imposible hacer un cuadro con esto.

Cortando y pegando genes

Mientras tanto, la reconstrucción del genoma fue la tarea más fácil de todas, la siguiente etapa fue crear un ser con esta información genética. Los científicos hace una década han aprendido a sintetizar el ADN según un esquema y Craig Venter incluso consiguió introducirlo manualmente en una bacteria. Pero sintetizar el ADN humano e introducirlo en una célula humana es una tarea considerablemente más complicada.

Decenas de científicos destacados de los más prestigiosos centros de investigación de EEUU, Reino Unido y la UE han trabajado en la descodificación del genoma del neandertal. Y sólo uno de ellos, George Church de Harvard, propuso una solución simple, pero propia de un genio. Ni siquiera intentó introducir el genoma en una célula viva, tomó una célula y la sometió a modificaciones, adaptándola al gen del ‘hombre de las cavernas’. Y no tardó en informar de ello a Der Spiegel.

Una declaración altisonante y unas justificaciones poco impresionantes

La noticia empezó a circular: los principales medios de comunicación occidentales ofrecieron sus comentarios y el público se entusiasmó. Tan sólo en el foro del diario británico Daily Mail dejaron sus opiniones más de 1.000 lectores, la mayoría, indignados. Únicamente una mujer, una tal Nadezhda de 36 años de edad, al parecer de procedencia eslava, se ofreció como madre de alquiler para el neandertal clonado.

Los compañeros de oficio del profesor Church se precipitaron a anunciar la imposibilidad de la clonación del neandertal en un futuro inmediato, argumentándolo con que es imposible implantar el ADN del ‘hombre de las cavernas’ en una célula humana. En otras palabras, ni siquiera han estado por la labor de conocer los avances del científico estadounidense. Era muy curioso ver entre las mentes críticas a tales pesos pesados de la genética molecular como Craig Venter y Svante Pääbo, que se habían dedicado a descifrar el genoma del neandertal. Todo parecía ser cuestión de la más vulgar envidia a una impactante jugada de relaciones públicas de Church.

En estas circunstancias resultó ser una grata sorpresa la reacción del académico ruso Anatoli Derevianko quien llamó a la comunidad científica a dejar “la actitud racista” respecto a la clonación de los neandertales. Pero su postura fue absorbida por la avalancha de comentarios críticos. Mientras tanto, el profesor Church intentó desmentir sus propias declaraciones en las páginas del diario estadounidense Boston Herald, señalando que su entrevista había sido tergiversada al ser traducida al alemán.

Der Spiegel a modo de respuesta colgó en su página web el texto entero en inglés de la entrevista del biólogo molecular, para que todo el mundo se cerciorara de que efectivamente había mencionado la clonación y a la madre de alquiler.

Una competencia feroz

Ningún científico que se digne se atrevería a pronosticar los resultados de la clonación de las células humanas “adaptadas al genoma del neandertal”. Si para la clonación del mamut el resultado final es menos relevante, es decir, le valdría con salir grande y peludo y en caso de tener también cuernos, pezuñas y ubres, se aprovecharía todo, el neandertal debería ser auténtico o el proyecto acabaría en un fracaso.

¿Y por qué un profesor de Harvard se dedicaría a este campo de investigación? Es evidente: el estudioso, uno de los fundadores del proyecto Genoma Humano y de varias decenas de empresas privadas, ha creado condiciones perfectas para poder desarrollar los programas científicos que le interesaban. Al agotarse el potencial de Genoma Humano necesitó algo más para poder aspirar al dinero de los contribuyentes.

Los científicos no pretenden engañar a nadie, es verdad que están trabajando en la clonación del neandertal y reciben becas para la realización de estos estudios. No hay nada vergonzoso en la inagotable curiosidad que el Homo sapiens siente por las más variadas cosas, como por ejemplo, viajes a la Luna o a la búsqueda de la vida en Marte. Se ha reconocido públicamente que el programa de la exploración de la Luna hizo en los años 60 del siglo XX de locomotora de las tecnologías más avanzadas. Es de suponer, por lo tanto, que se consigan muchos avances en el proceso de la clonación.

Pero clonación real no la habrá, aunque existiera copia exacta del ADN, porque sería demasiado peligroso. Los neandertales tendrían más fuerza física y serían más inteligentes. Habría que destruirlos o cederles el liderazgo en las principales esferas de la vida moderna, política, deportes, arte y negocios. Y también en la ciencia. Pero los científicos no lo permitirán, nunca.

http://sp.rian.ru/opinion_analysis/20130129/156270254.html

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