Tras los informes de este mes indicando que China interrumpirá su sistema de trabajo forzado, la provincia de Guangdong encabeza la llamada vanguardia de la reforma de Xi Jinping anunciando que pondría fin a la reeducación a través del trabajo este año.
Zhichan Yan, director del Departamento de Justicia de Guangdong, dijo el 28 de enero que Guangdong ha hecho los preparativos y detendrá la reeducación a través del trabajo este año después de que el plan nacional de reforma sea aprobado por el Comité Permanente de la Asamblea Popular Nacional en marzo.
Según el Southern Metropolis Daily, Yan dijo que una vez que el sistema sea abolido, las instituciones de reeducación ya no admitirían nuevos prisioneros y las personas detenidas en los campos serán liberados después de cumplir sus condenas.
Guangdong es la primera provincia en publicar un calendario y descripciones detalladas de cómo el plan será implementado ya que Meng Jianzhu, el nuevo jefe del Comité de Asuntos Políticos y Legislativos (CAPL), el masivo aparato de seguridad del régimen comunista, declaró a principios del mes de enero que el sistema de campos de trabajo forzado de China se detendría o se reformaría.
Los campos de trabajo forzado son ampliamente criticados. Las cifras publicadas por el Ministerio de Justicia en octubre de 2012 indicaron que 60.000 personas fueron encarceladas en más de 300 instalaciones en todo el país, aunque los expertos dicen que estas son grandes subestimaciones. Hu Xingdou, erudito de Beijing, dice que la cantidad de personas privadas ilegalmente de su libertad sería de 350.000 a 750.000, señalando que hay entre 1.000 y 2.000 personas detenidas en cada instalación. Otras estimaciones se extienden a los millones, y la falta de transparencia del Partido hace que sea difícil llegar a una cifra definitiva.
Suicidios
De acuerdo con analistas, el anuncio inicial del 7 de enero por parte de funcionarios chinos del cierre de los campos de trabajo forzado en China envió ondas de choque a través de las filas de los funcionarios del CAPL, que pueden perder no sólo una lucrativa fuente de ingresos, sino que también temen ser considerados responsables por los crímenes que cometieron.
En los días posteriores al anuncio, surgieron informes de dos oficiales de seguridad pública que se suicidaron. Qi Xiaolin, Sub Jefe de Policía de la provincia de Guangdong, se suicidó el 8 de enero.
Medios disidentes chinos como Boxun.com informaron el 28 de enero que sus fuentes revelaron que el suicidio de Qi estaba relacionado con el incidente de censura de la edición de Año Nuevo el Southern Weekly y las protestas que siguieron.
Según la fuente, Qi era el jefe de Policía de Seguridad Nacional de Guangzhou. Cuando el incidente en el Southern Weekly provocó el apoyo de más de un millar de personas, Qi recomendó a sus superiores detener 10 a 20 personas y enviarlos a campos de trabajo. Pero su propuesta fue rechazada por la oficina de Xi Jinping y el mensaje fue pasado a las autoridades de Guangzhou a través del CAPL de no enviar a nadie a campos de trabajos forzados.
La fuente dijo a Boxun que Qi fue relativamente duro en la supresión de los disidentes en los últimos años, pero cuando Xi asumió como nuevo líder, se señaló un cambio de rumbo. Después de que se le negó la petición para reprimir a los manifestantes, fue criticado por sus superiores. Entonces vino el suicidio.
El 9 de enero, Zhang Wanxiong, jefe adjunto del Tribunal de Justicia del Distrito Popular de Liangzhou en la ciudad de Wuwei, provincia de Gansu, también se suicidó saltando de una ventana del sexto piso del Palacio de Justicia