El organismo ruso de espionaje militar, GRU, planea ensayar en los próximos meses una nueva arma, los ratones sabuesos, reveló una fuente del Estado Mayor citada hoy por el diario Izvestia.
“Los ratones sustituirán a los perros en la búsqueda de explosivos, municiones o personas que permanecen en lugares ocultos y escondites”, precisó la fuente.
Los experimentos, que se llevarán a cabo en circunstancias reales, podrán beneficiar a diversos cuerpos de seguridad. “El GRU se interesa más por las condiciones de campo mientras que el FSB (Servicio Federal de Seguridad), por entornos urbanos”, dijo.
Los ratones tienen mejor olfato que los perros y, además, no requieren de un cuidado especial. Viven como promedio apenas dos o tres años pero su entrenamiento se prolonga solo por un par de semanas.
Otra ventaja de los roedores frente a los perros es un sistema nervioso más sencillo, por lo que no experimentan frecuentes cambios de ánimo, señaló Antón Venedíktov, colaborador del centro EVRAAS que promueve sistemas de seguridad con el uso de ratones. A diferencia de un perro que, por distracción o antojo, puede detenerse en un lugar equivocado, un ratón es más estable en su comportamiento.
“A los ratones les entrenan a detectar en el aire el olor a ciertas substancias. Tras percibirlo, los roedores corren hacia una zona determinada de su habitáculo al tiempo que los sensores registran este traslado como una reacción al olor”, explicó el experto. Después de entrenados, son capaces de alertar sobre la presencia de armas, explosivos o drogas, así como detectar cualquier otro olor.
Bastan varios gramos de explosivos para que los ratones perciban su presencia. En cuanto a las armas, las detectan por el olor a la pólvora y al lubricante.
Normalmente hay ocho ratones sabuesos en un grupo de exploración y todos se comportan igualmente, según Venedíktov.
El Ejército y los cuerpos de seguridad en Israel usan ampliamente ratones de combate y han abortado con su ayuda numerosos atentados.