Rusia ha defendido este martes su decisión de suministrar sofisticados misiles antiaéreos modelo S-300 rusos a Siria, diciendo que esta medida tiene como objetivo disuadir cualquier intervención exterior en la crisis siria.
“Consideramos estos suministros como un factor de estabilización”, ha asegurado el viceministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguei Riabkov, ante los medios de comunicación.
“Creemos que medidas de este tipo disuaden a algunos espíritus acalorados de contemplar escenarios que impliquen internacionalizar el conflicto, mediante la participación de fuerzas extranjeras”, ha declarado el vicecanciller de Rusia.
En este contexto, el titular ruso ha agregado que Moscú pondrá en marcha esta decisión, ya que el contrato para el suministro de estos sistemas, capaces de interceptar aviones y misiles guiados, había sido firmado hace varios años.
Por su parte, el embajador ruso ante la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), Alexander Grushko, al defender la decisión del Kremlin, ha subrayado que su país estaba actuando “plenamente en el marco del derecho internacional”.
“No estamos haciendo nada que pueda cambiar la situación en Siria”, ha recalcado Grushko, además de destacar que “las armas que suministramos son armas defensivas”, que son equivalentes a los Patriots estadounidenses.
Estados Unidos, el régimen de Israel y varios países occidentales están presionando a Rusia para que no siga adelante con una entrega prometida de misiles antiaéreos S-300 al Gobierno de Damasco.
De igual manera, el ministro israelí de asuntos militares, Moshe Yaalon, en reacción a esta noticia, ha advertido que “las entregas no se han producido (pero si) llegan a Siria, sabremos qué hacer”.
La nueva polémica ante la entrega de los S-300 rusos a Siria ha tenido lugar un día después de que la Unión Europea (UE) levantara el embargo sobre la entrega de armas a los terroristas sirios, decisión muy criticada por Moscú, sobre todo porque se produce en vísperas de la celebración de una conferencia de paz internacional sobre Siria en Ginebra (Suiza).