El reciente libro de Lee Smolin, titulado “Time Reborn” [El renacer del Tiempo], ha dejado a los físicos rascándose un poco la cabeza. Frank Close, el físico de partículas de Oxford que revisó el libro en la edición de este mes de Prospect, comentó que no estaba seguro de si el libro debe ser leído una vez o estudiado durante meses.
Un grabado en madera del Renacimiento muestra a un hombre atravesando las “esferas celestes” de la cosmología clásica hacia un nuevo concepto del universo (© The Bridgeman Art Library) |
La razón de esto es que Smolin ha hecho algo muy valiente. Es justo eso. Él escribió su libro, y se plantó por la noche en el Instituto de Física de Londres, a presentarlo dedicándose a los temas centrales de su libro ante la audiencia de científicos.
La física, dijo, está en crisis. Lo que se necesita no es profundizar más en la extraña sopa de la teoría de cuerdas, o de cualquier otro tipo de trabajo, sino en una reelaboración fundamental de la concepción común de lo que es la física. Desde Platón hasta Newton, Einstein y todos los demás, la física ha estado paralizada por un terrible error. Los físicos se han equivocado en sus suposiciones acerca de la ciencia que estudiaron. Y así Smolin planteó la corrección.
El concepto sobre el que Smolin basa su tesis es que el Tiempo es la idea más confusa, fungible y contra-intuitiva de todas las de la ciencia y de la filosofía. Lo que asevera Smolin es que el tiempo ha sido excluido de la física, que las ecuaciones acerca de ello de la física tienen la propiedad de ser atemporales, mientras que el mundo natural no lo es. Esta es la contradicción que destaca Smolin y que busca corregir.
La matematización de la física y la reducción del universo a un objeto matemático, dice Smolin, ha confundido a los físicos y nos habla de los peores y más distractivos pronunciamientos de los físicos. La Teoría del multiverso y otros conceptos que Smolin ve que no tienen sentido, se derivan de la falta de codificación del tiempo en la física. Él piensa que tales ideas no sólo están equivocadas, sino que el público las rechaza, hacieno que la ciencia sea tan incorrecta como poco atractiva.
Así pues, el tiempo, dice, ha sido excluido de la física y ahora es el momento de que vuelva a entrar. Su discurso es apasionante y fluido sobre la cuestión de cómo el tiempo ha sido excluido, pero lo que no está tan claro en la forma de hacerlo volver. El libro se inclina más hacia la definición del problema que hacia su resolución.
Smolin esgrime una postura inusual. Él admite abiertamente que sus teorías pueden estar equivocadas, pero lo convierte en un punto a su favor al señalar que la posibilidad de una teoría se demuestre como falsa es una parte elemental de la ciencia. Sólo cuando una tesis es falsable puede considerarse científica. Todo lo demás es metafísica, afirma Smolin, que declara que la mayoría de las teorías físicas actuales se pierden en este dominio, las cuales contienen infinitos postulados que no puede ser probados o refutados.
Debería ser aplaudido por la audacia de sus afirmaciones. Sin duda, será atacado por sacar lo que hay debajo de la alfombra bajo los pies de la gran y bien establecida física. Pero resulta refrescante escuchar una idea tan original como la de Smolin. No vivimos en tiempos muy alegres y es alentador comprobar que, a pesar de todo, la luz del ingenio humano sigue brillando. En el caso de Smolin, ilumina con fuerza.
– Imagen1) Un grabado en madera del Renacimiento muestra a un hombre romper a través de parte de las “esferas de cristal ‘” de la cosmología clásica, a un nuevo concepto del universo (© The Bridgeman Art Library)
– Imagen 2) Lee Smolin “Time Reborn”.
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